A nadie le gusta que le llamen codicioso, aunque puede formar parte de la personalidad de muchas personas. Pero nadie quiere que le señalen por llenar su plato y dejar a otras personas hambrientos... O nadie quiere mostrar cómo prefiere que alguien se muera para cobrar la herencia. A nadie le gusta ser ese tipo de personas, y si lo son, disimulan. Pero, ¿hay algún lado positivo de ser egoísta?
La avaricia rompe el saco
Cuando alguien se siente incómodo con su seguridad personal, su ansiedad se puede manifestar a través de la avaricia o la codicia. Esta ansiedad puede haber sido ocasionada por un trauma o negligencia en la infancia. Por ejemplo, si alguien crece sin haber tenido para comer, puede acumular comida en su futuro y obsesionarse para que no le falte en la nevera, aunque después no coma apenas de lo que tiene o acabe tirando la comida a la basura porque se pone mala.
Además de la ansiedad, muchas personas codiciosas tienen problemas de autoestima. Un niño que no recibe suficiente atención se convierte en el adulto que quiere ser el centro de atención todo el tiempo. Las personas que no están seguras de lo que quieren en la vida pueden acabar teniendo Síndrome de Diógenes. Las cosas no son un sustituto para ser amado, pero la persona puede sentir una sensación temporal de consuelo en las posesiones materiales.
Es posible que hayas notado en la sociedad, como la codicia va en aumento, sobre todo en las personas que más tienen. A nadie le gusta descubrir que otra persona es codiciosa.
Coger demasiado daña a otros
Tomar más de lo que necesitas puede que no te suene muy mal, pero la avaricia rompe el saco y además, es negativa para los demás. ¿Qué pasa cuando va a haber tormenta y las personas deben estar en sus casas sin salir? La gente entra en pánico y en lugar de comprar lo que necesitan, vacían los estantes de las tiendas... Y si alguien llega tarde, no puede comprar nada porque otros antes, se lo han llevado. La codicia puede hacer que a nivel económico la sociedad crezca pero a nivel humano, se empobrece.
Cuando una persona solo piensa en tener más y más, estará perdiéndose la riqueza de la vida porque nunca estará satisfecha y después de conseguir lo que quieren, estarán pensando en conseguir más. Hay personas codiciosas que engañan a otros para conseguir lo que quieren incluso puede decir que lo hace por ayudar a los demás, pero en realidad solo quiere beneficios.
El lado positivo de la codicia
La avaricia o la codicia puede tener un propósito positivo si sabes cómo enfocarlo, puede ser una forma de motivación para conseguir buenas metas en su vida, tanto a nivel personal, como social o laboral. En ese caso estaríamos hablando de ambición.
El altruismo es la mejor fuerza para crear un cambio positivo, pero lleva tiempo desarrollarlo. La codicia encaja fácilmente con el consumismo. Nuestra sociedad está construida y respaldada por un comportamiento codicioso, nos guste o no. La búsqueda de más y mejores cosas ha llevado a las sociedades a los más altos niveles de logros.
Las sociedades que intentan funcionar sin avaricia y jerarquía se disuelven en el caos. Tener una jerarquía naturalmente causa desigualdad, pero las personas con más poder a menudo toman acciones que mejoran nuestras vidas.
Entonces tendrás que ser honesto contigo mismo/a, ¿eres una persona codiciosa? Si es así, y no controlas tus impulsos, es posible que acabes teniendo problemas con las personas que te rodean e incluso con la justicia. Si eres codicioso, no tiene que ser malo para ti si sabes cómo enfocarlo de forma positiva en tu vida para conseguir mejores metas, dentro de un comportamiento correcto y pensando tanto en ti, como en los demás.