Hay personas que esperan toda la vida a ser feliz, pensando que si consigues grandes metas lo serán. Pero esta no es la realidad, si es tu pensamiento es más que probable que sigas esperando a esa felicidad que nunca llega. Aunque la realidad es que la felicidad la tienes al alcance de tu mano y que no es nada difícil conseguirla. Disfrutar de las pequeñas cosas es lo que te ayudará realmente a aprender a ser feliz y a darte cuenta que la felicidad no es una meta, si no más bien, el camino.
Las pequeñas cosas en la vida no son realmente pequeñas. Se convierten en la piedra angular de nuestros días y crean la vida que vivimos. Poco a poco van pintando la obra maestra que es la vida, pero creemos erróneamente que solo las grandes cosas marcan una gran diferencia. Aprende a ser consciente de los pequeños momentos para disfrutar de una felicidad plena cada día.
Mira las pequeñas cosas de la vida
-Fíjate en los pequeños detalles. Abre los ojos a esos detalles que sueles pasar por alto y saborea todo lo que ves. Encuentra la belleza en un camino olvidado, disfruta de las pequeñas cosas que te suceden cada día, porque no es cuánto tienes, si no cuánto disfrutas lo que te marcará tu felicidad.
- Disfruta de los pequeños logros. Celebra las pequeñas victorias y atesora los momentos aparentemente insignificantes, porque algún día te darás cuenta de que estos fueron los grandes momentos. Apreciar las cosas pequeñas es imprescindible porque se suman a todo.
- Vive en el presente. Cuando aprendas a prestar atención a las pequeñas cosas podrás vivir en tu presente realmente. Te darás cuenta de cómo las cosas más ordinarias son las realmente extraordinarias. No vivas en el pasado, porque no se puede cambiar, ni te preocupes mucho por el futuro ya que es incierto.
- Fíjate en los niños, en cómo se asombran ante cualquier aspecto. Esto te dará margen para descubrir que la vida puede ser mucho más satisfactoria de lo que te pensabas. Así, aprenderás a ser menos impaciente, a preocuparte menos por las cosas materiales y que te centres más en las experiencias presentes.
Piensa y observa los momentos cotidianos que te gustaría recordar. ¿Qué tipo de palabras estás usando? ¿Qué acciones comprometerías hoy que podrías mirar con amor? ¿Qué cosas pequeñas puedes hacer hoy de las que estarás agradecido mañana? Recuerda que las pequeñas cosas hacen que los momentos sean, grandes.
Haz pequeñas cosas en tu vida, siempre con amor
No tienes que hacer algo trascendental o monumental para cambiar el mundo. Puede comenzar un paso a la vez para transformar las áreas más pequeñas de tu vida o la vida de otra persona.
Los actos pequeños son actos de bondad, compasión, regalar tu tiempo a personas que realmente quieres, disfrutar de otros de forma consciente, disfrutar del amor diario... las pequeñas cosas son las plumas de las alas que te ayudarán a volar con amor.
Estos pequeños pasos son los que después, se convertirán en pasos muchos más grandes, esos que realmente harán que tu vida tenga un cambio enorme. Los pequeños detalles te aportarán energía y motivación para el cambio. No importa lo pequeño que sea, empieza por cosas que te importen.
Cuando empieces a darte cuenta de cuántas cosas puedes mejorar en tu vida solo fijándote en los pequeños detalles, te acostumbrarás a vivir así para siempre. Las pequeñas cosas de la vida serán las que empiecen a llenar tu corazón, que te harán sentir bien y disfrutar del momento. A partir de ahora, cualquier pequeña cosa que disfrutes sé consciente de ello, desde comer tu plato de comida favorita, con abrazar a esa persona que tanto te importa.