Es posible que quieras transmitir más confianza corporal a tus amigos en lugar de sentirte mal a veces o hacerles sentir mal a ellos por su cuerpo. A veces, las cosas que se dicen, sin importar lo bien intencionadas que sean, pueden parecer neutrales o autodirigidas, pueden dañar a las personas que más nos importan.
En lugar de ser motivador, la dieta, el estado físico y las conversaciones relacionadas con el cuerpo pueden volverse tóxicas. Para asegurarte de que no estás entristenciendo a tus amigos sin saberlo, aquí hay nueve formas de controlarte antes de avergonzarlos accidentalmente.
No digas que tu estilo de vida es mejor
Encontrar un estilo de vida que te haga lucir o sentirte genial es emocionante, y es comprensible que quieras compartir tu conocimiento o experiencia recién descubierta con otros. Sin embargo, cuando das consejos de alimentación o entrenamiento que no son deseados, comienzas a plantar semillas de dudas en los que te rodean... algo que les puede hacer sentir muy mal.
Lo que estás diciendo, a pesar de la buena intención que tiene, puede hacer que otros se sientan mal cuando creen que su cuerpo no está igual de cuidado que el tuyo. También implica indirectamente que los cuerpos de quienes nos rodean no son lo suficientemente buenos como son y que no pueden confiar en sus propios instintos corporales.
Evita decir cosas como: "no deberías comer esto"
Decir cosas como: "no deberías comer esto" puede hacer que otros se sientan inseguros con sus cuerpos e incluso, puede hacer que otra persona acabe teniendo un peligroso trastorno alimenticio. La constante discusión u obsesión sobre cuánto se come y qué se come alimenta la noción de que los alimentos tienen un valor y no son simplemente combustible para el cuerpo.
Incluso si solo estás comentando sobre tus propios hábitos alimenticios, como decir algo del tipo: "¡No puedo creer que acabo de comer ese pastelito!" Tienes que preguntarte cómo se siente tu amigo que acaba de comer también un pastelito y después tú has dicho eso.
No comentes lo que está comiendo otra persona de forma negativa
Por otro lado, dirigir tus opiniones sobre los alimentos en el plato de otra persona es aún peor. Los amigos podrían pensar que están ayudando al señalar las calorías o gramos de grasa en la comida que alguien está comiendo actualmente o en lo que la persona comió antes, pero este comportamiento no solo es grosero, también es vergonzoso.
Ni siquiera necesitas decir una palabra para que alguien se sienta incómodo. Si te encuentras mirando a un amigo mientras está comiendo, puedes hacer que sienta que está haciendo algo mal... Probablemente sea mejor mantener los ojos en tu propio plato.
Cuidado con los elogios
A veces, si te han felicitado por tu apariencia y quieres devolver el elogio o cumplido, pero no sabes qué decir, puedes decir accidentalmente algo que es todo menos adecuado. Por ejemplo, decirle a alguien en un cuerpo más grande cosas como: "y tú tienes una cara tan bonita", es un cumplido atroz en el mejor de los casos. Puedes pensar que estás siendo amable, pero considera cómo podría traducirse a la persona con la que estás hablando... y piensa también cómo podría sentirse en el mejor de los casos (o en el peor).
Bueno vs. Malo
Emplear el binario bueno versus malo cuando se habla de comida y ejercicio puede provocar culpa y vergüenza en otras personas. Señalar cuán 'buenos' hemos sido esta semana puede hacer que quienes nos rodean experimenten un sentimiento de culpa y vergüenza si no han sido tan 'buenos' como nosotros. Esto indirectamente le dice a las personas que si no se comportan como tú, entonces son inherentemente "malos".
Del mismo modo, lamentarse por lo "malo" que has sido también es tóxico, aunque muchas personas en particular usan este tipo de lenguaje como una forma de vinculación. Esto solo sirve para reforzar lo mala, culpable y vergonzosa es esa persona, y refuerza que su valor solo depende de su cuerpo y de lo 'bueno' que pueda ser.
No te quejes de tu cuerpo
Decirles a tus amigos que no puedes, por ejemplo, ir a la playa porque no estás "lista para ponerte el bikini" es otra forma autocrítica de inspirar vergüenza a otras personas. Envía un mensaje a quienes te rodean, de que pueden existir en un cuerpo similar o en un cuerpo más grande, pero que sus cuerpos no son lo suficientemente buenos como son ahora mismo. Esto es increíblemente perjudicial porque implica que tú, y nadie más, puede vivir y sentirse cómodo en el cuerpo en el que existes...