La bisexualidad es la orientación sexual más invisibilizada de todas. Y es que cuando una persona que es bisexual tiene una pareja de su mismo sexo, pasa a ser considerada homosexual; pero cuando tiene una pareja del sexo contrario, automáticamente se cree que es heterosexual. Esto es una forma más de bifobia, una discriminación que las personas bisexuales sufren en su propia carne diariamente.
A quien es bisexual no solo se le invisibiliza, sino que también se le obliga a lidiar con una gran cantidad de mitos. Desde que quien es bisexual es un vicioso, hasta que esta orientación no es más que una fase, pasando, por supuesto, con creer que alguien que es bisexual jamás podrá ser fiel; todos estos mitos forman parte de un imaginario que parte de la bifobia como base. Pese a que hay una lucha bastante potente contra la homofobia (aunque esta aún no ha desaparecido, por desgracia), la lucha contra la bifobia parece haber quedado en un segundo plano cuando es tan tóxica como la primera.
Para aportar nuestro granito de arena a la lucha contra la bifobia, hemos decidido señalar todos esos falsos mitos que existen contra la bisexualidad e ir desmontándolos. Porque, como siempre, la discriminación se debe combatir con conocimiento de causa y con altas dosis de empatía.
1. No, no son viciosos, son bisexuales
"Qué suerte ser bisexual, así tienen más posibilidades de mantener relaciones"; "a ti no es que te gusten hombres y mujeres, es que eres un vicioso"; "¿cómo te van a gustar las dos cosas? Lo que te pasa es que tienes un calentón". Cualquier bisexual ha tenido que lidiar con algunas de estas afirmaciones, tan tóxicas como erróneas.
La bisexualidad se define, según la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB), como "una orientación sexual de quienes sienten atracción sexual, emocional y/o romántica hacia personas de más de un género y/o sexo, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera ni con la misma intensidad". Partiendo de esta base, podemos comprender dos cosas: la orientación sexual no se elige, ni siquiera para tener más posibilidades de tener relaciones, y una persona bisexual no lo es solo a nivel sexual, sino también a nivel romántico. No es solo algo relacionado con el sexo, sino con enamorarse en general. Nadie elige ser bisexual, o hacerse bisexual, para ligar más; este es uno de los mitos más extendidos, y uno de los más absurdos. Porque una persona bisexual sufre durante toda su vida discriminación por el mero hecho de serlo; nadie elegiría sufrir bifobia por gusto, ser discriminado, o ser juzgado constantemente por sus sentimientos.
2. No es una fase, no es algo que se "supere"
Se habla de la bisexualidad en ocasiones como si de una fase se tratara, sin más. Si una persona bisexual está con alguien de su mismo sexo se le señala como homosexual, y si lo hace con alguien del sexo contrario, se le trata como si fuera heterosexual. Pero no es ni una cosa ni la otra: es bisexual. Y eso no es una fase intermedia entre dar un paso u otro, es sencillamente otra orientación sexual.
Carlos Castaño Rodríguez, activista de FELGTB, declaró para el medio Huffington Post que "a nadie se le pasa por la cabeza que puedas ser bisexual cuando te ven con tu pareja. Eres hetero u homosexual". Y esto es signo inequívoco de que se ha invisibilizado la bisexualidad, pasando a ser considerada una fase.
3. No hay una proporción de atracción
"¿Qué te gustan más, los hombres o las mujeres? Pero, ¿en qué proporción?", es otra de las grandes preguntas que las personas bisexuales tienen que soportar en su propia piel día tras día. Pero la bisexualidad no consiste en proporciones, no implica que te gusten un 40 % las mujeres y un 60 % los hombres, por ejemplo; significa que te pueden gustar ambos sexos, sin ningún tipo de inconveniente.
La base de los mitos en torno a la bisexualidad es la misma: el desconocimiento, y el creer que solo te pueden gustar o los hombres o las mujeres, y no ambas cosas a la vez. Esto es lo que se considera bifobia, y es lo que hace creer que las personas bisexuales lo son puramente por vicio. Pero una persona bisexual, al igual que cualquier otra con una identidad diferente, se enamora.
4. No son infieles por naturaleza, ni tienen más probabilidades de serlo
Otra de las cosas que se suele decir de las personas bisexuales es que son mucho más infieles, porque al gustarle tanto hombres como mujeres tienen más posibilidades de serlo. Y esto es totalmente falso, además de irracional. ¿Por el hecho de gustarle más personas ya es más probable que sea incapaz de ser fiel a su pareja? El ser fiel o infiel no va asociado con una orientación sexual determinada, sino más bien con la personalidad que cada uno tenga.
La infidelidad se da entre personas heterosexuales, homosexuales y bisexuales a partes iguales. Aducir que por tener más probabilidades se será infiel antes no tiene lógica, puesto que todo el mundo tiene las mismas posibilidades de serlo.
5. Las personas bisexuales sí se enamoran
Otro de los mitos es que, al ser las personas bisexuales unas "viciosas", jamás se enamoran y solo buscan mantener relaciones sin ton ni son. ¡Y esto es falso! No solo es falso, sino que es una de las representaciones más perjudiciales de la bifobia. Creer esto hace que muchas personas desconfíen automáticamente de su pareja si esta es bisexual, y la relación se convierta en una tortura para los dos. El amor es algo innato en el ser humano, ya hablemos de amor romántico o de cualquier otro tipo de amor. El ser bisexual no implica que la posibilidad de enamorarse se anule, ni mucho menos.
La bifobia debe ser combatida con la misma dureza que la homofobia, pero para ello es importante visibilizar que sí que hay un problema. La mejor forma de hacerlo es hablar de la bisexualidad con toda la claridad posible, mostrándola como lo que realmente es: una orientación sexual más.