"¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta? ... Un plan". - Jodi Picoult. Con un buen plan podrás conseguir cualquier cosa que te propongas. Es bonito soñar, ¿verdad? Pues aún es mejor conseguir esos sueños. Para que suceda realmente y los sueños no se queden solo en tu mente, tienes que aprender a establecer objetivos simples y efectivos que te motivarán a seguir hacia adelante y podrás convertir tus sueños en realidad. A continuación, vamos a darte unos consejos que te permitirán cambiar tu vida... a mejor.
Metas inteligentes
Si quieres establecer objetivos sigue estos pasos:
- Objetivos específicos: asegúrate de que tus objetivos no sean ideas inalcanzables. En cambio, ten ideas específicas de lo que estás tratando de hacer y hacia dónde estás tratando de llegar. La razón de esto es que los objetivos específicos te dan dirección, mientras que los objetivos vagos te dejan sin dirección.
- Objetivos medibles: de manera similar, debes asegurarte de que haya alguna forma de medir tus objetivos para saber cuándo estás progresando y cuándo no. Al hacer que una meta sea medible, ayudas a asegurarte de saber cuándo la has alcanzado y puedes celebrarlo. ¿Y a quién no le gusta eso?
- Objetivos alcanzables: Puedes decir que quieres ganar el Premio Nobel en Economía, pero ¿no sería mejor comenzar por obtener un título en el campo primero? Después de todo, ¡no es como si no pudieras establecer nuevas metas cuando logras las que tienes! Lo que es más, si los objetivos son inalcanzables, todo lo que terminarás haciendo es desanimarte, y desde allí es un camino corto para rendirte.
- Objetivos relevantes: también tendrás que asegurarte de que los objetivos realmente te guían en la dirección que quieres tomar. Claro, la fama es agradable, pero, ¿realmente te ayuda a casarte con la persona de tus sueños? Así que asegúrate de que estén en línea con lo que quieres de la vida.
- Objetivos con un límite de tiempo: date plazos, si no lo haces entonces lo dejarás todo para mañana y ese mañana será todos los días... El problema obvio con eso es que todos nos quedamos sin mañana, y si eso sucede, lo único que nos queda son arrepentimientos.
Preocúpate por tus objetivos
Debes asegurarte de que los objetivos que tienes sean los que realmente te interesan. Hay muchas maneras en que puedes terminar estableciendo metas que no son realmente tan importantes para ti. Tal vez sean importantes para las personas cercanas a ti, o tal vez la sociedad te haga pensar que deberían ser tus objetivos.
La cuestión es que es muy difícil motivarse con 'debería'. En cambio, asegúrate de apuntar a 'quiero' en su lugar. De esta manera, te asegurarás de que, cuando las cosas se pongan difíciles, en lugar de entrar en una crisis existencial sobre lo que realmente quieres, puedas continuar.
Establecer submetas
Una vez que hayas logrado tus grandes objetivos, establece metas o hitos en el camino hacia lo que trabajarás. Estos servirán como peldaños para asegurarte de que te mantienes en el objetivo. También te darán algo en lo que concentrarte y una forma de medir cómo te va.
Escríbelo y compártelo
El hecho de escribir tus objetivos realmente puede ser de gran ayuda. En primer lugar, el simple hecho de escribirlo sentirá que te estás comprometiendo con ellos. En segundo lugar, al escribirlos, es mucho más probable que notes huecos en la línea de tiempo, la lógica y la configuración general de objetivos, que de lo contrario podrían haber quedado sin abordar. De esta manera, servirá para hacer que tus objetivos sean más alcanzables y más concretos.
Al mostrar tus objetivos a alguien en quien confías, no solo puedes obtener sus comentarios, sino también motivarte. Después de todo, ahora no solo te has comprometido con estos objetivos en tu propia cabeza, sino también en voz alta, lo que significa que si fallas, no solo tienes que lidiar con tu propia decepción, sino también con la de otra persona. Esto puede ser un motivador inmensamente útil.
Y por supuesto... ¡sigue adelante y no te rindas! Puedes lograrlo, solo tienes que quererlo.