Existe un dicho muy conocido que es 'Somos lo que comemos' y, analizando lo que implica esta frase, tiene toda la razón. El sistema digestivo actúa casi como segundo cerebro y es capaz de influenciar totalmente el estado de ánimo de una persona, tanto si es alguien con un ritmo y un nivel de vida saludable o no. Esto último se debe a que nuestro cuerpo, aunque está formado por distintas partes diferenciadas y con funciones muy específicas, está conectado entre sí por completo.
El sistema digestivo está estrechamente relacionado con el sistema nervioso y este último precisamente es el encargado de hacer funcionar la mente, las emociones y de controlar las hormonas y otras sustancias reguladoras del organismo. Todo este control y conexión con el resto del cuerpo hace que las emociones propias de una persona, así como su mente, esté directamente conectado con los efectos en el organismo de las mismas, y viceversa.
Relación entre sistema nervioso y digestivo
Una de las subdivisiones del sistema nervioso autónomo se encuentra en el sistema nervioso entérico, una estructura bastante desconocida por muchos y a la que, años atrás, no se le ha dado tanta relevancia como a otros sistemas más estudiados y conocidos como el sistema nervioso central, el endocrino o el sistema inmunitario. Pues bien, de lo que principalmente se encarga el sistema nervioso entérico es del aparato digestivo y cuya función reside en controlar todas las funciones del intestino.
Este sistema está compuesto por pequeñas agrupaciones celulares nerviosas, ganglios, conexiones neuronales y fibras nerviosas que ofrecen un suministro a los músculos del intestino, a su revestimiento epitelial, a los vasos sanguíneos que en él se encuentran, y a las células endocrinas gastroenteropancreáticas. Todas estas conexiones hacen que el sistema nervioso entérico sea, después del cerebro, el que mayor número de neuronas y células presenta.
Toda esta infinidad de conexiones que presenta el sistema nervioso entérico, obviamente, y perteneciendo al sistema nervioso, hace que todo lo que ocurra en nuestro proceso de digestión, repercuta automáticamente en nuestra mente. Es importante saber que el sistema digestivo no solo influye sobre el cerebro, sino que también el cerebro y la mente afecta al sistema digestivo. En el presente artículo, Bekia explica cómo y de qué manera un cierto alimento puede afectar en tu estado de ánimo y en tu comportamiento y actos diarios.
¿Cómo influye un alimento en nuestro estado de ánimo?
Antes de saber cómo puede llegar a repercutir una determinada alimentación o un determinado alimento en el estado de ánimo, es importante saber que incluso cuando no se ingiere nada, esto ya influye en la mente. Si el estómago está vacío, el cuerpo entra en una búsqueda por alimento casi violenta y ante la que uno se puede llegar a poner de mal humor por el hambre. Por otro lado, si la dieta no es sana y equilibrada, es probable que falten muchos nutrientes y aminoácidos esenciales, algo que frenaría o modificaría la creación intestinal de neurotransmisores tan importantes como la serotonina o la dopamina.
La serotonina y la dopamina son dos sustancias claves en la regulación del humor. Mientras que la dopamina se trata de un neurotransmisor excitatorio pues estimula el cerebro, la serotonina entra dentro de los neurotransmisores inhibitorios porque calman el cerebro. La falta de estas dos sustancias, cuya segregación depende de los alimentos que uno pueda llegar a comer y que contengan los aminoácidos que las producen, hará que tu salud mental y física se vea afectada.
Importancia de los nutrientes
Tener una buena alimentación, y con esto uno se refiere a una dieta variada y natural, ayudará a que tu cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios y a que estos se traduzcan en un buen aspecto, una buena forma y estética física y una excelente salud mental. Los alimentos que uno más debe comer son aquellos naturales y totalmente contrarios a los ultra procesados pues en estos se encontrarán las calorías de calidad y llenas de nutrientes que harán que tu cuerpo funcione al 100%.
Al comer de todo y de una forma variada, tu cuerpo recibirá todo tipo de nutrientes que son esenciales para que el propio organismo segregue y fabrique las sustancias que son las que se encargan de regular el apetito, el estado de ánimo, el ciclo del sueño, las emociones y un largo etcétera. Dos de las sustancias químicas más relevantes son la dopamina y la serotonina, cuya fabricación procede de los aminoácidos esenciales.
Cuando una persona centra su alimentación en productos ultra procesados que no contienen nutrientes a pesar de las altas dosis de calorías que aportan, esta no recibe la suficiente cantidad de vitaminas, proteínas, hidratos y grasas saludables. La traducción de esta falta de nutrientes, recogidos por el sistema digestivo, sería la falta de fabricación de neurotransmisores que provocarían que el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito o la memoria se viera afectado.
La falta de dopamina provoca una falta de motivación, baja energía y mala digestión de la comida. Además, otros de los síntomas que más sufren aquellos con falta de esta sustancia es que se sienten fatigados y cansados todo el rato. En cuanto a la serotonina, su ausencia o bajos niveles puede incluso llegar a provocar ansiedad, depresión u otras enfermedades como la inmunodepresión. Sin embargo, si los niveles de ambas sustancias son correctos, una persona sana disfruta de un estado de humor alegre, motivados con cualquier reto que se les presente felices e ilusionados.
¿Qué alimentos consumir para un buen estado de ánimo?
En cuanto a la dopamina, su fabricación y segregación se produce a partir del aminoácido tirosina; y en cuanto a la serotonina, este se sintetiza a partir del triptófano. Para no padecer insuficiencia de ambos, aliméntate de alimentos naturales como por ejemplo la avena, un carbohidrato complejo, que son alimentos integrales, que favorece la producción de triptófano. Otro de los alimentos más socorridos puede ser el chocolate, aunque sin excederse de una o dos onzas diarias y consumiendo el más puro y sin azúcares añadidos, pues es uno de los productos más famosos a la hora de producir serotonina y dopamina.
Dentro de la fruta, uno puede consumir plátano y piña, alimentos que suponen una gran inyección natural de energía gracias a su increíble aporte de vitaminas, triptófano, azúcares naturales y fibra. En resumen, si uno cuida su propia dieta y se centra en comer mayormente productos naturales y evitar los procesados, será poco probable que le falten nutrientes importantes. Si a esto se le suma un estilo de vida activo mediante la práctica de deporte, uno verá como su estado de ánimo mejora notablemente.