Hasta hace unos años la palabra resiliencia era totalmente desconocida para la sociedad. Con el boom de las redes sociales y el impacto de Internet en una gran parte de la población, el concepto de resiliencia se ha vuelto bastante popular.
La resiliencia no es más que la capacidad que tiene una persona para hacer frente a las adversidades y para adaptarse a tales problemas. En el siguiente artículo te hablamos de cinco características que tiene una persona considerada como resiliente.
Cuáles son las características de una persona resiliente
Una persona considerada como resiliente se va a caracterizar por lo siguiente:
- Tiene una alta inteligencia emocional. Se trata de una persona que es totalmente consciente de su estado emocional y de todas las emociones que está experimentando en cada momento. Ello provoca que se conozca perfectamente a sí mismo y pueda sobreponerse a los problemas y a las adversidades de una manera totalmente constructiva.
- Es una persona que es consecuente con todas las decisiones que decide tomar. Una persona resiliente es consiente en todo momento de que las cosas no siempre salen como uno quisiera. Es capaz de aceptar las cosas tal y como vienen y lucha por seguir adelante una y otra vez.
- No le importa los cambios y es flexible ante los mismos. Se trata de una persona que huye por completo de la rigidez mental y que acepta las diferentes críticas sin problema alguno. En la vida hay que ser flexible para poder encontrar el mejor camino posible ante las diferentes adversidades que puedan llegar a presentarse.
- Se trata de una persona que se conoce a sí mismo y que acepta todas sus limitaciones. La resiliencia provoca que dicha persona sea capaz de hacer todo lo que se proponga. El conocer de primera mano las limitaciones es clave a la hora de fijar una serie de expectativas realistas ante la vida. Aparte de ello esta característica es esencial a la hora de tener cierta tolerancia ante la frustración.
- Es una persona perseverante que lucha por conseguir ciertos objetivos. No pasa nada por cambiar el plan fijado desde el principio, ya que siempre hay alternativas a los problemas que pudieran surgir. El ser resiliente hace que no se quede parado antes las diferentes adversidades y no pare de intentarlo hasta lograr algo que le satisfaga plenamente. Todo esto lo realiza de una manera consciente y lo acepta de buen grado.
- Es capaz de mantener relaciones sanas. Una persona resiliente se va a rodear de gente que merece la pena y a la que puede pedir ayuda sin problema alguno. Se preocupa de cuidar este tipo de relaciones llegando a establecer un fuerte vínculo con las mismas.
- Tiene un gran sentido del humor y una mentalidad optimista ante la vida. Es una persona que se aleja por completo de la negatividad y del dolor y siempre le saca el lado positivo a los diferentes problemas que pudiera tener.
- Sabe gestionar de manera adecuada las diferentes emociones. Una persona resiliente sabe identificar lo que siente en cada momento y es capaz de gestionarlo sin problema alguno. Además de esto tiene una fuerte empatía hacia los demás.
En definitiva, la resiliencia no es una cualidad innata en el ser humano. Es algo que se puede desarrollar a lo largo de la vida. Se puede decir por tanto que las personas que son resilientes no nacen sino que se hacen. Han tenido que superar diversas adversidades a lo largo de su vida y no darse por vencidas ante tales problemas. La aparición de ciertas adversidades han provocado que desarrollen una serie de habilidades para poder enfrentarse a las mismas y poder salir adelante.