Vivimos en una sociedad en la cual los productos que consumimos parecen tener mucho más valor que el funcional que podríamos darles a simple vista. Así pues, todos podemos vestirnos, pero tenemos muchas y diferentes formas de hacerlo, por lo que cada vez que vas a una tienda y adquieres un tipo de ropa u otra estás tomando una decisión muy importante, no solamente en función de tus necesidades básicas (en este caso vestirte y protegerte del frío, calor y cubrir tu cuerpo por necesidad social), sino también pensando en cómo quieres ser visto o qué pensamientos puedes causar en los demás según la vestimenta que lleves, seas totalmente consciente de ello o no.
Viviendo en sociedad es normal que todo aquello que llevemos, usemos o consumimos dé una imagen u otra de nosotros mismos. El lenguaje no verbal forma parte esencial de nuestro día a día, aunque no todo el mundo lo sepa. Tu peinado, teléfono móvil, zapatos o el empleo que tengas estarán dando datos esenciales de tu persona a aquellos que acaban de conocerte o, simplemente, han pasado por tu lado por la calle. Así pues, cada mínimo detalle describe tu manera de ser, aunque quizás no sea siempre totalmente acertada.
Los profesionales de la publicidad conocen muy bien todos estos aspectos de la sociedad en la que vivimos y tienen una serie de técnicas para determinar cómo conseguir vender más su producto. Antes de hacerlo estudian siempre su mercado, puesto que quizás aquello que venden no está diseñado para todos los públicos y, a partir de ahí, intentan encontrar cuál es la necesidad existente en este grupo o qué necesidad se le puede crear con tal de poder vender más su producto, frente al de la competencia.
Existen muchas personas que quizás crean que la publicidad no tiene ningún efecto en ellas. No solamente podemos ver publicidad en la televisión, por lo que no verla no quiere decir que no seamos susceptible de ella, también la tenemos en la radio, las revistas, los periódicos, por Internet, las calles o bien el supermercado o el gimnasio mientras estás comprando o haciendo deporte. Por lo tanto, todos escuchamos y vemos estos anuncios, consciente o inconscientemente, y tienen un efecto en nuestras decisiones de compra, por mucho que a algunos les cueste admitirlo.
Descubre cómo influye la publicidad en tus decisiones de compra y cómo has podido decidir entre comprar un producto u otro en función de los anuncios que hayas visto o escuchado antes.
Sin darnos cuenta
Seguramente te haya pasado en muchas ocasiones que recuerdes la canción o los diálogos de un anuncio que nunca has prestado gran atención. Esto es porque los creadores de la publicidad buscan siempre melodías o mensajes pegadizos y de influencia, para que puedas retenerlos en tu memoria con facilidad.
De este modo, cuando vayas al supermercado o a la tienda a buscar este producto, o cualquier otro, la canción o mensaje del anuncio pegadizo te vendrá a la mente y es más probable que lo compres o que tenga gran influencia en tu decisión. Además, si existen ofertas en el supermercado o bien se encuentra en un lugar de la tienda cercano a productos de primera necesidad, como huevos o arroz, que suelas comprar siempre, existen mayores posibilidades de que compres el producto que viste en el anuncio.
La función de la publicidad, en este caso, es hacer que el producto que ellos venden sea el primero que te venga a la mente cuando estés en la tienda o en el supermercado a la hora de tomar la decisión de qué comprar. Dependiendo del producto que sea será más o menos difícil que la publicidad consiga su objetivo, sobre todo si eres fiel a una marca en concreto, pero normalmente, el hecho de que recuerdes la canción o el eslogan del anuncio harán que tengas una mayor predisposición a probarlo si lo ves durante la compra, sobre todo si lo tienen de oferta o se encuentra en un estante bien visible.
Productos diseñados sólo para ti
En productos como la ropa, el calzado o la tecnología no solamente valen con que el eslogan o la melodía sean pegadizos, también necesitan apelar a los sentimientos del consumidor. En la actualidad tenemos muchos artículos entre los que escoger, por lo que necesitamos que estos transmitan un mensaje por sí mismos. Así pues, las marcas buscan un público muy definido y quieren hacerles ver que ellos pueden demostrar sus características personales, lo que les hace único.
Cuando llevas una prenda de ropa, conduces un coche o utilizas un teléfono móvil no sólo buscas que cumpla su función básica, cubrirte del frío, llevarte de un sitio a otro o mandar mensajes o llamar, sino que también quieres que la gente vea que este producto te define y es perfecto para ti. Aquí es donde las marcas buscan los embajadores y referentes de influencia, modelos o actores, que mejor reflejen el grupo social al que va dirigido el producto, además de crear una campaña que sea perfecta para este tipo de personas. De este modo se sentirán únicas y creerán que tanto el producto como la marca tienen una mentalidad parecida a la de ellos, transmitiendo al resto de la sociedad el mensaje de modernidad, juventud, creatividad, etcétera, que deseen.
Si te fijas, a partir de ahora, es probable que seas consciente de que muchas de estas técnicas (y otras más) son utilizadas por los profesionales de la publicidad para apelar a tus sentimientos y a tu "inconsciente" creando una necesidad o potenciando una que ya tienes, para que a partir de este momento tomes una decisión u otra en la tienda a la hora de comprar un producto, tanto si lo necesitas como si no. Haciendo que éste te defina o te haga sentir mejor a la hora de hacer esta compra en concreto. Nadie está exento de los efectos y la influencia de la publicidad, pero de ti depende tomar conciencia de cuánto te afecta y cómo tomas tus decisiones en cuanto a tus compras.