De una forma u otra, todo el mundo busca ser feliz. Para algunas personas ser feliz dependerá de pocas cosas mientras que para otros conseguir alcanzar la felicidad se les puede hacer prácticamente imposible. Desde siempre el modelo de vida perfecta o feliz se ha basado en tener independencia, estabilidad económica, buena relación con la familia, tener un grupo de amigos y como no, una pareja. Aunque no todos buscamos lo mismo, lo cierto es que, si se tiene pareja, y algo no va bien en la relación, tendemos a achacarle todos nuestros problemas a que somos infelices con esa pareja.
No obstante, esto no siempre es así, normalmente tendemos a pagar con nuestra pareja otros los problemas que nos van surgiendo en el día a día lo que a la larga, puede resultar en un deterioro de la pareja y en un verdadero problema. Sin embargo, en otras ocasiones puede que directa o indirectamente el motivo de nuestra infelicidad tenga raíz en nuestra pareja, esto se debe a que cuando se comienza una relación tendemos a idealizar a la persona y a perdonarle o no darle importancia, a aspectos que no nos gusta de ella, ya sea que su estilo de vida que no se complementa con el nuestro o que no se comparten aficiones o gustos o que simplemente la personalidad de cada uno choca.
Con el paso de los años estos pequeños detalles que no nos gustan irán adquiriendo peso, por ejemplo, si tu pareja es muy casero y no le gusta salir y tú eres todo lo contrario puedes verte "encerrada" en casa más de lo normal por complacer a tu pareja, o si por el contrario tu pareja vive en la ciudad que tú quieres pero a él no le gusta, él o ella terminaran viéndose "encerrados" también en un lugar donde no quieren estar. Todo esto no implica que haya que tomar la determinación de acabar con la pareja, sin embargo, si que habrá que intentar solucionar el problema y abordarlo de una forma en la que ambas partes puedan llegar a un entendimiento.
¿Cómo conseguir una relación de pareja feliz?
Los expertos afirman que la mayoría de los conflictos de pareja surgen debido a diferencias de valores o estilos de vida. Con el paso de los años, estas diferencias se pueden unir a la rutina, al aburrimiento a la falta de proyectos juntos etc... creando una situación difícil en la que incluso podemos plantearnos terminar la relación.
Si esto comienza a rondarnos la cabeza es que realmente hay un problema, pero si verdaderamente se quiere a la otra persona y no se quiere romper con todo lo que hasta ahora se había construido, hay solución siempre y cuando las dos partes pongan de su parte. Las bases para solucionar estos problemas se basan en una mejora de la actitud, en tener más empatía, en la visión positiva y en saber actuar, a continuación, te las detallamos una por una.
La importancia de la comunicación y de saber entender
Lo primero que debemos hacer es sentarnos con nuestra pareja en un momento en el que los dos estéis tranquilos, con teléfonos apagados y sin ningún tipo de distracciones que pueda molestaros durante este momento. Acto seguido debéis tener una conversación sincera con vuestra pareja, decirle lo que os sucede, lo que piensas, lo que necesitas y lo más importante, tienes que escuchar a la otra persona. Podemos hablar de forma general del problema y de cómo pensamos nosotros que se podría solucionar, pero también demos dejar hablar a la otra persona.
Lo importante aquí es que habléis de lo que os sucede, con respeto manteniendo la calma e intentado no cortar a la pareja cuando de su opinión y sin alterarnos si la otra persona no nos entiende, y viceversa, si es tu pareja la que tiene un problema con algo, debes tratar de entenderla a pesar de que opines diferente.
Los pilares de una relación sana: El respeto y la confianza
El respeto y la confianza son dos pilares fundamentales en cualquier relación de pareja, tu pareja debe ser una persona que te apoye, comprenda y respete y viceversa. Se habla mucho de la importancia de la confianza en el amor, pero es cierto, sin confianza no hay amor, hay celos y control. Si se pierde la confianza, aunque es difícil, se puede recuperar, para esto es importante la comunicación, expresar nuestros miedos y nuestras dudas en la otra persona para tratar de resolverlo. Obviamente, resolver este problema va mucho más allá de que tu pareja (o tu) te diga "no pienses tonterías, yo nunca haría eso", y probablemente una buena solución sea acudir a un terapeuta.
La complicidad
Es importante que entre la pareja haya complicidad, y que se compartan aficiones o estilos de vida. Como es normal debemos dedicarle unos momentos del día a nuestra pareja, esto es mejor si tenemos aficiones o gustos parecidos, pasar tiempo de ocio a solas es fundamental, también podemos hacerlo con amigos, pero debemos de tratar separar el tiempo que queremos estar solos, del tiempo con nuestra pareja, del tiempo con nuestros amigos.
Si ya no hacéis cosas juntos tenéis que tratar de volver a hacerlo, salid, quedar para tomar algo, ir al cine, dar un paseo, recordad lo que hacíais cuando no estabais anclados a la rutina y volved a hacerlo.
El sexo
El sexo es fundamental en cualquier pareja, hay muchos factores que pueden determinar la ruptura de la pareja y en ese sentido uno de ellos puede ser el sexo. En ocasiones cuando nos acomodamos con alguien, pasamos mucho tiempo con esa persona o trabajando o se tiene hijos, se suele descuidar esto, pensamos que todo lo demás es más importante y estamos equivocados.
El sexo reúne todos los puntos clave de una relación: comunicación, respeto, confianza y complicidad. Si no nos comunicamos no disfrutamos del sexo, si no hay respeto podemos dañar a alguien de la pareja, si no hay confianza nunca estaremos a gusto con la otra persona y si no hay complicidad el sexo puede ser un desastre.
No dejes que la monotonía acabe con la pasión en tu relación, pensad en iros de escapada o simplemente iros a pasar la noche a un hotel, romped con la monotonía, y haced algo diferente es así de sencillo.