Las personas a veces ayudan a las personas que lo necesitan, pero otras, no lo hacen. El efecto del espectador es un fenómeno social que ocurre cuando las personas no ayudan a los necesitados debido a la presencia de otras personas. En muchos casos, las personas sienten que, dado que hay otras personas alrededor, seguramente alguien más entrará en acción y que no es necesario que hagan nada.
Para una buena cohesión social es importante que las personas superen el efecto del espectador una vez que entiendan de qué tratan. De esta manera cuando alguien necesite nuestra ayuda la tendrá y en el caso que seamos nosotros los necesitados, otros pierdan reaccionar adecuadamente.
Cómo se puede superar el efecto espectador
El efecto del espectador tiene un efecto negativo en el comportamiento prosocial y el altruismo, pero existen diferentes factores que pueden ayudar a las personas a superar esta tendencia de actuación y aumentar la probabilidad de que se participe en comportamientos de ayuda de ahora en adelante. No te pierdas los siguientes consejos para conseguirlo si sueles quedarte "bloqueado" en momentos de ayuda a otros.
Hacer algo amable
A veces, solo ver a otras personas haciendo algo amable o útil nos hace estar más dispuestos a ayudar a otros. Cuando observamos a otras personas involucradas en comportamientos prosociales, como donar sangre, es más probable que hagamos lo mismo... Por ejemplo, imagina que estar en un supermercado y ves como muchas personas está donando alimentos a una asociación para personas necesitadas... Si ves hacerlo a otros, es más probable que lo hagas tú también.
El efecto del espectador tiene un efecto negativo en el comportamiento prosocial y el altruismoObservar más
Una de las razones clave por las que las personas a menudo no actúan cuando se necesita ayuda es que no se dan cuenta de lo que está sucediendo hasta que es demasiado tarde. Las situaciones ambiguas también pueden dificultar la determinación de si realmente se necesita ayuda.
En un experimento famoso, los participantes tenían menos probabilidades de responder cuando el humo comenzó a llenar una sala cuando las otras personas en la sala tampoco respondieron. Como nadie más estaba tomando medidas, las personas asumieron que no debe ser una emergencia. En lugar de confiar únicamente en las respuestas de quienes te rodean, mantenerte alerta y en sintonía con la situación puede ayudarte a decidir cómo reaccionar de forma más adecuada.
Es más probable que ayudemos a las personas que conocemos que a las que no conocemosEstar mejor informado
Cuando te enfrentas a una situación de emergencia, saber qué hacer aumentará las probabilidades de que tomes medidas correctas. Aunque es cierto que no se puede estar preparado para todo lo que te pueda ocurrir puedes por ejemplo, hacer clases de primeros auxilios y así sentirte más competente ante posibles emergencias.
Haz caso a tu sentimiento de culpa
Los sentimientos de culpa pueden estimular los comportamientos de ayuda. El síndrome del superviviente por ejemplo, es una realidad. En los ataques terroristas del 11 de septiembre en EEUU, algunas personas que sobrevivieron al evento sintieron la necesidad de ayudar a otros en eventos trágicos posteriores.
La relación personal
Es más probable que ayudemos a las personas que conocemos que a las que no conocemos. En una situación de emergencia las personas con problemas pueden ayudar a cultivar una respuesta más personalizada incluso con extraños.
Los comportamientos simples como tener un contacto visual, entablar pequeñas conversaciones pueden ayudar a que otros te ayuden. Si necesitas ayuda, es mejor que escojas a una persona que a muchas: haz contacto visual y pide directamente ayuda en lugar de hacerlo de forma general.
Los demás se merecen tu ayuda
Las personas también tienen más probabilidades de ayudar a los demás si creen que la persona realmente lo merece. Esto podría explicar por qué algunas personas están más dispuestas a dar dinero a las personas sin hogar, mientras que otras no lo están. Aquellos que creen que las personas sin hogar se encuentran en su situación debido a la pereza o la falta de voluntad para trabajar tienen menos probabilidades de dar dinero, mientras que aquellos que creen que estas personas realmente merecen ayuda son más propensos a brindar asistencia.
Además recuerda... si te sientes bien, harás el bien.
