El acoso laboral, también conocido como mobbing, consiste en una situación muy desagradable que, para aquellos que la hayan padecido y los de su alrededor, es muy difícil de controlar y de sobrellevar.
El mobbing consiste ni más ni menos que en una situación en la que un trabajador se siente ninguneado, despreciado y acosado por sus propios compañeros en su puesto de trabajo. Puede ser un tipo de acoso directo o indirecto y puede ser verbal, físico o incluso a través de internet y las redes sociales.
Cuando una persona está sometida a una situación de acoso laboral en el trabajo, tiene unas consecuencias que pueden llegar a afectarle incluso en su salud. Esto hace que el trabajador rinda menos en su puesto de trabajo ya que no se siente cómo y además le puede afectar en su estado de ánimo, puede tener dificultades para conciliar el sueño, cuadros de estrés y ansiedad, falta de concentración y de autoestima etc.
Por desgracia, el mobbing es una palabra que cada vez está más familiarizada con nosotros y es bastante común las personas que sufren acoso laboral, pero esta situación se puede arreglar.
¿Qué puedo hacer para salir del mobbing ?
Lo más común cuando una persona sufre acoso laboral es que esta acaba abandonando la empresa y, por lo tanto pierda su puesto de trabajo debido a la situación insostenible. Aunque esta decisión te permite cortar por lo sano con el infierno que supone ir a trabajar, muchas veces se puede conseguir cambiar realizando otro tipo de medidas.
Lo primero, al principio cuando sufrimos mobbing es difícil de detectar ya que suelen ser comentarios sobre tu manera de trabajar pero nosotros tenemos que tener en cuenta que si estamos contratados por la empresa, tenemos la misma valía que el resto de trabajadores de la empresa, por lo que no tenemos que aguantar comentarios de ningún tipo sobre este tema. Para ello, lo mejor es que vayamos apuntando en una libreta todos los comentarios despectivos y los gestos feos por parte de los compañeros y cuando veamos que la cosa comienza a ser a diario, comentarla a algún superior que pueda estar al tanto de la situación y reaccionar ante ello.
Lo que jamás de los jamases tenemos que hacer es enfrentarnos al compañero que nos está acosando, ya que en este momento habremos perdido toda nuestra razón. Si nos encaramos a nuestro acosador solo tenemos las de perder porque él seguramente mantenga la calma en la situación porque estará buscando esa reacción en ti.
Si en tu empresa hay departamento de Recursos Humanos, o de Relaciones Laborales, pide asesoramiento sobre cómo proceder. Es una situación que se debe denunciar, por lo que necesitarás la ayuda de un abogado experto en Derecho Laboral, y si en tu empresa no hay esa figura, o no encuentras ningún tipo de apoyo, también puedes pedir ayuda a organizaciones sindicales, o solicitando asesoramiento legal privado, o solicitando justicia gratuita en los juzgados. El caso podría llegar a a Inspección de Trabajo, por lo que el mobbing va más allá de una mera mala relación entre compañeros.
Si por el contrario, vemos que en nuestra oficina o en nuestra empresa hay algún compañero que está siendo acosado por otro también podemos actuar para que esto acabe. Lo mejor es actuar con normalidad, sin darle importancia al asunto de cara al que acosa. En el caso del acosado, tenemos que mostrarle nuestro apoyo para que sepa que no es cierto todo los comentarios que está recibiendo por parte del acosador. No es muy recomendable que nosotros siendo espectadores de esta situación de acoso laborar vayamos a denunciarla a los superiores, ya que esta es una decisión del acosado.
La intervención psicológica en el mobbing
Las personas que sufren acoso en el trabajo, por norma general acaban desarrollando estrés y ansiedad, incluso tienen que acudir a terapia psicológica para volver a tener la confianza en sí mismo que tenia antes del mobbing.
Esta terapia básicamente incluirá técnicas de relajación, en las cuales el acosado aprenderá a manejar la ansiedad y el estrés que le ha generado el mobbing. Técnicas de autoestima y autoreafirmación en las cuales el terapeuta tiene que conseguir que la persona sometida al acoso laboral recupere la confinza en sí mismo y en sus habilidades. Por último, la terapia tiene que incluir técnicas de reestructuración cognitiva en la que el paciente combatirá los pensamientos negativos que le ha generado toda la situación.
También una técnica que ayuda bastante a las personas que han sufrido algún tipo de acoso y se han visto sometidas a situaciones de estrés y ansiedad prolongados es la de incorporar en sus vidas hábitos saludables que les ayuden a salir adelante. Entre estos hábitos saludables que van a mejorar su calidad de vida tenemos que destacar: dormir ocho horas diarias, tener una alimentación sana basada en frutas y verduras, abandonar el alcohol y el tabaco y realizar ejercicio diario.