En muchas ocasiones las personas sentimos que tenemos algo dentro de nosotros, ya sea enfado, tristeza, alegría, etc, pero no sabemos cómo sacarlo fuera o como exteriorizarlo; y es que a veces expresar nuestras emociones a los demás de forma correcta no es tarea fácil.
No obstante, que la persona sea capaz de realizar esto correctamente es importante tanto a nivel físico como psicológico, puesto que retener los sentimientos en nuestro interior y no expresarlos es una de las principales causas de la depresión, la ansiedad, la insatisfacción por uno mismo e incluso problemas físicos de salud, como por ejemplo dolores musculares, cefaleas, cambios en los ritmos de alimentación, etc.
Es natural no saber de forma exacta cómo mostrar nuestros sentimientos a los demás, ya que es algo que no se enseña como tal, pero hacerlo genera un sentimiento de mejora consigo mismo y con las relaciones sociales, laborales, etc.
Por tanto, en Bekia consideramos que aprender a expresar las emociones es de vital importancia para la vida integra de una persona, pero para lograrlo en primer lugar tenemos que conocernos a nosotros mismos, y por ello os damos una serie de pautas a seguir con las cuales podréis mejoras este aspecto.
1. Descubre que es lo que estas sintiendo:
Para empezar párate a pensar y a descubrir lo que estas experimentando en tu interior, analiza lo que sientes por dentro, y los síntomas que esto provoca, como por ejemplo: irritación, agobio, excitación, inseguridad, etc. A su vez intenta averiguar cuál puede ser el motivo que haya originado esas sensaciones, de esta manera podremos preverlo en un futuro y estar preparados para ello.
2. Identifica a qué sentimiento corresponde lo que estas experimentando:
Es importante que te digas a ti misma lo que puedes estar viviendo, ya sea miedo, enfado, alegría, etc; es decir convierte tus sensaciones en una emoción básica. Dar nombre a lo que estamos sintiendo nos ayuda entender el porqué de esa sensación; con lo cual podremos abordarlo de una forma más positiva y darle la respuesta indicada.
3. Deja pasar unos segundo para ver cómo reacciona tu cuerpo:
Cálmate y deja que pasen unos segundo para ver cómo responde tu cuerpo, ten en cuenta que ninguna emoción es buena o mala, tan solo generan satisfacción o insatisfacción, pero esto no quiere decir que no sean validas. Todo lo que sientas, sea cual sea la situación es válido, ya que cada persona lo vive de forma distinta; solo hay que aprender a gestionarlo de forma adecuada y darle una respuesta positiva.
4. Trata de generar opciones para responder de forma adecuada a la situación
Tras saber que sientes y lo que estás viviendo, debes valorar cual podría ser la forma correcta de expresarlo. En este paso es importante que evites:
- Guardarte tus sentimientos para ti mismo.
- Mentir a los demás sobre lo que estás viviendo o lo que esto te provoca.
- Explotar y no ser capaz de gestionar la emoción.
- Responder de forma agresiva.
- Hacer una expresión incorrecta, es decir, que tu cuerpo diga una cosa y tus palabras otra.
¿Qué otros aspectos pueden ser importantes a la hora de expresar nuestras emociones a los demás?
A mayores de las pautas que hemos dicho anteriormente con las cuales podremos ser capaces de conocer como respondemos a ciertas situaciones, hay varios trucos psicológicos que pueden ayudar a la expresión adecuada de nuestros sentimos:
- Habla de forma asertiva, es decir evitar culpar a la otra persona, hacerla sentir atacada, etc. Por ejemplo, en vez de decir: ''El otro día me hablaste mal y estoy enfadada por ello'' puedes decir: Considero que el otro día no fuiste muy amable conmigo y por ello me siento algo disgustada contigo'' De esta forma al ser un pensamiento tuyo no puede rebatírtelo.
- Intenta que los demás te entiendan y sean capaces de ponerse en tu lugar. Para ello explícales lo que sientes, la razón de dicho sentimiento, etc.
- Ten en cuenta la expresión de tu cuerpo, es decir, ayúdate de él para expresar lo que siente y que para la otra persona sea más fácil entenderte.
- Habla del tema de forma pausada y a ser posible con frases en positivo.
- Utiliza el humor en temas serios que puedan causar incomodidad a la otra persona.
- Muestra empatía, es decir, ten en cuenta sus sentimientos y pregúntale como se siente después de escucharte.
- Ten en cuenta su opinión, no intentes imponerle tu forma de pensar, la suya al igual que la tuya es válida.
- Elige una situación adecuada para expresar tus sentimientos a la otra persona.
¿Qué beneficios puede tener expresar de forma adecuada a los demás lo que sientes?
Son muchos los beneficios que se perciben cuando una persona aprende y es capaz de expresar positivamente sus emociones a los demás, tanto a un nivel físico como psicológico. Algunos de estos pueden ser:
- Logras que los demás sean capaces de entenderte y puedan empalizar contigo con mayor facilidad.
- Te sientes más tranquilo psicológicamente y más relajado, ya que somos seres sociales y hablar de lo que nos inquieta nos causa seguridad y reduce nuestra ansiedad.
- Haces que las situaciones negativas no tengan tanta carga emocional y te sea más fácil gestionarlas.
- La gente percibe que confías en ella y te vuelves más atractivo e interesante.
- Facilitas el hecho de que los demás puedan ayudarte ante una situación complicada.
- Aprendes más sobre ti mismo y sobre cómo puedes actuar ante un problema, así como cuáles son tus virtudes y que aspectos debes mejorar.
- Disminuye la probabilidad de sufrir depresión, ansiedad, insatisfacción o dolores físicos causados por el exceso de carga emocional.
- Aumenta tu autoestima y mejora tu autoconcepto.
- Al conocerte mejor a ti misma, eres capaz de ponerte con mayor facilidad en el lugar del otro y mostrar empatía.
¿Qué hacer si no tengo a nadie para poder expresar mis sentimientos?
Para realizar la expresión de tus sentimientos no siempre es necesaria la presencia de una segunda persona, también puedes expresarte a ti mismo tus propias emociones y lograr el mismo resultado que si se las cuentas a los demás. Algunas de estas formas pueden ser:
- Escribe un diario, en el cual te cuentes a ti misma lo que has sentido en cierta situación, cómo lo has vivido, qué soluciones has visto convenientes, etc. De esta manera podrás recurrir a ello en un futuro si vuelves a pasar por lo mismo y valorar la forma de actuación.
- Dedícate un tiempo al día para ti misma, cuéntate mentalmente cuáles han sido tus sensaciones, cómo te has sentido, etc. Es importante que en este proceso estés relajada, dándote algún capricho y con suficiente tiempo para ti misma. Además debes hablarte de forma positiva, ten en cuenta que todas las emociones son válidas y no tienes la culpa de sentir lo que has sentido. Solo debes aprender a controlarlo.
- Realiza ejercicio: Hacer ejercicio es una buena manera de liberar tus emociones y no reprimir las sensaciones negativas que puedan causarte ansiedad o frustración.
- Haz una lista con todas las posibles soluciones positivas antes una situación, de esta manera verás como todo tiene salida y que eres capaz de afrontar los problemas.