Tener a una persona pasivo agresiva cerca no es fácil. Son personas complejas que te pueden dejar confuso ya que usan de forma complicada sus acciones para sobrellevar el estrés, la ansiedad y las inseguridades. Las personas que son agresivas pasivas a menudo niegan estar heridas, enfadadas u ofendidas cuando en realidad sí que lo están... y como consecuencia te atacarán de forma sutil y desconcertante porque no van de cara.
Una persona con rasgos de personalidad pasivo agresiva te puede aislar de su atención, usarán la violencia pasiva como cerrar puertas para que no te acerques, decirte que no quiere comer el plato que le has cocinado... también pueden participar en formas sutiles de agresión relacional. Normalmente, las personas que reciben este tipo de ataques no sabe por qué está ocurriendo este comportamiento, puesto que la persona con rasgos de personalidad pasivo agresiva, negó estar enfadada por lo que no tiene sentido ese comportamiento.
Muchas veces, las personas agresivas pasivas son sarcásticas, incluso cuando el sarcasmo es una respuesta inapropiada. Cuando se enfrentan a su mal comportamiento, intentarán asociar lo a una broma acusando a la víctima de ser demasiado sensible. Estos acosadores también tienden a buscar a personas que no abordarán sus acciones o no los harán responsables. En consecuencia, se aprovechan de las personas que tienen miedo de los conflictos o que se dedican a complacer a las personas. Al hacerlo, no tienen que ser honestos acerca de sus sentimientos o responsabilizarse de sus acciones, pero aún pueden expresar sus hostilidades sin tener que pelearse de verdad.
Una vez que reconozcas que una persona en tu vida tiene rasgos de personalidad pasivo agresiva, entonces habrá llegado el momento de saber qué hacerle para plantarle cara y que sus tácticas inestables no te afecten nunca más. No le des poder...
Hacer frente a una persona pasivo agresiva
Enfrentarse a una persona pasivo-agresiva requiere honestidad. Prestar atención al comportamiento sin disculpas y establecer límites con esa persona es primordial. Debes recordar que la agresividad pasiva es una forma de hostilidad y debe ser tratada como tal... Además, las personas pasivo-agresivas no discuten abiertamente los problemas que pueden estar molestándoles. Como resultado, cuando se enfrentan a ellos pueden hacer comentarios inapropiados y murmurar en voz baja. No dejes que esto te impida confrontar su comportamiento. Aquí hay algunas otras formas de superar el efecto negativo de lidiar con la agresividad pasiva.
- Sé directo. Cuando trates con una persona con rasgos de personalidad pasivo agresiva, debes asegurarte de ser asertivo y claro acerca de las expectativas. Tendrás que establecer límites siempre que sea necesario. Asegúrate de que no dices nada que pueda utilizar en tu contra después, es decir que todo sea real y no emocional. Debes ser claro y sensato en tus argumentos porque esa será la mejor defensa.
- Controla tu respuesta. Mantén la calma, ten una voz neutral y controla tus emociones. Cuanto menos reacciones ante sus acciones, menos control tendrá sobre ti. Recuerda que no podrás controlar su respuesta (dar golpes, tener rabietas de adulto...), pero sí puedes controlar tu respuesta y en esto, reside todo tu control y poder. Tienes que responder de una manera saludable a los comportamientos poco saludables.
- No puedes cambiarle. No puedes cambiarle aunque lo intentes. Hacerle frente con estos consejos es un paso positivo pero no existen garantías de que la otra persona acepte lo que tú estás diciendo. Por esto, debes concentrarte en lo que puedes hacer para mejorar tu situación, estableciendo límites y comunicándote honestamente sobre cómo te afectan sus acciones.
- No te ofendas. Porque si lo haces le estarás dando poder. Recuerda que la ira de una persona pasivo-agresiva proviene de su origen y no es tu responsabilidad. No tienes que apaciguar a la persona pasivo-agresiva. Apégate a lo que sabes que es correcto, independientemente de su mala conducta o sus exigencias.
- Ten empatía. Aunque te pueda resultar complicado porque realmente es un desafío ser compasivo y empático con alguien que es tan difícil estar cerca. Pero al final, puede ser muy eficaz. Si intentas comprender de dónde viene su comportamiento, quizá puedas ayudarle a sobrellevar su comportamiento y entender sus propias emociones.