Según la OMS la Salud es la salud es el estado de plenitud física, mental y social. Por eso, debemos de cuidar nuestra salud mental tanto o más como la física, sin embargo las personas tienden a infravalorarla y muchas veces se arriesgan con prácticas que la dañan a largo plazo.
¿Por qué tengo que cuidar mi salud mental?
¿Por qué la gente se arriesga tanto con su salud mental? ¿Por qué no toma tantos cuidados como con la salud física? ¿Qué lleva a que se infravalore? La salud mental es algo que no se puede ver a simple vista cuando nos miramos al espejo porque lo que sentimos la mayor parte de las veces son síntomas, que a diferencia de los signos, estos no se ven a simple vista. Los signos nos avisan de enfermedades físicas, sin embargo, los trastornos psicológicos rara vez los muestran, hablamos más bien de sintomatología interna. Lo cual, hace que en gran parte de las ocasiones la persona no se preocupe tanto y no acuda a un profesional. Debido a esto podemos estar incubando un malestar el tiempo suficiente para que se convierta en un trastorno, cuando podría haberse tratado de una forma más sencilla desde el principio.
Hábitos para mejorar la salud mental
No hace falta que los practiques a diario (aunque deberías), sin embargo, acostúmbrate a hacerlos frecuentemente.
1- Mantén tu cerebro activo
La inactividad lleva a más inactividad... Por eso... ¡dale uso! ¡haz que trabaje! Algunos pasatiempos que te aportarán estos beneficios son las sopas de letras, sudokus, buscar las diferencias, operaciones... ¡y todo tipo de acertijos y juegos que trabajen la lógica! Las damas, el ajedrez, el dominó... son juegos que mantienen tu mejoran la lógica y razonamiento si los practicas frecuentemente. Por otro lado, leer y escribir son dos recursos maravillosos que nos ayudan a evadirnos de nuestros problemas diarios. Leer es más ameno pero si te gusta escribir y te entretienes con ello estarás también desarrollando la imaginación.
2- Busca metas
Mantén tu cerebro joven y despierto con nuevos retos cada día. ¿Cómo? Ponte metas u objetivos diarios que no tienen que ser muy grandes pero si mínimamente motivadores. Para ello plantéate un reto a largo plazo, por ejemplo a un año. Después divide ese objetivo en dos o tres a medio plazo (4-5 meses) y por último en objetivos a corto plazo (cada mes) que te aporten pequeños beneficios. Eso dará más sentido a tu vida porque estarás luchando cada día por conseguir tus metas y si además te mantienes constante vas a ver que cada día estarás más cerca de ellas.
3- Descansa más horas
Si eres de lo que duermen poco tienes que saber que si quieres mejorar tu salud mental debes dormir las horas mínimas recomendadas. Hay personas que no necesitan las 8 horas estipuladas y que funcionan correctamente con 7 por ejemplo, también puede darse lo contrario, pues hay personas que necesitan 9, sin embargo, dormir menos o más horas de las que tu cuerpo necesita atonta al cerebro y a largo plazo te debilita, haciéndote más vulnerable a problemas psicológicos como la ansiedad, dificultad para gestionar las emociones y cambios bruscos en el estado de ánimo.
4- Practica la asertividad
La asertividad es la habilidad para decir lo que piensas y defender tus derechos sin ofender o vulnerar los sentimientos o derechos de los demás. Es la mejor manera de liberar la ansiedad que se genera en las relaciones sociales sin dañar a otras personas. Por eso, es importante que aprendas a decir "no" cuando no quieres hacer algo. Los compromisos sociales o laborales muchas veces nos hacen callar y aguantar, sin embargo no es bueno acostumbrarse a ello, todos necesitamos descansar y tomarnos un tiempo para nosotros mismos.
5-Sigue una dieta balanceada
Si quieres mejorar tu salud mental no debes olvidar tu parte física. Por eso debes alimentarte como es debido y comer de una forma balanceada y variada, probando alimentos de todos los grupos. Eso si, es mejor que los alimentos sean naturales y no procesados. También deberías controlar las porciones, está bien comer todo tipo de alimentos pero en su justa medida, sin abusar de un tipo concreto. Especialmente buenos para el cerebro son aquellos que contienen Omega 3 y 6, vitaminas del grupo B como B6 y B12, ácido fólico, Hierro, Calcio, Magnesio...
-Las nueces, almendras y otros frutos secos porque refuerzan la memoria y concentración.
-Pescados azules como el salmón, sardinas, anchoas...
-Bebidas con antioxidantes: el café, el té y otras infusiones (siempre sin abusar).
-Frutas, verduras y hortalizas: frutas cítricas, tomate, moras, fresas, berenjenas, brócoli, aguacate, etc
-Alimentos que aumentan los niveles de triftófano, precursor de neurotransmisores como la famosa serotonina y melatonina, que tienen una importancia vital en el estado de ánimo y regulación del ciclo sueño-vigilia. Algunos de ellos son el pollo, pavo y otras carnes magras, la yema del huevo, lácteos, plátanos piña, aguacate, cereales integrales, levadura de cerveza, chocolate negro, y legumbres.
7- Practica ejercicio físico
¿Sabías que uno de los beneficios de practicar ejercicio regularmente es mejorar nuestra actividad física y salud mental? 4 días a la semana son suficientes para empezar a notas los beneficios. Cuando hacemos ejercicio (especialmente aeróbico) nuestro cerebro segrega endorfinas endógenas que actúan en los circuitos de la recompensa y genera sobre nuestro cuerpo una sensación placentera y agradable, mejorando un poquito nuestro estado de ánimo y dejando al cuerpo en un estado de relajación y bienestar. Además el efecto es acumulativo, esto significa que aunque las primeras veces no notes el efecto con el tiempo cada vez será más reforzante para ti.
8- Desconecta de todo
Dedícate tiempo diario, solo para ti y para algo que te guste hacer: un baño de espuma, leer un buen libro, ver tu serie favorita, dar un agradable paseo en bicicleta... lo que sea con tal de que te haga desconectar del trabajo y quehaceres diarios. Cuando vonvives con más gente puede sonar complicado encontrar un tiempo a solas pero debes verlo como una obligación, sobre todo si hay otras personas que dependen de ti. Si tu no estás mentalmente sano ¿cómo vas a cuidar de los demás?