Quizá alguna vez te hayas sentido mal porque has fallado y crees que era un fracaso imperdonable. Lo que debes poner en perspectiva es que aunque falles hoy, mañana volverá a salir el Sol por el horizonte. Quizá tienes que la vida tiene que ser una línea recta, pero nada más lejos de la realidad. La linea tiene obstáculos y a veces, escogemos los caminos equivocados, pero todo está bien porque te lleva donde tienes que estar.
Todas las experiencias que vives hay otras personas que también las han vivido. Todo son experiencias que nos ayudan a crecer, siempre y cuando seas conscientes de ellas. En la vida encontrarás contratiempos y cometerás errores, pero esos fallos inevitables o evitables, son aprendizajes para ti.
Tus contratiempos no son fracasos
Si los contratiempos son fracasos ni tus errores definen la persona que eres. Es importante aprender a aceptar la vida tal cual viene y moldearla a nuestro gusto. La vida es el momento presente y aunque no quieras verlo o darte cuenta, pasa como un suspiro. Como dice el dicho popular: "Las estrellas fugaces dicen que los fugaces somos nosotros".
Hay días que sientes que mejor si no te hubieras levantado de la cama, pero también te encontrarás con otros días que te comerás el mundo. Este es el momento de detenerte y reflexionar sobre la vida. Piensa en cuáles serán tus siguientes movimientos a pesar de haberte equivocado antes.
Los contratiempos forman parte de la vida y es importante aceptar que suceden para poder buscar las soluciones que mejoren dónde estás. No te enfades por lo que sucede, piensa en qué puedes hacer para que lo que suceda después sea mejor para ti.
Que no te falte perseverancia
La perseverancia acabará con todos los contratiempos. Aunque ocurran cosas negativas en tu vida, si eres perseverante en lo que te propones podrás conseguir los objetivos que tienes en tu mente. Algunos días serán peores que otros, pero con perseverancia te darás cuenta de que todo merece la pena.
La única forma de superarlo es seguir adelante. Si te detienes demasiado y reflexionas sobre todo lo que ha ido mal en tu vida, sin pensar en lo bueno que puede estar por suceder, el corazón se te quedará empedrado.
Olvida las quejas
Las quejas son como pequeños puñales para tu corazón. Quejarte de todo lo que te sucede encerrándote en el modo de víctima solo hará que sientas dolor en tu alma. Quizá haga un día soleado y tú solo veas la nube gris que aparece en el horizonte sin pensar en todas las posibilidades que te ofrece ese precioso día.
No te aferres a tus desgracias. Deja que la negatividad fluya cuando aparezca en tu mente, pero no permitas que se quede haciéndote una visita permanente. No vivas a través de tus fallos, aprende de ellos para crecer como persona en todos los aspectos de tu vida.
La única manera de fallar es renunciar
Lo único que no te puedes perdonar es no haber intentado las cosas... pero intentar algo y fallar, no es un fracaso, es un aprendizaje. La única manera de fallar es no internarlo de nuevo o aferrarte a tus miedos. Si quieres avanzar, ¡que nada ni nadie te detenga!
Permite que aquello en lo que has fallado conviertan en tus maestros y se vuelvan tu brújula en la vida. Recuerda que si intentas las cosas, aunque falles, jamas será un error porque estarás luchando por ser mejor persona. No hay nada ni nadie que te muestre que fallar es algo malo, solo está en tu mente cambiar esa perspectiva. Asume las cosas como positivas en tu vida y jamás volverás a sentirte un fracasado.