El miedo es uno de los principales motivos por los que mucha gente no se atreve a decir o a hacer algo que quiere y desea, bien por temor a hacer el ridículo, equivocarse, etc. Ese sentimiento de incertidumbre siempre acompaña antes de atreverse a tomar una decisión importante y por ello es necesario tener muy claro que la posibilidad de fallar siempre va a estar ahí. Aprender a lidiar con el miedo a lo que pasará y no dejar que esto te condicione para tomar una decisión es algo difícil de lograr, pero, una vez conseguido, te supondrá una liberación nunca antes experimentada.
Errar es de humanos y uno no siempre va a tener todo perfectamente calculado para que el resultado de todas sus decisiones sea impecable. Además, todas las experiencias negativas que puedas vivir a causa de un fracaso personal te servirán para aprender de ellas y para no cometer los mismos errores en el futuro. Si tú eres una persona a la que el miedo al fracaso le supera en muchas situaciones de su día a día y quieres empezar a trabajar en ello para poder franquearlo, Bekia te propone a continuación una serie de consejos que te ayudarán a que el camino al éxito sea más fácil.
No existen victorias o fracasos, solo resultados
Este es uno de los puntos más importantes y que más has de tener en cuenta en todo momento. Cuando estés en un momento de tu vida en el que necesites tomar una decisión sobre tu vida personal, emprender algún negocio o decidir sobre tu futuro profesional, ten siempre presenta que la posibilidad de que no salgan las cosas como tú esperabas está ahí. Es por esto último por lo que has de ver la conclusión final como un resultado de tus decisiones y no como una victoria o un fracaso.
Cuando no se trata de decisiones y una persona está trabajando en algo, si ve que el resultado no es el que esperaba, prueba a probar con otro planteamiento distinto por si con este hubiera más suerte. Tú has de hacer lo mismo. Si el resultado de algo que haces no es el que querías, no te sientas como un fracasado y te desanimes, simplemente analiza qué ha fallado y cambia la fórmula de tus actos para encontrar otro desenlace que más se parezca a lo que estabas buscando.
Busca un plan B
Explorar otros caminos alternativos por si el principal no saliera como esperabas es uno de los métodos que más suelen utilizar aquellas personas que no quieren encontrarse en un callejón sin salida o verse sin nada. Si te consideras una persona muy insegura o que necesita en todo momento sentirse arropado por la seguridad de un plan, entonces esta opción te supondrá un respiro y un alivio por si las cosas con el éxito que tú esperabas.
De todas formas, y aunque esta opción es muy válida, no centres todos tus esfuerzos en planificar varios planes alternativos paralelamente al principal. Puedes esbozar una idea de cómo actuar o qué hacer si el resultado no es el que esperabas, pero primero confía en ti mismo y en tu capacidad de sacar adelante el plan inicial.
Nadie es perfecto, aprende de los errores
A lo largo de la vida, y siendo algo impuesto por la sociedad, siempre se ha enseñado y educado para triunfar. Aunque la motivación y las inquietudes son dos cosas que siempre se han de fomentar para avanzar personal y profesionalmente, lo cierto es que poco tiempo se dedica la enseñanza de aprender de los errores. El ser humano es imperfecto y, por tanto, que cometa errores será lo más común y normal del mundo.
Tanto si te equivocas como si fallas de la peor manera posible, no has de castigarte a ti mismo, sino que has de pararte y pensar en qué ha salido mal. Aprender de los errores sin nublarse con la idea del fracaso es un paso muy importante que ayudará a que, en un futuro, se puedan sortear esas equivocaciones. Establece un marco de error y, mientras no sobrepases ciertos límites, trabaja en mejorar los posibles fallos que hayas tenido para perfilar tu estrategia de acción. De esta manera, aunque el resultado que quieras no llegue de forma rápida y fácil, el camino hacia él lo harás seguro de ti mismo y de tus decisiones.
Si no luchas, no ganas
Otro de los principales motivos por los que muchos tienen miedo a fracasar es conocer las consecuencias de una decisión mal tomada. Aunque como ya se comentó anteriormente, la opción de fallar es plausible pero, si algo no se intenta, entonces sí que será imposible que salga adelante. Para luchar contra esos pensamientos negativos, piensa en las ventajas que te brinda intentar algo o qué razones son las que te han llevado a intentarlo.
En los momentos de duda, recuérdate a ti mismo los beneficios que puedes conseguir si consigues los resultados que tanto ansías en tu vida. Si te merece correr el riesgo a fallar, entonces es porque ese plan que te ronda la cabeza te supondría una mejor situación que en la que estás así que no lo dudes y lucha por conseguir tu objetivo. También es importante que, en este punto, reúnas todas tus fuerzas para focalizarte en lograr ese resultado ideal para ti. De nada sirve centrarte en algo si lo haces a medio gas y si no dedicas todo tu esfuerzo en conseguir lo que quieres. No tengas miedo al fracaso y ve a por ello.
No pienses en los demás
Por otro lado, el qué dirán o el qué pensarán es otro de los pensamientos que cruzan la mente de más de uno cuando han de tomar decisiones respecto a su vida. Llegados a este punto, no has de preocuparte en lo que piensen los demás de ti pues tu vida es tuya y quien va a vivir la felicidad del éxito vas a ser tú y no ellos. No dejes que esta preocupación empañe tu motivación para conseguir lograr el objetivo que quieres.
Si necesitas constantemente la aprobación de otras personas, intenta que al menos estas sean personas muy cercanas e íntimas a ti que sepas a ciencia cierta que te apoyan incondicionalmente y a las que no les importe tu éxito o fracaso. Déjate aconsejar, pero no dejes que el miedo a decepcionarles te nuble la mente. Recuerda que todo lo que hagas has de hacerlo porque a ti te apetece y no porque te dejes influenciar por terceros.