Bella Hadid podría cumplir, a grandes rasgos, todos los 'check list' para ser la persona más exitosa del mundo y, en consecuencia, la más feliz. En 2020 se coronó como la octava modelo mejor pagada del mundo con unas ganancias de 8 millones de dólares, consiguiendo así un patrimonio neto de 25 millones; se ha recorrido prácticamente todo los rincones del planeta gracias a su trabajo; se codea con otras grandes celebridades entre las que se encuentra su propia hermana, Gigi; no hay evento mediático que se pierda; y en 2019 fue nombrada la mujer más guapa del mundo según la ciencia. En cambio y pese a todo, Bella Hadid no es tan feliz como pudiese parecer.
La supermodelo, que no es la primera vez que habla sobre su salud mental, ha querido verbalizar lo que ella misma lleva viviendo desde hace un tiempo a través de unas palabras de Willow Smith en una entrevista: "La gente se olvida de que todos están básicamente sintiéndose de la misma forma: perdidos, confusos, no completamente seguros de qué es lo que están haciendo. Ese sentimiento de pensar que no eres suficientemente bueno en tu 'arte' es natural".
Unas declaraciones que para ella definen a la perfección de lo que lleva siendo "mi día a día, mis noches, desde hace unos años" y que la llevan a llorar ante una situación a veces imposible de manejar. Un golpe de realidad que no solo demuestra que la ansiedad, las inseguridades o la depresión no hace distinciones entre quienes la padecen -al igual que cualquier otra enfermedad o dolencia física-, sino que aún alcanzando las expectativas y sueños que han impuesto en toda una generación se está libre de padecerlas. "La inseguridad, la ansiedad, la depresión o el estrés están a la orden del día", reconoce Marian Donner, autora de 'Manifiesto en contra de la autoayuda. En defensa de la autodestrucción', en una entrevista para Smoda, evidenciando el gran problema que asola a los jóvenes hoy en día: "Algo va mal cuando, mirando a tu alrededor, te das cuenta de que nadie es completamente feliz", añade Donner. Y esta parece haberse convertido, a grandes rasgos, en la norma hoy en día".
Redes sociales, el mal común de la salud mental
Pero además de los males que trae la insatisfacción de toda una generación por la imposibilidad de cumplir con las expectativas impuestas por motivos ajenos a uno mismo, otro de los grandes causantes de esta situación son las redes sociales y el impacto que estas tienen en sus usuarios al ser escaparates de unas formas de vida que poco o nada tienen que ver con la realidad. "Las redes sociales no son reales (...) recuerda esto", le decía Bella Hadid a sus seguidores mientras irrumpían en su feed de Instagram -entre fotografías profesionales que la muestran como una mujer perfecta- varias fotografías tomadas por ella misma en las que se le ve llorar.
Una afirmación que también hace Laura Palomares, directora del centro de psicología Avance Psicólogos: "Las redes sociales son generadoras de adicción, ansiedad y hasta facilitadoras de estados depresivos", especialmente en aquellas personas más vulnerables como los adolescentes, ya que a esa edad están "definiéndose y conformando su personalidad". Y el motivo por el que este tipo de aplicaciones no son muchas veces el mejor espacio no es otro que el su forma de funcionar y existir: "Están hechas de manera que generen la necesidad de revisarlas constantemente", lo que lleva a que sus usuarios estén enganchados, generando así una especial de "adicción", señala Palomares.
Un claro ejemplo y haciendo referencia a las palabras de la supermodelo, el medidor de aprobación a base de 'likes' es uno de los principales problemas que tienen las redes sociales en quien la usa por ser el claro evidenciador de la validación externa de uno mismo: "El 'like' de otros se convierte en la confirmación compulsiva de nuestra valía". Una refuerzo que define como "humo" ya que acaban generando una dependencia de la opinión de los demás que puede "afectar seriamente a la autoestima" y generar problemas como "una elevada ansiedad" o incluso "afectar al estado de ánimo".
La necesidad de encaminarse hacia un buen uso de las redes
Pero la creación de unas dinámicas incorrectas o incluso dañinas en las redes sociales no significa que los usuarios no puedan encaminarse hacia un cambio y buen uso de las mismas. Laura Palomares asegura que el primer paso es reducir tanto sus horas de uso como la cantidad de contenido que subimos a ellas con el único fin de esa validación externa. Algo que hará además también que estas no se conviertan en "la única forma de relacionarnos con los demás" dejando así también espacio para "nuestros hobbies y hábitos que garantizan nuestro bienestar".
Por otro, ser siempre conscientes de que las redes sociales, pese a ser espacios virtuales para socializar con otras personas -que también-, tienen otro tipo de fines más allá de los valores más humanos: "Sabemos que detrás de las redes sociales hay un interés comercial y de consumo, y la información siempre nos va a llegar sesgada, en función a nuestras reacciones en su uso, para generar ese enganche que en realidad busca generar la falsa necesidad de consumir".
La importancia de que Bella Hadid hable sobre su salud mental
Otro dato relevante de esta noticia que irrumpía a nivel mundial como algo nunca antes visto puso también en manifiesto la importancia y al mismo tiempo el poder que tiene alguien como Bella Hadid a la hora de cambiar el rumbo de un tema de tanta relevancia como es la salud mental. Que la supermodelo haya publicado esas fotografías suyas tan íntimas han hecho, por ejemplo, que este mismo artículo se escribiese, y eso pone en relevancia la importancia que tiene que personas con altavoces tan grandes se muestren al mundo como seres humanos normales y corrientes, derrocando así en parte el propio sistema que les ha convertido en quienes son.
"Cuando personas que son referentes en nuestra sociedad, y han mostrado unas cualidades que los demás valoramos e incluso admiramos, hablan abiertamente de sus dificultades o experiencias acerca de cuestiones relacionadas con la salud mental, siempre vetada y ocultada en nuestra sociedad, están allanando el camino a quienes se sienten como ellos o pasan por las mismas dificultades o padecen las mismas enfermedades", reconoce Laura Palomares: "En primer lugar, se normaliza el poder tener alguna enfermedad mental, ya sea crónica o puntual, y en segundo lugar, muestra cómo se pueden alcanzar metas y desarrollar habilidades de forma exitosa conviviendo con esa enfermedad".