Son muchas las personas que son demasiado amables en sus vidas, y parece que no lo pueden remediar. Es necesario que sepas si ser demasiado amable puede estar siendo un problema para ti. Si alguna vez te han dicho que eres demasiado amable o que te gusta complacer a las personas, es más que probable que seas demasiado bueno con los demás y no tanto contigo mismo. Es hora de empezar a estar al tanto de tus acciones y notar en los próximos días si notas algunas de estas señales de advertencia en tu comportamiento.
Te disculpas por todo
Sientes la necesidad de disculparte por cada error que puedas cometer al toparse con alguien en la oficina y olvidarte de devolver una llamada telefónica, por ejemplo. Esto también puede convertirse en disculparte por cosas que no son tu culpa o incluso disculparte por algo que está completamente fuera del control, es decir que no es culpa tuya ni de nadie.
La próxima vez que te disculpes porque está lloviendo, es posible que debas abordar que tienes un problema personal en tus manos. Decir "lo siento" es una buena manera de admitir malas acciones y tratar de solucionar un problema. Una persona que es demasiado amable quiere evitar el conflicto en todo momento, y en su mente, esas dos palabras son una solución rápida para todo.
Tienes un gran corazón y no quieres creer que alguien pueda hacer dañoDesafortunadamente, ese no es siempre el caso, y no siempre es necesario. No pierdas el aliento disculpándote por algo pequeño e irrelevante o algo que ni siquiera fue tu culpa para empezar.
Le das a todos el beneficio de la duda
Tienes un gran corazón y no quieres creer que alguien pueda hacer daño solo por el mero hecho de hacerlo. Desafortunadamente, las personas no siempre son agradables, por lo que darles a todos el beneficio de la duda hace que corras el riesgo de que se demuestre lo contrario más adelante. Bajo ciertas circunstancias, está bien creer en las segundas oportunidades, pero es importante ser inteligente y considerar el contexto.
Las personas que constantemente dan a otros el beneficio de la duda a menudo se ven como personas ingenuas que se aprovechan fácilmente. A nadie le gusta que se aprovechen de uno mismo...
No eres capaz de defenderte por ti mismo
Constantemente escuchas de los demás: "Necesitas defenderte". Esto es algo de lo que eres consciente, pero parece que no puedes conquistar. Cada vez que te convences de que vas a decir lo que piensas, no hay palabras y el miedo a la confrontación te deja encogido.
Eres el primero en compartir tus pertenencias si eso ayuda a alguienEnvidias a las personas que no tienen miedo de dejarlo salir, y deseas o tener miedo de hacer lo mismo. Esta es una cualidad que es redimible en ocasiones cuando defenderse puede meterlo en problemas, pero es importante no permitir que otros te pisoteen.
Eres muy generoso
Eres el primero en compartir tus pertenencias si eso ayuda a alguien y tienes una sensación de satisfacción cuando puedes ofrecer ayuda. La Navidad no es tu fiesta favorita porque recibes regalos, sino porque disfrutas entregándolos.
No hay absolutamente nada de malo en disfrutar proporcionando a los demás. Después de todo, compartir es bondadoso. Sin embargo, si no tienes cuidado, esto puede hacer que otros se aprovechen de ti en un abrir y cerrar de ojos. Si eres conocido por ser el que siempre proporciona, algunas personas pueden comenzar a usarte solo para eso, sin importar cómo te sientas. Si nunca dices que no a nada, otros lo sabrás y querrás beneficiarse.
Trabajas más duro que todos los demás
Dar el 100% en todo lo que haces no es suficiente, siempre estás luchando por más. Nuevamente, esta es una cualidad dorada para tener en una persona y profesional. Sin embargo, las personas que son "demasiado amables" tienden a trabajar más duro para compensar la falta de trabajo de los demás.
Mantenerte saludable y feliz es vital para un estilo de vida equilibradoNo solo trabajan más duro, sino que lo hacen en silencio la mayor parte del tiempo. Aquí es donde entra la parte "demasiado agradable". Este tipo de persona permite que otros se atribuyan su trabajo, lo que puede generar tensión en el lugar de trabajo y estrés... Otros se darán cuenta de esto y se aprovecharán de ti, sin importar lo mal que te sientas por ello.
Te descuidas
Siempre pones a los demás por encima de ti y prefieres que otros estén bien a pesar de cómo estés tú. Ya sea tu familia, amigos o compañeros de trabajo, tiendes a poner tus necesidades en segundo plano sin siquiera darte cuenta. Antes de que te des cuenta, has gastado todo tu dinero extra en la leche y los huevos que necesita tu amigo y no puedes permitirte el corte de pelo que realmente necesitas.
Mantenerte saludable y feliz es vital para un estilo de vida equilibrado. Aunque algunos pueden pensar que sí, no es vergonzoso y egoísta poner tus propias necesidades personales antes que las de los demás. Está bien considerarte alguien amable con los demás y que disfrutes haciéndolo. Incluso es aceptable alinearse con algunas de las cualidades mencionadas sin necesariamente ser considerado "demasiado agradable".
Tú eres la que realmente importa en tu vidaEs cuando comienzas a permitirte deslizarte en el fondo de la vida porque te estás ahogando en compromisos hechos de amistad que tales características se convierten en un problema. Cuando no puedes vivir tu vida porque estás viviendo la de los demás, es cuando debes frenar en seco y pensar que tienes que poner remedio cuanto antes. No está mal que seas egoísta de tanto en tanto, que pienses en ti y que digas que no cuando no quieres decir que sí.
Es una identidad que muchos se esconden detrás de los miedos y ansiedades personales, pero darse cuenta de estas cualidades es el primer paso hacia relaciones más equilibradas y gratificantes con todos.
Si después de leer este artículo te has dado cuenta de que estás siendo demasiado amable con los demás y que has dejado de serlo contigo, ¡cambia tu manera de actuar! Tú eres el que realmente importa en tu vida y SIEMPRE tienes que ser el número uno. Cuídate, quiérete, y todo irá mejor de lo que te imaginas.
