Todas las tenemos un autoconcepto de nosotros mismos, pero, ¿cómo se forma y se cambia con el tiempo esta imagen? La imagen de uno mismo se desarrolla de varias maneras, pero suele estar influenciada sobre todo por las vivencias y las interacciones con las personas más importantes para nosotros.
El autoconcepto
El autoconcepto se forma a través de las propias percepciones del comportamiento, habilidades y características únicas. Es una imagen mental de quién eres como persona y de cómo quieres ser en el futuro. Por ejemplo puedes pensar que eres una persona simpática o amable, o que eres un buen hijo o buen amigo. Esto forma parte del autoconcepto general de una persona.
Pero este concepto puede ser más maleable cuando las personas son más jóvenes y están en proceso de autodescubrimiento y formación de la identidad. A medida que las personas envejecen las autopercepciones se vuelven más detalladas y las personas se forman una idea mucho mejor de quiénes son y de qué es importante para ellos y para su vida.
Las personas forman su autoconcepto teniendo en cuenta los rasgos de personalidad que les diferencian de los demás, como ser introvertido o extrovertido (yo individual). También se forma teniendo en cuenta las relaciones con otras personas cercanas (yo relacional) o con la pertenencia a grupos sociales (yo colectivo).
En su forma más básica, el autoconcepto es una colección de creencias que uno tiene sobre uno mismo y las respuestas de los demás. Representa la respuesta a la pregunta "¿Quién soy yo?"
Para entenderlo mejor
Existen diferentes formas de pensar sobre el concepto en sí mismo. Según la teoría de identidad social, el autoconcepto se compone de dos partes importantes: la identidad personal y la identidad social. La identidad personal hace referencia a las características que hacen única a una persona y la identidad social se refiere a cómo nos identifican como colectivo como una comunidad o un grupo político.
Según el psicólogo Bruce A. Bracken a principios de los años noventa apuntó que existen seis dominios específicos relacionados con el autoconcepto:
- Social. Interactuar con los demás
- Competencia. Satisfacer las necesidades básicas
- Afecto. La conciencia de estados emocionales
- Físico. Sentimientos sobre aspecto, salud, condición física y apariencia general
- Académico. Éxito o fracaso académico
- Familiar. Funcionar dentro de la unidad familiar.
Carls Rogers, psicólogo humanista, por su parte comentaba que había solo tres partes importantes en el autoconcepto:
- Autoimagen. Como una persona se ve a sí mismo. Se combinan diferentes atributos que incluyen las características físicas, rasgos de personalidad y roles sociales. No siempre coincide con la realidad, se puede tener un concepto distorsionado de sí mismo.
- Autoestima. Cuánto se valora una persona. Hay varios factores que afectan como el comportamiento o lo que los demás piensan de nosotros.
- El yo ideal. Cómo se quiere ser. En muchos casos, la forma en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos gustaría vernos a nosotros mismos no coincide.
Congruencia e incongruencia
Los conceptos personales no siempre están equiparados, algunas personas pueden pensar son excelentes en un ámbito pero después los resultados muestran cosas diferentes. Según Carl Rogers, el grado en que el autoconcepto de una persona coincide con la realidad se conoce como congruencia e incongruencia. Si bien todos tendemos a distorsionar la realidad hasta cierto punto, la congruencia ocurre cuando el autoconcepto está bastante bien equilibrado con la realidad. La incongruencia ocurre cuando la realidad no coincide con nuestro autoconcepto.
El amor incondicional ayuda a fomentar la congruencia en las personas desde la infancia y las relaciones tóxicas lo distorsionan. Los niños que experimentan un amor incondicional por parte de sus padres no sienten la necesidad de distorsionar los recuerdos y se aceptarán tal y cómo son desde una edad temprana.