Las relaciones interpersonales no son nada fáciles y en la gran mayoría de ocasiones pueden aparecer conflictos que se deben resolver. Cuando un conflicto no se resuelve se puede enquistado emocionalmente y con el paso del tiempo, será mucho más complicado resolverlo o sanar la herida emocional causada. Por eso, es importante conocer los diferentes estilos de resolución de conflictos, para que, en el caso que te encuentres con conflictos interpersonales, sepas cómo actuar.
Existen varios mecanismos diferentes para hacer frente a los conflictos. La mayoría de las personas tienen una forma concreta de lidiar con las dificultades y los conflictos. Para obtener el resultado más favorable, puedes considerar qué estilo de resolución de conflictos es apropiado para el desacuerdo en cuestión o para tu personalidad y tu manera de gestionar las cosas en tu vida.
A continuación vamos a comentarte los diferentes estilos de resolución de conflictos para que puedas escoger el que más se adecue en cada momento.
Cooperación
Cooperar significa colaborar con otros para encontrar una solución que pueda satisfacer a todos. El punto de cooperación es tomar en serio las preocupaciones de todos y discutir todos los aspectos del conflicto. Este es un buen estilo de resolución de conflictos para usar cuando te preocupa la persona o las personas involucradas y cuando te sientes fuertemente acerca de tu lado del argumento. La cooperación puede llevar mucho tiempo, por lo que no es la mejor opción cuando se debe tomar una decisión de inmediato.
Compromiso
Si necesitas resolver un conflicto más rápidamente, comprometerte podría ser una buena solución. Con compromiso, cada persona se rinde un poco para que la solución final sea aceptable para todos. No se saldrá con la tuya completamente si optas la resolución de conflictos con compromiso, por lo que este es un estilo que es mejor usar cuando la respuesta al problema no es de suma importancia para ti.
Competir
Competir o dirigir es como forzar, esto significa que insistes en salirte con la tuya pase lo que pase. Si usas este tipo de forma de resolución de conflictos con demasiada frecuencia, las personas que estén a tu alrededor no querrán entrar en desacuerdos contigo y eso hará que se alejen de ti tanto física como emocionalmente.
En algunos casos, forzar es necesario; cuando estés seguro de que tu camino es la única forma segura o efectiva de proceder y debes tomar una decisión de inmediato, es posible que debas dirigir el resultado.
Complaciente
Acomodar o armonizar significa permitir que la otra persona tome la decisión. Esta es una buena resolución cuando el resultado del conflicto no te importa mucho, o si cree que salirte con la tuya no es tan importante como preservar la relación. Sin embargo, si te encuentras acomodando a otros con demasiada frecuencia, puedes sentirte resentido o sentir que no tienes nada que decir en la toma de decisiones.
Evitación
Cuando evitas un conflicto, permites que otros te manejen sin tu participación. Si el desacuerdo no te preocupa o afecta intensamente, puede ser mejor simplemente evitar participar en el conflicto. Otra razón para evitar un conflicto es si estás involucrado el enfado; si tú o la otra persona están muy enfadados o tenéis emociones muy negativos en un momento determinado, evitar el desacuerdo temporalmente puede permitirles a ambos tiempo para calmarse. Al igual que con la adaptación, es importante no confiar en evitar conflictos que involucren asuntos que significan mucho para ti.
Como ves, son maneras diferentes de resolver los conflictos pero que todos tienen sus pros y sus contras, por lo que deberás escoger el estilo que se adecue a ti teniendo en cuenta el conflicto en cuestión y la persona con la que tienes el conflicto.