Hay personas con trastornos o sin ellos que tienen problemas para poder aceptar sus propias emociones (y también la de los demás). Es muy difícil lidiar con emociones que son dolorosas, extremas o incluso aquellas que nos hacen sentir miedo. Sin embargo, es necesario aceptar las emociones porque en realidad puede ayudarte a mejorar tu regulación emocional y a tener menos cambios de humor y por tanto, a ser más estable emocionalmente.
En ocasiones, las personas, cuando tenemos emociones que nos hacen sentir incómodos como el miedo, la tristeza o la vergüenza... lo primero que se hace es rechazar el sentimiento porque no queremos sentirnos así. Cuando esto ocurre las personas hacen cosas para intentar evadir ese sentimiento como tomar drogas o alcohol para sentirse mejor. Pero ésta no es la solución. Es necesario aceptar que todas las emociones son necesarias porque son la guía hacia el bienestar.
Nadie quiere sentir dolor emocional todo el tiempo, pero cuando se rechazan las emociones, se empeoran las cosas el 100% de las veces. Pueden surgir emociones de cualquier tipo porque te dan información útil sobre ti y tu entorno, por lo que deshacerte de ellas, nunca será una buena idea.
Acepta las experiencias emocionales sin renunciar al dolor
Para que tus emociones no te molesten y puedas aprender de ellas, tendrás que aceptar tus experiencias emocionales. Aceptar significa que practicas la vida permitiendo que tus emociones aparezcan en tu vida sin juzgarlas ni intentar cambiarlas. La aceptación también significa dejar de lado los intentos de controlar esas emociones y aprender que ellas por sí mismas, no te van a dañar... Pero que las cosas que haces para deshacerte de las emociones, sí pueden lastimarte gravemente.
Es necesario ser consciente que aceptar las emociones no significa renunciar al dolor. El dolor es necesario y sentirlo no significa resignarse. Es necesario diferenciar entre aceptación y resignación. Aceptar emociones no significa que te resignes a sentirte siempre mal emocionalmente. Tampoco significa que te aferres a emociones dolorosas o intentes forzarte a experimentar dolor emocional. La aceptación simplemente significa ser consciente de tus emociones y aceptarlas por lo que son en este momento, sabiendo que no durarán para siempre.
Aceptar las emociones significa también aceptar que las emociones cambiarán. Cuando estás contento, aceptas que es una condición a corto plazo... No siempre se es feliz. Pero esto es válido para cualquier emoción; tristeza, miedo, ansiedad, ira, enfado, etc. Los sentimientos son fugaces y desaparecen al cabo de unos segundos, minutos u horas (en los casos que duran más tiempo).
La utilidad de aceptar las emociones
¿Por qué es útil aceptar tus emociones? ¿Cuál es el punto de tratar de aceptar las emociones sin la necesidad de deshacerse de ellas? Bueno, no, no es fácil deshacerse de las emociones. De hecho, la mayoría de las personas no pueden deshacerse de ellas. Es imposible.
Las emociones existen por una razón y por eso nadie debería querer deshacerse de ellas. Las emociones son parte de un sistema complejo que nos ayuda a decidir qué debemos evitar y a qué debemos acercarnos. Las emociones también nos ayudan a mantener relaciones duraderas con otras personas. Sin emociones, tomaríamos decisiones terribles todo el tiempo. Por lo tanto, aceptar emociones es útil, porque cuando escuchamos y atendemos a nuestras emociones, podemos aprender información importante sobre nosotros mismos y el entorno.
Practica de la aceptación de emociones
No es fácil aprender a aceptar las emociones porque a menudo no se sienten bien y se tienen instintos que pueden decirnos que las evitemos para volver a estar 'bien'. Con la práctica persistente, puedes aprender a ser más receptivo con tus emociones y a darte cuenta de ellas siempre que aparezcan. Serás conscientes de ellas y podrás actuar en consecuencia. La meditación, escribir un diario o simplemente pensar de forma consciente te puede ayudar a conocer mejor tus experiencias internas y externas. Esto es tremendamente útil para aprender a aceptar tus emociones.