Es posible que alguna vez te hayas encontrado en tu vida a personas que siempre son hostiles o que les gusta confrontarse con los demás casi a diario, parece que eso les hace sentir mejor. En realidad estas personas están sufriendo, pero tú no tienes la culpa de su mochila emocional y además, una persona que no quiere ayuda y se siente bien siendo así, no cambiará. Por este motivo, es esencial que si te encuentras con este tipo de personas en tu vida, sepas cómo manejarlas y también, sacarlas de tu vida si es necesario.
Este tipo de personas pueden aparecer en tu vida personal o profesional, aunque al principio parecen dominantes y exigentes, también pueden ser abusivos. Es necesario que tengas una actitud astuta ante estas personas y que aprendas a dominar las situaciones con aserividad para que la agresión se convierta en cooperación y la coacción, en respeto.
Por qué una persona es hostil y le gusta confrontarse
Son muchas las razones por las que una persona puede tener un comportamiento de connotación y hostilidad injustificado hacia otros. Las causas más comunes suelen ser: ira patológica, agresividad, bullying patológico, rabia narcisista, trastorno de estrés postraumático, trauma cerebral, abuso de drogas o simplemente, que está teniendo una crisis en su vida.
También puede ocurrir que esa persona esté teniendo un mal día pero que normalmente no sea así, aunque también es posible que tenga algún trastorno mental. En todo caso, es necesario que aprendas a manejar a este tipo de personas sin que hieran tu corazón con sus palabras hostiles y su comportamiento agresivo-pasivo.
Aprende a tenerlo bajo control
Protege tu seguridad
Antes de nada tienes que protegerte, si notas que la situación te tensa, te incomoda o te sientes violento, entonces tendrás que marcharte. Busca ayuda si es necesario, incluso contacta con las autoridades pertinentes si lo crees oportuno.
Mantén distancia física y emocional
Tu tiempo y tu felicidad es lo que más importa, por eso debes velar por tu bienestar. No intentes lidiar con esa persona sea quien sea, simplemente marca distancia física y emocional para que no tenga acceso a ti ni a tus emociones.
Si alguna vez te sientes atrapado en la situación piensa de forma creativa y diferente. Habla con amigos o asesores para que te ayuden con la situación.
Mantén la calma
Necesitas mantener la calma en todo momento porque si no es así, le estarás dando poder sobre ti. Si mantienes la calma podrás usar mejor tu juicio para manejar la situación. Recuerda que la calma será tu mejor aliado y tu agresor hostil se alejará porque no consigue su propósito que es enfadarte y llamar tu atención.
Cuando te sientas enfadado con otra persona, antes de decir lo primero que te venga a la cabeza, respira profundamente y cuenta hasta 10 para que tu mente pueda pensar con más claridad. Te dará tiempo de recuperar la compostura y encontrar una mejor solución al problema.
Despersonaliza la situación
Es muy importante que no te tomes nada personalmente porque los demás dicen y hacen según su propia realidad. Cuando eres inmune a las opiniones y acciones de los demás, no serás víctima de un sufrimiento innecesario.
No seas pasivo y obediente
Una persona hostil se puede volver en una persona que te agreda si ve que eres débil y si permaneces pasivo y a sus agresiones. Si empiezas a mostrar tu fuerza esa persona se debilitará porque en el fondo es cobarde. Defiende tus derechos y retrocederá.
Asegúrate de posicionarte de forma que estés seguro todo el tiempo. Deja constancia de lo que ocurre a otras personas, no te enfrentes solo.
Busca el respeto
Si esa persona hostil intenta violar tus límites no aceptes un 'no' como respuesta, implementa consecuencias. Por ejemplo, puedes dejar de lado o hacerle el vacío. Lo importante es que no le des el poder sobre ti.