Por suerte cada vez somos más conscientes de la identidad sexual no puede reducirse a campos homogéneos, sino que hay un espectro muy diverso. En este sentido, los humanos siempre hemos intentado categorizar y etiquetar cómo nos sentimos y actuamos, y es por esto por lo que cada vez hay más etiquetas que tratan de definir cómo es un individuo.
Los modelos actuales de sociedad y educación se basan en estereotipos de género que no son capaces de ayudar a entender los conceptos básicos de la diversidad sexual. Es por ello que es necesario entender que no hay una única forma universal de vivir, pues la sexualidad va más allá de la orientación sexual o del propio sexo y hay un campo muy diverso que atañe la identidad del individuo más allá de la atracción sexual que sienta por otros así como del sexo con el que haya nacido.
La identidad y la identidad sexual
La identidad es el modo en que uno piensa y se comprende a sí mismo, siendo la forma en la que nos vemos y nos sentimos. La identidad se define mediante unos conceptos que marcan la diferencia entre un individuo u otro. Implica tanto el terreno personal como el social, y es un concepto que hoy en día no para de redefinirse.
En estos términos, la identidad sexual es un concepto clave, no para que la sociedad nos comprenda, si no para entendernos nosotros mismos. Esta percepción no es estática y puede ir cambiado con el paso del tiempo. Pese a que algunos expertos conciban que nuestra identidad sexual se forma en los primeros años de vida, lo cierto es que cada vez hay más personas que no se encuentran definidas entre unas categorías y otras, lo que hace que vayan fluctuando con el paso del tiempo.
A grandes rasgos se podría decir que dentro del término identidad sexual podemos introducir otros que le influyen, como son el sexo biológico, la orientación sexual, el género, la identidad de género y la expresión de género.
Sexo biológico
El sexo biológico es la condición genética por la que las personas nacen con unos caracteres sexuales masculinos, femeninos o combinados (intersexualidad). Esto no solo incluye los órganos sexuales internos y externos, sino también los cromosomas y hormonas. Hay que tener en cuenta que el sexo biológico no determina ni nuestra identidad sexual ni nuestra orientación sexual, simplemente es una condición con la que hemos nacido que por suerte actualmente puede modificarse.
En los últimos tiempos se está teniendo un debate en el campo científico sobre la dualidad de los géneros femenino (XX) y masculino (XY), debido a las discrepancias cromosómicas que hay: XXX, XXY, XYY y XO. Así, también nacen varones con el patrón XX conocido como Síndrome de la Chapelle, y mujeres con el XY conocido como Síndrome de Swyer.Todo esto implica que realmente el sexo biológico no puede reducirse únicamente a mujer y hombre, ya que hay un espectro mucho más amplio.
De hecho, cuando un bebé nacía con caracteres sexuales no definidos esto provocaba que los padres eligiesen el género y que se sometiese a ese bebé a una operación. Actualmente esta práctica se está quedando obsoleta, ya que los bebés con esta condición pueden tener problemas psicológicos en un futuro debido a que no se sienten a gusto con el sexo biológico que tienen.
Género e identidad de género
Puede que parezca que estos dos términos son sinónimos, pero esto no es así, por lo que hay que diferenciarlos para no dar lugar a confusión.
El género se refiere a los roles socialmente construidos y a los atributos y comportamientos que una persona tiene, que están asociados con el rol masculino o femenino por la sociedad. Esto está asociado con la feminidad y con la masculinidad, y aunque cada vez se intente que esto vaya disminuyendo; si el sexo biológico no concuerda con el género que se muestra, algunas personas suelen recurrir a términos utilizados despectivamente como 'afeminado' o 'machorra'.
La identidad de género por su parte es el sentimiento de pertenencia al género masculino o femenino o a los dos. Es decir, sentirse hombre o mujer o los dos dependiendo del momento de la vida de esa persona.
Según esto, hay diferentes etiquetas dependiendo de la identidad de género con la que se sienta identificado cada persona.
Expresión de género
Es debido a que en la sociedad en la que vivimos, hay unos atributos que se representan más con un género que con otro. La expresión de género es la forma en la que las personas expresan de forma externa el género. Incluye no solo la vestimenta, sino también el comportamiento.
Por otro lado, no hay que excluir a las personas de género fluido de esta lista, comúnmente llamados 'andróginos'. Estas personas son las que fluctúan entre un género u otro dependiendo del momento y cómo ellos mismos se sientan, y habitualmente se consideran transgénero.
Orientación sexual
La orientación sexual es el sentimiento de atracción física o romántica por las personas en función del sexo biológico de estas. En este sentido hay tres grandes categorías que son las más comunes.
Actualmente hay un gran debate con la pansexualidad y la bisexualidad. La pansexualidad se suponía que era la atracción física por hombres y mujeres, pero no dependiendo del sexo sino por algo más profundo como es la personalidad de las personas, ellos mismos se consideran "ciegos al género". Sin embargo, muchos consideran que el termino 'pansexual' no debería existir, ya que piensan que es lo mismo que bisexual.