El trastorno obsesivo compulsivo o TOC es una afección de salud mental común en la que una persona tiene pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos. Puede desarrollarse este trastorno a cualquier edad, pero es más común durante la edad adulta temprana. El TOC puede ser angustiante e interferir notablemente en la vida diaria de la persona afectada, pero los tratamientos pueden mantenerlo bajo control.
Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
El trastorno obsesivo compulsivo afecta a las personas de manera diferente, pero en general causa un patrón muy particular de pensamientos y comportamientos. Este patrón consta de cuatro pasos principales:
- Obsesión. Una obsesión es un pensamiento, imagen o impulso no deseado y angustiante que se mete insistentemente en la mente, causando sentimientos de ansiedad, asco o malestar.
- Ansiedad. La obsesión genera un sentimiento de ansiedad o angustia intensa, difícil de sobrellevar.
- Compulsión. Una compulsión es un comportamiento repetitivo o un acto mental que hace sentir la necesidad de llevar a cabo una acción para tratar de aliviar temporalmente los sentimientos desagradables provocados por el pensamiento obsesivo y ansioso.
- Alivio temporal. El comportamiento compulsivo alivia temporalmente la ansiedad, pero la obsesión y la ansiedad no desaparecen, por lo que al tiempo regresan haciendo que el ciclo comience de nuevo.
Es posible tener solo pensamientos obsesivos o actos compulsivos, pero normalmente las personas con TOC experimentan ambos. Por ejemplo, una persona con TOC y miedo a que entren en su casa para robar, tendrá la necesidad de revisar todas las ventanas y puertas antes de salir de casa y/o al entrar después de haber estado fuera, de lo contrario, no se sentiría a salvo.
Pensamientos obsesivos
Casi todo el mundo tenemos pensamientos desagradables o no deseados en algún momento de nuestras vidas, como pensar que no hemos cerrado nuestra casa o nuestro coche; lo que puede causarnos incluso imágenes mentales fatalistas repentinas y desagradables. Si tienes un pensamiento persistente y desagradable que domina tu mente hasta el punto de interrumpir otros pensamientos, es posible que padezcas una obsesión.
Estas son algunas obsesiones comunes que afectan a las personas con TOC:
- Miedo a herirse deliberadamente a sí mismo o a otras personas. Un ejemplo podría ser ese miedo atacar a otras personas, especialmente cercanas, como a familiares
- Miedo a herirse a sí mismo o a otros por error: por ejemplo, miedo a incendiar la casa por dejarse la cocina encendida
- Miedo a contagiarse de alguna enfermedad, infección o de una sustancia desagradable
- Necesidad de simetría u orden: por ejemplo, ordenar libros por tamaño, color, orden alfabético, etc.
- Puede tener pensamientos obsesivos de naturaleza violenta o sexual que le parezcan repulsivos o aterradores. Tener este tipo de pensamientos no implica llevarlos a cabo.
Comportamiento compulsivo
Las compulsiones surgen como una forma de tratar de reducir o de prevenir la ansiedad causada por el pensamiento obsesivo en cuestión, aunque en realidad este comportamiento no está conectado racionalmente al pensamiento en muchos casos. La mayoría de las personas con TOC son conscientes, de que ese comportamiento compulsivo no es racional y que no tiene un sentido lógico, pero no pueden evitar actuar de esa manera, "por si acaso".
Por ejemplo, una persona que tema la contaminación por gérmenes puede lavarse las manos repetidamente, al igual que otra persona con miedo a dañar a su familia tendrá la necesidad de repetir una acción varias veces, a modo de ritual, para neutralizar el pensamiento que le atormenta.
Estos son algunos comportamientos compulsivos comunes en personas con TOC:
- Lavarse las manos frecuentemente
- Diferentes comprobaciones, como que las puertas estén bien cerradas, la llave del gas apagada, etc.
- Contar
- Ordenar cualquier cosa que vean "desordenada"
- Pedir tranquilidad
- Repetir palabras en su cabeza
- Buscar pensamientos neutralizantes para contrarrestar los pensamientos obsesivos
- Evitar lugares y situaciones que puedan desencadenar pensamientos obsesivos
No todos los comportamientos compulsivos serán obvios para las personas de su alrededor.
Causas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Las causas de este trastorno no están del todo claras, pero varios factores diferentes pueden desempeñar un papel importante en la aparición y desarrollo de la afección. Veamos algunos de estos factores:
- Antecedentes familiares. Es más posible desarrollar el TOC si un miembro de la familia lo padece, posiblemente debido a una causa genética.
- Diferencias en el cerebro. Algunas personas con trastorno obsesivo compulsivo presentan zonas inusualmente activas en su cerebro, o niveles bajos de una sustancia química conocida como serotonina.
- Acontecimientos vitales. El trastorno obsesivo compulsivo puede ser más común en personas que han sufrido acoso, abusos o cualquier tipo de negligencias, y a veces comienza tras un acontecimiento importante de la vida, como después de haber dado a luz o tras pasar un duelo.
- Personalidad. Las personas ordenadas, meticulosas y metódicas con altos estándares personales pueden ser más propensas a desarrollar este trastorno, al igual que aquellas personas que sufran de ansiedad o tengan un sentido de la responsabilidad muy fuerte por sí mismos y por los demás.
Tratamientos para el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Terapia psicológica
Por lo general, la terapia cognitivo conductual o psicoterapia cognitiva conductual, es el primer paso para tratar el TOC. Esta terapia ayuda al paciente a enfrentarse a sus miedos mediante la exposición a sus temores y a sus pensamientos obsesivos sin corregirlos por medio del comportamiento compulsivo. Esta exposición ayuda a disminuir la ansiedad paulatinamente.
La prevención de respuesta es una terapia que intenta eliminar las respuestas normales de los pacientes ante esos miedos. Por ejemplo, las personas con miedo a los gérmenes pueden exponerse a un objeto que saben que está contaminado, evitando lavarse las manos repetidamente después de la exposición, así se previene la respuesta.
La terapia cognitiva a menudo se combina con la terapia conductual. Aborda los procesos de pensamiento detrás de los miedos y ayuda a los pacientes a darse cuenta de que sus rituales no evitarán ni reducirán las posibilidades de que ocurran acontecimientos desagradables.
Si bien la terapia cognitivo conductual no tiene efectos secundarios, algunas personas responden al tratamiento mejor que otras. Los pacientes que están menos ansiosos por recibir tratamiento para su TOC normalmente tienen mejores resultados, al igual que aquellos que están dispuestos a cambiar sus hábitos. Por tanto, es importante que el paciente se muestre cooperativo con su terapeuta y le mantenga informado de todos sus avances.
Medicamentos
Los medicamentos antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden ayudar al alterar el equilibrio de los químicos en el cerebro. El efecto de los medicamentos es más lento, se pueden necesitar entre ocho y diez semanas antes de notar los efectos de este tratamiento, pero la mayoría de las personas verán una evolución positiva paulatina después del primer mes medicándose.
Los posibles efectos secundarios de los medicamentos pueden ser náuseas, insomnio, inquietud, diarrea, somnolencia, aumento de peso, disminución de la libido, sequedad de boca y mareos.
Si estos tratamientos no dan los resultados esperados por sí solos, se pueden combinar. Algunas personas pueden ser derivadas a un servicio especializado de salud mental para recibir un tratamiento adicional.