A nadie le gusta sentirse mal, por eso muchas personas aunque se sientan mal fingen en las redes sociales y ante los demás que son felices y positivos todo el tiempo, aunque no sea cierto. Parece que las emociones negativas son un signo de debilidad que nos obligan a interiorizar cómo nos sentimos y esto puede crear problemas más grandes.
Sin embargo, todos somos seres humanos y no podemos evitar el experimentar estos sentimientos negativos de vez en cuando, porque además, es saludable tenerlos. Es posible que estos sentimientos te hagan sentirte mal y odiar a todo el mundo, son beneficiosos porque te dicen cómo estás y que debes cambiar para estar mejor. Son muchos los psicólogos y los científicos que han estudiado durante mucho tiempo sobre las emociones negativas, sobre todo con la tristeza, el pesimismo, la culpa, la ansiedad, la ira y los celos.
Si sueles tener algunos de estos sentimientos considerados como negativos, ha llegado el momento de que los comiences a ver desde otra perspectiva.
La tristreza
La tristeza te hace prestar atención al detalle de lo que te ocurre. Esta tristeza no significa depresión clínica ni mucho menos. Cuando se está triste las personas prestan más atención a los detalles externos y esto, les ayuda a procesar mejor la información. Los buenos estados de ánimo indican que la situación es segura, familiar y que las respuestas existentes son apropiadas. El estado de ánimo negativo, a su vez, indica que la situación es nueva, desafiante y que se requiere una mayor atención a la nueva información para producir una respuesta efectiva.
Estar atento a los detalles significa que estás más en sintonía contigo mismo y con tu entorno. Con estos beneficios detallados de la tristeza, tendrás una memoria mejorada, podrás pensar con más claridad sobre lo que te rodea y estarás atento a hacer cambios en tu vida. Además, estos beneficios de la tristeza te ayudará también a analizar tus sentimientos y a ser consciente de tus emociones para esforzarte a estar mejor.
El pesimismo
El pesimismo te prepara para cualquier cosa. Existen estudios que comparan a los optimistas con los pesimistas y si bien la mayoría de la gente podría pensar que los optimistas superarán a los pesimistas debido a su confianza y las altas expectativas que se plantean, los pesimistas en realidad tienen las mismas habilidades que los optimistas. Ellos saben cómo trabajar el poder positivo de su pensamiento negativo.
El pensamiento negativo de los pesimistas transforma la ansiedad en acción. Se imaginan el peor escenario y se preparan para cualquier cosa, esto hace que se esfuercen más y se concentren para prepararse ante cualquier tarea. Necesitamos el pesimismo para prepararnos si las cosas empeoran, porque a veces, sucede.
La culpa
El sentimiento de culpa mejora tu moralidad. La culpa es una sensación molesta que aparece cuando se hace algo mal. Aparece cuando se tiene una buena sensibilidad social y la necesidad de ser buena persona. Las personas que son más propensos a sentirse culpables son los que tienen menos índice de delincuencia o de consumo de drogas.
Experimentar la culpa es la forma en que el cerebro te castiga cuando haces algo mal. Puedes sentirte terrible en el momento, pero si alguna vez te has sentido culpable por hacer algo malo, significa que tu moral está bajo control.
La ansiedad
La ansiedad bien canalizada te puede ayudar a resolver los problemas. La respuesta natural de la ansiedad o del estrés es luchar o huir, porque sientes que tienes que luchar contra algo que te causa peligro o huir de él. La respuesta de lucha o huida es automática porque así tu cuerpo metaforiza una cantidad de energía para poder implementar los cambios en tu sistema nervioso, como que tu corazón bombee sangre más rápido, alimentar los músculos para tener más oxígeno y poder correr mejor y poder actuar rápidamente en situaciones que se consideran peligrosas para tu seguridad.
La ansiedad puede ser un pensamiento positivos, siempre que te ayude a descubrir soluciones a los problemas en lugar de quedarte bloqueado. Por ejemplo, para escapar de un incendio en un edificio en llamas puede ser positivo el estrés y la ansiedad vivida. Cuando sientes ansiedad tu cuerpo hace lo que sea para salir de esa situación que te agobia.
La ira
La ira te motiva a arreglar el conflicto que tienes delante. Hay muchas correlaciones entre la ira y la violencia. La ira parece estar seguida de la violencia o las agresiones. En un estudio de 2002 en el Journal of Clinical Psychology y un estudio de 1997 en el Journal of Social Behavior and Personality, los participantes informaron que los resultados positivos surgieron de la ira. La ira ayudó a resolver problemas en las relaciones y fomentó una mayor comprensión entre el objetivo del conflicto y la persona que tuvo el conflicto. Siempre que existe reflexión entre la ira y la agresión.
Si bien la expresión asertiva siempre es preferible a la expresión del enfado, la ira puede servir para una importante función de alerta que conduce a una comprensión más profunda de la otra persona y el problema. La Asociación Americana de Psicología comenta que la ira debe "llenar un marco constructivo" para tener éxito, y es importante lidiar con la ira antes de que cause problemas. Es importante identificar cuando se empieza sentir la ira para poder trabajar en ella.
La ira o enfado no expresado que no se usa de manera constructiva puede transformarse en frustraciones, mientras que la ira internalizada puede causar depresión, problemas de salud y dificultades de comunicación. En este sentido es importante sentir la ira, reconocerla, saber por qué sucede, exteriorizarla de forma asertiva y después, buscar las soluciones adecuadas.
La envidia
Existen dos tipos de envidia. Por un lado, la maliciosa, que es impulsada por la necesidad de igualar las cosas y puede implicar destruir a alguien para lograr ser mejor. Por otro lado está la benigna, también llamada "envidia sana", que tiene una admiración y un aspecto inspirador, donde piensas que si alguien más puede hacerlo, tú también puedes. Este último tipo de envidia, obviamente, es el tipo más beneficioso.
Ahora ya sabes cómo algunos sentimientos negativos pueden ser realmente beneficiosos para ti.