El choque cultural es una experiencia muy real para muchas personas que se mudan a otro país. Cualquiera que haya vivido o estudiado o incluso haya viajado mucho a otro país ha probado y vivido un cierto nivel de choque cultural. En ese momento, puede parecer más una sensación de nostalgia, pero lo que la mayoría de las personas que no se han sometido a ningún tipo de programa de adaptación, son las etapas que atraviesan al adaptarse a un nuevo idioma, país y cultura.
Choque cultural
Comprender qué es el choque cultural y cómo se produce te ayudará a identificarlo más fácilmente y facilitará un poco tu mudanza internacional. El choque cultural se define como la desorientación experimentada cuando de repente se somete a una cultura o forma de vida desconocida.
Cuando te mudas a un nuevo país, todo es desconocido; clima, paisaje, idioma, comida, vestimenta, roles sociales, valores, costumbres y comunicación, básicamente, todo lo que estás acostumbrado ya no está en su lugar.
Descubrirás que el día se desarrolla de manera diferente, que los negocios se llevan a cabo de una manera que puede ser difícil de entender y que las tiendas abren y cierran en horarios que nunca podrías predecir. Sus patrones son extravagantes, los olores, sonidos y sabores son inusuales, y no puedes comunicarte cómo te gustaría con los lugareños, ni siquiera para comprar una barra de pan. Este es un choque cultural, y como cualquier forma de choque, hay una reacción definitiva y casi segura.
Señales de que tienes un choque cultural
A continuación vamos a ponerte algunos de los síntomas o señales que puedes tener cuando estás sufriendo un choque cultural.
- Sentimientos de tristeza y soledad
- Preocupación excesiva por tu salud
- Dolores de cabeza, dolores y alergias
- Insomnio o dormir demasiado
- Sentimientos de ira, depresión y vulnerabilidad
- Idealizas tu propia cultura
- Tratas demasiado de adaptarse obsesionándote con la nueva cultura.
- Los problemas más pequeños parecen abrumadores
- Te sientes tímido o inseguro
- Te obsesionas con la limpieza
- Una abrumadora sensación de nostalgia
- Te sientes perdido o confundido
- Cuestionas tu decisión de haberte mudado a ese lugar
La etapa de luna de miel
Al igual que cualquier experiencia nueva, hay una sensación de euforia cuando llegas por primera vez a un nuevo país y te asombras de las diferencias que ves y experimentas. Te sientes emocionado, estimulado y enriquecido. Durante esta etapa, todavía te sientes cerca de todo lo familiar en casa.
La etapa de socorro
Todo lo que estás experimentando ya no se siente nuevo... De hecho, comienzas a sentirte como un muro que te impide experimentar cosas. Te sientes confundido, solo, y te das cuenta de que los sistemas de soporte familiares no son fácilmente accesibles.
Etapa de reintegración
Durante esta etapa, comienzas a negarte a aceptar las diferencias que encuentras. Estás enfadado, frustrado e incluso te sientes hostil con quienes te rodean. Empiezas a idealizar la vida "en casa" y a comparar tu cultura actual con la que te es familiar. No te gusta la cultura, el idioma y la comida. Lo rechazas como inferior. Incluso puedes desarrollar algunos prejuicios hacia la nueva cultura. No te preocupes, esto es normal; te estás ajustando.
Etapa de autonomía
Esta es la primera etapa de aceptación. Es la etapa de emergencia cuando comienzas a elevarte por encima de las nubes y finalmente comienzas a sentirte como tú otra vez. Empiezas a aceptar las diferencias y sientes que puedes comenzar a vivir con ellas. Te sientes más seguro y mejor preparado para enfrentar cualquier problema que pueda surgir. Ya no te sientes aislado y, en cambio, puedes mirar el mundo que te rodea y apreciar dónde estás.
Etapa de independencia
¡Eres tú mismo otra vez! Aceptas la nueva cultura y ves todo bajo una luz nueva pero realista. Te sientes cómodo, seguro y capaz de tomar decisiones basadas en tus preferencias. Ya no te sientes solo y aislado. Aprecia las diferencias y similitudes de su nueva cultura. Empiezas a sentirte como en casa.
Cómo ayudarte a ti mismo
Hay varias cosas que puedes hacer para ayudarte en las etapas del choque cultural. Primero, lucha contra el impulso de aislarte y, en su lugar, únete a un grupo de personas que tengan tus mismos intereses, prueba para un equipo deportivo, trabaja como voluntario o toma una clase de idiomas. Conocer gente nueva y forzarte a ser parte de la comunidad te ayudará en la etapa de reintegración.
Además, es importante cuando te instales en tu nuevo país de origen para asegurarte de que el espacio de tu hogar se sienta bien y cómodo. Instalarte en un nuevo hogar es lo mismo en un país extranjero que en tu propio país. Toma el tiempo que necesites para sentirte bien en tu propio espacio.
Sal, camina por tu nuevo vecindario, permite que te vean, sonríe, visita la cafetería local, librerías o compra en el mercado. Pronto comenzarán a saber quien eres... No hay nada mejor que un vecino agradable que te dé los buenos días al verte.
También puedes ser un turista en tu nueva ciudad. Apúntate a las excursiones que hacen en tu localidad, allí también conocerás a nuevas personas.
Además, conocerás tu ciudad, sus calles, su historia y su cultura. Es posible que cuando comprendas mejor dónde estás y por qué tienen la cultura que tienen, la aceptarás de buen grado. No tienes que renunciar a tus creencias ni a tu estilo de vida, pero te resultará mucho menos complicado adaptarte a la sociedad en la que te encuentras ahora.
Poco a poco comenzarás a tener más autonomía y pronto y casi sin que te des cuenta, sentirás tu propia independencia en ese lugar que al principio sentiste como extraño, pero que después de pasar por las etapas comentadas anteriormente, todo se vuelve más conocido, más familiar y mucho más cómodo. Si ahora te encuentras en una etapa incómoda en la adaptación y sientes que el choque cultural no lo aceptas, pronto pasará todo. Pero si, después de un tiempo sigues sintiéndote mal en ese lugar, es porque quizá, ese sitio no es tu sitio y es mejor que te mudes de regreso a tu hogar o que busques otro destino que se adapte mejor a ti.