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REDES SOCIALES

Guía para dejar de usar las redes sociales de manera tóxica

Guía para dejar de usar las redes sociales de manera tóxica
Sara Menéndez
Última actualización: 30 Octubre 2018
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Las redes sociales puede influir en gran manera en nuestro propio estado de ánimo, por eso te animamos a usarlas de manera menos tóxica.

Todos y todas compartimos una idea en torno a las redes sociales: se respira demasiada toxicidad en ellas. No es que sean malas de por sí, es que parece que la gente saca lo peor de ella en sus publicaciones, mensajes, comentarios... Se habla mucho de estas cuestiones, y ya hemos hecho diversas reflexiones en cuanto a cómo el carácter anónimo, inmediato y de sensación de que por fin puedes dirigirte a quien sea o desahogarte a gusto nos llevan a este negativismo y conflictos asociados a ellas.

Las consecuencias son que nos ponemos de mal humor, incluso tristes, pensamos que el mundo no tiene remedio, o incluso nos creamos una ilusión de que lo que ocurre en las redes sociales es la realidad más allá de la puerta de nuestra casa. Si ponemos nuestra opinión, alguien nos la echa abajo de muy malas maneras; si alguien dice algo que nos parece una barbaridad, tenemos la necesidad de intentar ver lo equivocado que está, llevándonos de nuevo una reprimenda, a veces en términos en los cuales nadie nos hablaría cara a cara. En definitiva, nos creamos un estado de humor irritante por cuestiones que, en verdad, no son relevantes para nuestra vida.

¿Has pensado si en algún momento has contestado tú de manera agresiva en redes sociales?¿Has pensado si en algún momento has contestado tú de manera agresiva en redes sociales?

¿Son sólo los demás?

Está claro que, quien más y quien menos, la mayoría de usuarios de redes sociales hemos tenido momentos en los que nos hemos sentido atacados e insultados en redes sociales. Nos han hablado con auténtica ira y desprecio, condescendencia o pretendiendo humillarnos.

Sin embargo, os animamos a hacer un ejercicio de reflexión: ¿alguna vez has contestado tú a alguien para llevarle la contraria? ¿Y cómo lo has hecho? Quizá insultando no, pero ¿haciéndole creer que es una persona tonta o inculta? ¿Con un chiste pasivo-agresivo? ¿Con algún adjetivo que no usarías en persona? ¿Pero estás pensando es que tu mensaje o tu respuesta sí estaba justificada?

Ahora te invitamos a pensar en estas otras cuestiones. Piensa en 2 ó 3 situaciones en las que se ha dado una conversación negativa por redes sociales, e intenta responder por escrito, en una hoja, a estas dudas para cada uno de las situaciones:

  • ¿Qué consecuencias directas tuvo tu mensaje? (respondieron, no, te bloquearon, otra persona te apoyo, te insultaron...)
  • ¿Cómo crees que ha influenciado tu mensaje a la opinión general que esa persona tenía sobre ese tema?
  • ¿Quién y cómo zanjó el tema o dejó de continuar la conversación?
  • ¿Qué emociones sentiste cuando terminó?
  • ¿Volviste a reflexionar sobre esa conversación en algún otro momento?
  • ¿Eres incapaz de acordarte de más de una o dos situaciones que hayas vivido así en redes sociales?

Y la pregunta final: ¿tienes ganas de volver a tener una discusión de este tipo por internet?

Usar las redes de manera responsable

También ocurre que en redes sociales tendemos a desahogarnos cuando algo de nuestro día a día nos frustra. Así, nos encontramos con tweets o mensajes de Facebook o Instagram sobre lo mal que hemos dormido, la comida más mala que nos han dado en un restaurante, lo indignados que estamos tras ver las noticias.

Con esto no queremos decir que las redes sociales deben convertirse en un nido de mensajes positivos, que nos pueden llegar a irritar tanto o incluso más que los negativos. Simplemente, podemos poner un filtro mayor sobre lo que nos parece relevante o no que sea compartido. La posibilidad de compartir mensajes de manera masiva no quiere decir que tengamos que hacerlo.

A veces solo tenemos que evitar enviar mensajes tan negativosA veces solo tenemos que evitar enviar mensajes tan negativos

Estas son algunas propuestas que os dejamos para evitar que tus próximos mensajes sean tóxicos:

  • Como hemos recomendado en este artículo, Consejos para evitar que las redes sociales nos hagan daño, aparta de tu vista en redes sociales todos los mensajes que te pongan de mal humor (aunque las empresas cada vez nos lo pongan más difícil).
  • Cuando escribas un mensaje o texto que quieras compartir, antes de dar a enviar, déjalo en borradores durante unos 50 minutos, y después vuelve y mira a ver si lo quieres publicar: ¿es para quejarte? ¿es relevante? ¿cómo crees que puede ayudarte escribir esto?
  • Cuando veas un mensaje que te moleste mucho, haz lo mismo, esta vez aléjate de él 10 minutos y ponte a hacer otra cosa. Después vuelve y reflexiona sobre lo que decíamos arriba.
  • Cuando veas un mensaje que atenta contra los Derechos Humanos y alimenta un discurso de odio (es xenófobo, racista, homófobo, machista, aporofóbico, etc.), denúncialo a la red social.
  • Deja que el paso del tiempo actúe y los mensajes desaparezcan por sí solos. Así, no retuitees mensajes que te irriten, porque así conseguir dar visibilidad a esa publicación, provocar mal humor en las personas que te sigue, y contribuir a que se envíen más mensajes tóxicos.
  • Tiende a compartir más noticias positiva que negativas.
  • Prioriza compartir contenidos más relacionados con la cultura, eso siempre nos enriquece a todos y a todas.

¿No puedes soportar tanta injusticia? Actúa por otras vías

En redes sociales podemos tender a intensificar el alcance de las opiniones, es decir, creer que son más numerosas y relevantes socialmente de lo que se ve en el comportamiento social, o incluso asustarnos pensar que hay mucha gente que defiende causas que nos parecen injustas, o ser un impedimento para el avance social.

Te animamos a canalizar esos sentimientos en actividades que puedan resultar de utilidad y te ayuden a sentirte mejor. Por ejemplo, si estás cansada de encontrar mensajes machistas en redes sociales, y crees que dejarlos pasar no va a hacer más que alimentar esa tendencia, busca la forma de luchar contra ello a pie de calle: grupos feministas, campañas de sensibilización, cultivarte con lecturas feministas, etc. ¿Que está demasiado normalizado el rechazo a las personas inmigrantes y refugiadas? Puedes apoyar o realizar actividades de voluntariado en asociaciones u ONGs que se dediquen a dar apoyo a estos grupos sociales. También puedes canalizarlo hacia la creación de contenidos culturales (escribir relatos, poesía, pintar, hacer canciones, crear un club de lectura o de debate, etc).

No queremos que esta sea un mensaje de "cierra el ordenador y sal a la calle a hacer algo", que es también muy culpabilizador, sino que no dejes que esos sentimientos negativos te coman por dentro. Quizá sean la motivación para querer contribuir socialmente a causas justas, pues los discursos se cambian y crean con acciones colectivas, pero no enfadándonos con el de al lado. Porque quizá podamos hacer que en redes se calle su opinión, pero no la estaremos cambiando.

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