Durante toda nuestra vida vivimos diferentes etapas. Cuando somos bebés avanzamos hacia la niñez y de allí a la preadolescencia y la adolescencia. Estos diferentes estados de nuestra vida son muy importantes para nosotros y son muchos los cambios que se dan lugar en ellos. Nuestro cuerpo y nuestra mente están en constante evolución y aprendemos a progresar y a querernos de manera que nos vamos aceptando cómo somos y cómo son las personas que nos rodean. Los roles de nuestros padres, familiares directos y amigos son clave con tal de ayudarnos a progresar y a definir nuestro carácter, gustos y aficiones.
Sin embargo, no dejamos de pasar por distintas etapas después de la adolescencia. Mucha gente cree que, una vez llegados a la edad adulta, es decir los dieciocho años, ya no pasamos por ninguno de estos cambios que hemos sufrido tan a menudo anteriormente y que tan significativos han sido en para nuestra vida. Son muchas las etapas que vivirás seguramente a partir de los veinte años, por lo que la etapa adulta no es siempre un proceso constante hasta la vejez, ni con la llegada a la tercera edad a los 60 ó 65 años, sino que notarás muchos cambios y una evolución en tu persona durante todo este período de tiempo.
Así pues, es posible que de los veinte a los treinta pases por uno de estos cambios y que empieces a tomar conciencia de cosas que quizás antes no valorabas tanto no le dabas mayor importancia. Por ejemplo, será durante este período de tiempo que te plantees qué quieres estudiar, cambies de idea quizás en cuanto a tus estudios y te decidas a qué quieres dedicarte. Buscar un empleo adecuado para ti puede que no sea tan sencillo como te imaginabas cuando eras niño, por lo que puede que sea un momento crucial en tu vida.
También durante esta etapa y a lo largo de tu treintena es normal que tengas alguna que otra pareja estable, tengas hijos o que incluso de cases. Aunque tú no pases por el altar o tengas descendencia, la mayoría de amigos y familiares directos (si son de edad parecida a la tuya) lo harán, por lo que será un momento en el cual empezarás a plantearte todos estos aspectos de la vida y quizás decidas si es el instante adecuado para ti.
Por eso, llegados los 40 años quizás se genere un punto de inflexión en tu vida, ya que será el momento en que te des cuenta de que puede que ya no seas tan joven como te imaginabas, te encuentres en el epicentro de la vida adulta y empieces a mirar hacia atrás, para poder hacer balance para planear el futuro. Así pues, muchas personas sienten que cuando cumplen esta edad algo cambia en ellos mismos, es la denominada crisis de los 40 y, aunque a muchas otras personas no les ha sucedido, es bastante más común de lo que parece.
Descubre si existe de verdad la crisis de los 40, por qué podría suceder y cómo puedes hacerle frente en el caso de que vayas a cumplir esta edad pronto o conozcas a alguien que esté a punto de cumplirlos, o bien que haya podido pasar por esta crisis.
¿Existe de verdad la crisis de los 40?
La crisis de los 40 se conoce como ese momento de las personas, de entre 39 y 49 años que están pasando por un instante más complicado en su vida y pueden empezar a realizar acciones que no habían hecho antes, quizás para sentirse más jóvenes o vivos, puesto que pueden sentirse de golpe como que no han vivido muchas cosas durante su juventud y, llegados los 40, se sienten adultos de golpe, con ganas de recuperar el tiempo perdido.
No obstante, no hay ningún estudio científico que certifique esta crisis existencial. Así pues, la crisis de los 40 es algo que se genera a causa de las expectativas que pone la sociedad sobre aquello que debemos conseguir en la vida antes de llegar a esta edad o expectativas que nos ponemos nosotros sobre nosotros mismos. Es decir, que aquellos que se sienten completamente satisfechos con su vida en el momento de la llegada de la cuarentena, lo más probable es que no vayan a sufrir la crisis de los 40.
Aunque es un momento que para muchos puede pasar por alto para algunos, puede que sea un instante crucial para la vida de otros. Al cumplir un número decimal, como con la llegada de los veinte, los treinta, los cincuenta o los sesenta, la llegada de los cuarenta puede ser el momento en el que uno se platee si ha conseguido aquello que socialmente se espera de él: como tener hijos, casarse o el trabajo, la casa o el coche que desea. Por eso, es normal que si no se ha conseguido alguna de estas cosas uno se pueda plantear muchas cosas con la llegada de este cumpleaños. Sin embargo, se debe pensar que es un aniversario más y que cualquier momento es bueno para conseguir lo que se desea. La crisis de los 40 es entonces una etapa más de la vida, la cual algunos pueden sufrir ya bien sea cumplida esta edad o bien antes o después, siendo conscientes de que solamente ellos pueden cambiar su presente y ser felices como se merecen.