El perro es una de las mascotas más populares en nuestra sociedad. Conocido como el mejor amigo del hombre, los canes han convivido con los seres humanos desde hace siglos, siendo fieles compañeros, pero también ayudándoles en las tareas del día a día, como a cuidar el ganado o a proteger el hogar y a los más pequeños de la casa.
El hecho de tener un perro como mascota en casa no se debe solamente a ámbitos como la ganadería a lo largo de los siglos, sino que también la historia nos ha mostrado que las casas reales más selectas de todo el mundo ya contaban con la compañía de este animal y deseaban retratarlo en sus cuadros y demás formas artísticas como un miembro más de la familia.
El miedo a los perros: determinando el problema
El perro es una mascota fiel que, bien enseñado, puede ser un integrante más de la familia, que dé mucho amor y compañía a sus dueños, además de ser una excelente ayuda con la formación adecuada para las personas que tienen discapacidades físicas y psíquicas o bien para la realización de tareas tan importantes como la de encontrar personas perdidas o detectar drogas o armas ayudando a la policía.
Sin embargo, existen personas que tienen miedo a estos animales de compañía. Quizás por experiencias anteriores o por informaciones que hayan podido obtener por otras vías han ido desarrollando un pavor, más o menos racional dependiendo de los casos, hacia estas mascotas. Por eso, el hecho de que los perros sean un animal de compañía muy común puede hacer que su día a día no pueda desarrollarse con normalidad, puesto que cada día son más los locales que permiten su acceso.
Si se desea superar el miedo a los perros, lo más conveniente es ponerse en contacto con un profesional de la salud mental. Dependiendo del grado del miedo el psicólogo o el psiquiatra podrá determinar cuál será la mejor manera de tratarlo, pudiendo así ayudar a la persona a superar este miedo y poder convivir en lugares donde se encuentren perros sin pasarlo mal.
Un acercamiento lento, pero constante
Cuando el profesional de la salud mental lo indique, la persona que tiene miedo a los perros podrá comenzar a acercarse poco a poco a ellos. Lo más recomendable es que antes de dar este paso, esta persona se informe sobre todos los beneficios para las familias y la gente ha podido tener el adoptar a este animal de compañía. Cuando vea que son más los casos en los cuales los perros han tenido conductas positivas que negativas, probablemente su miedo vaya reduciéndose.
Además, también sería aconsejable que personas con perros como animales de compañía pudiesen contarle a esta persona con miedo su propia experiencia. Al ser animales irracionales, a diferencia de los humanos, es posible que a veces tengan actitudes inesperadas, pero como todo el resto de animales, por lo que la persona que les tiene miedo tiene que comprender que sus reacciones no serán las mismas que las personas, por eso hay que educar bien a estas mascotas y no dejarlas nunca sin supervisión con niños o personas mayores. Así pues, la persona que tiene miedo a los perros deberá comprender también que la mayoría de las veces que un perro tiene una mala actitud se deberá a que no ha estado correctamente educado por sus dueños.
El acercamiento con los perros deberá ser gradual. Es mejor que se empiece por la mascota de una persona conocida, la cual el dueño esté seguro que no va a tener una reacción violenta e inesperada. Poco a poco se deberá dejar que sea el perro el que se acerque a la persona. No tengas prisa en superar este miedo, como todos suele ser irracional, pero es mejor hacer las cosas despacito y con paso firme.
A medida que la persona con miedo a los perros vaya teniendo experiencias con diferentes canes y todas ellas sean positivas, poco a poco, podrá ir perdiendo el miedo a este animal de compañía. Sería conveniente entonces que no dejase de tener contacto con los perros y que saliera a pasear de manera regular con alguien que tenga uno como mascota, jugasen juntos y quien tiene miedo a los perros no bajase nunca la guardia, porque son animales al fin y al cabo y alguna vez pueden reaccionar de un modo inesperado, lo que no significa que vayan a hacerle daño ni que deba tenerles miedo de nuevo, sino que deberá tratarlos como lo que son, animales de compañía, y no confundirlos con personas, como les sucede a algunos.
De este modo, con la ayuda de un profesional de la salud mental, con paciencia y constancia, siempre siguiendo los consejos proporcionados, el miedo a los perros podrá ir disipándose para que la persona que lo tenía pueda llevar una vida normal, rodeada de estos animales y, quién sabe, quizás tener uno de ellos como mascota en un futuro.