En muchas ocasiones las mujeres se sienten presionadas y esto puede que suceda por otras mujeres. Es necesario que las mujeres dejemos de criticarnos para empezar a apoyarnos y ayudarnos a brillar, porque todas y cada una de nosotras somos maravillosas tal y como somos. Son demasiadas las mujeres que miran a otras de arriba abajo y se juzgan entre ellas. Ya sea en un nuevo trabajo o en cualquier otro lugar.
¿Qué es lo que hace que las mujeres tengan este conflicto natural en lugar de apoyarse mutuamente y ayudarse a ser la mejor versión de sí mismas? Muchas mujeres están, celosas entre sí debido a sus propias inseguridades. Y esto empieza demasiado pronto. La mayoría de las veces, ni siquiera sabemos que anhelamos esa atención.
Mujeres contra mujeres
Tus veinte años deberían ser un momento para divertirte y vivir una vida sin preocupaciones, pero en cambio está lleno de este tipo de situaciones. Cuando eres joven, la autoconfianza a menudo es falsa. Antes de madurar exista un tiempo de constantes dudas, incertidumbre y descubrir quién eres. Tus veinte años pueden ser divertidos, pero también son difíciles. Es aún más difícil cuando las mujeres se juzgan entre sí en lugar de abrazarse y apoyarse mutuamente.
Es necesario que las mujeres en lugar de quitarnos la corona de reinas nos ayudemos a colocarla bien. Entre nosotras podemos ayudarnos para ser la mejor versión de nosotras mismas, por eso, dejemos de ponernos la zancadilla. Estas tres formas de cambio nos ayudarán a todas, ¡solo debes poner un poco de tu parte!
No juzgues las miradas
Las mujeres tienen diferentes cuerpos, tienen diferentes tonos de piel y también el propio cabello. Algunas mujeres son extremadamente femeninas, abrazando el mundo del rosa como si no hubiera un mañana; mientras que otras lo detestan. Por supuesto, muchas mujeres no encajan en ningún estándar, simplemente son ellas mismas.
¿El único factor unificador? Todas somos mujeres, todas enfrentamos las mismas luchas, las mismas inseguridades que crecen y la misma búsqueda de la felicidad. Si dejamos de juzgar el aspecto de las demás y de compararnos con la representación de los medios del cuerpo ideal, podemos eliminar algo de esa presión y comenzará a suceder algo sorprendente. Podemos sentirnos mejor con nosotras mismas y ayudarnos mutuamente a brillar.
Deja de competir por la atención
Si pasas toda la noche preocupada por lo bien que se ve tu amiga, solo arruinas tu propia noche. Los celos realmente son un rasgo poco atractivo. Las mujeres para brillar deben tener confianza en sí mismas. No te quejes de la vida y simplemente disfrútala. En lugar de estar celosa de la chica que tiene una figura fantástica, mírala como inspiración y tal vez únete con ella en el gimnasio. Crees que estás compitiendo con otras mujeres, pero en realidad estás compitiendo contigo misma. Tienes el poder de tener confianza, y una buena manera de hacerlo es relajarte y concentrarte en tus propias grandes cualidades. Una vez que tengas esta confianza en ti, estarás realmente radiante.
Sé tú misma
Suena simple, ¿verdad? Pero, muy a menudo, las mujeres observan cómo se comportan otras mujeres, comparándose con la mujer que está felizmente casada, la mujer que acaba de ser ascendida en el trabajo o la mujer que parece estar disfrutando la vida de soltera mucho más que ella. Esto lleva al desprecio e incluso a la exclusión social.
La mujer más feliz es la que realmente abraza su independencia y sigue adelante, viviendo la vida como ella quiere en lugar de como cree que debería. La única persona que puede ayudarte a alcanzar tu máximo potencial eres tú. Por lo tanto, deja de preocuparte por lo que estás haciendo y sé tú misma; solo así podrás ser verdaderamente feliz y atraer la atención adecuada de ambos sexos.