La felicidad es un estado consciente de la buena vida. Es un estado que te hace sentir que todo merece la pena. Muchos pensadores de todas las épocas han querido definirla pero nunca se ha llegado a un consenso escrito pero todo el mundo sabe sentirla cuando llega el momento. La felicidad está dentro de la rama de psicología como la psicología positiva que es la que más se dedica a precisar sobre qué es la felicidad.
Más que un estado de ánimo, la felicidad es un estado de bienestar que abarca vivir una buena vida, viviendo el presente y dando significado a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Todo desde la plena conciencia.
Ser alegre es bueno para tu salud
Ser alegre es bueno para tu salud porque puede mejorar tu salud física casi sin que te des cuenta. Los sentimientos de positividad y satisfacción ante la vida mejora la salud cardiovascular, el sistema inmunológico, se reduce la inflamación, la presión arterial está más controlada y se evita la hipertensión entre otras cosas. La felicidad incluso está relacionada directamente con una mayor calidad de vida y con la longevidad.
Alcanzar la felicidad es la meta de muchas personas, pero lo que se olvidan que la felicidad no es una meta, es un camino. Es disfrutar del presente, de lo que se tiene y de las personas que tenemos con nosotros en nuestras vidas.
Cómo ser feliz
Para ser feliz debes recordar que no es una meta, es como te hemos comentado, un camino. No es el resultado de estar alegre todo el tiempo, porque esto no sería real. La felicidad conlleva también momentos de incomodidad y tristeza, puesto que solo de esa manera podrás apreciar los momentos mejores.
La composición genética, las circunstancias de la vida, los logros, el estado civil, las relaciones sociales, incluso tus vecinos, todo influye en lo feliz que eres. Lo mismo ocurre con tu forma de pensar o los sentimientos que tienes cada día. Tu felicidad está bajo tu control y solo tú eres capaz de controlarla, ser feliz o no serlo es tu elección. Así de simple...
Para ser feliz debes permitirte pequeños placeres, disfrutar de actividades desafiantes, establecer y cumplir objetivos, disfrutar de las relaciones interpersonales, encontrar tus propósitos de la vida. Disfrutar del presente... no es la felicidad per se lo que promueve tu bienestar, es la búsqueda de la misma el secreto.
¿Cuánto dinero necesitas para ser feliz?
Dicen que el dinero no da la felicidad pero es una buena parte de ella porque te quita quebraderos de cabeza cuando tienes lo suficiente para poder vivir bien. En este sentido, el dinero es importante para la felicidad pero solo hasta cierto punto. El dinero te quita la preocupación de aspectos básicos de la vida: refugio, comida, ropa.
Pero ganar más dinero no significa que se tenga más felicidad o mayor bienestar. Una persona con un sueldo mucho mayor que otro no significa que necesariamente sea más feliz que una persona que gana menos dinero.
Señales de las personas felices
Una persona que es verdaderamente feliz no siente apego por bienes materiales o vacaciones por todo lo alto. Es una persona que se siente bien con los pequeños placeres dela vida, como acariciar a un perro, sentarse debajo de un árbol, disfrutar de una taza de café mirando por la ventana mientras se disfruta del sol matutino...
Existen algunas señales que pueden mostrar que una persona es más feliz de lo que incluso piensa en ese mismo instante:
- Tiene menos expectativas
- No es rencoroso
- No siente la necesidad de insultar a otros
- Le gusta aprender cosas nuevas
- Tiene humildad y paciencia
- Las pequeñas molestias le resultan indiferente
- No se angustia por el pasado ni por el futuro
- Se cuida
- Sonríe y ríe con facilidad
- Tiene pensamiento crítico
- Es compasivo
- No entra en juegos tóxicos interpersonales
- Disfruta de su soledad y también de la compañía
- Da y recibe
- Siempre es agradecido
- No es tacaño con su felicidad
- Comparte los buenos momentos
- Disfruta de relaciones saludables
- Es feliz por el bien de otras personas
- Tiene una red de apoyo estable y saludable
- Tiene propósitos en su vida
Como ves, ser feliz es más fácil de lo que te imaginas, solo tienes que comenzar a disfrutar de las pequeñas cosas. Ser consciente de que la felicidad es un camino que debes apreciar y disfrutar y sin darte cuenta y con agradecimiento, la felicidad estará dentro de ti... ¡porque se trata de una actitud!