Sabes qué debes hacer cada día: cepíllate los dientes, come verduras, haz ejercicio y sé amable con la gente. Sin embargo, por mucho que lo intentas, algunos malos hábitos de alguna manera logran colarse en tu vida y a veces, a menudo sin tu conciencia. Al dejar de lado las siguientes malas prácticas, liberarás tiempo, energía, espacio mental e incluso dinero que podrías gastarte mejor en actividades más felices y saludables...
1. Ser incapaz de perdonar
Ser incapaz de perdonar puede provocar estrés y terminar afectando tanto física como psicológicamente. El acto mismo de perdonar puede ayudar a levantar el peso de tus hombros. Las personas que se sienten ofendidas por alguien pero que finalmente les perdonan, se sienten mejor y no albergan resentimiento en su corazón, pudiendo ser más felices.
El perdón no significa que estás perdonando, olvidando o negando el evento o el dolor que se causó. Asumir la responsabilidad de lo que puedes hacer ahora en lugar de centrarse en el arrepentimiento que sucedió en el pasado.
2. Beber alcohol en la noche
Una copa de vino después de un ajetreado día puede parecer una excelente vía de desconexión del estrés diario, pero en realidad, una vez que el efecto relajante desaparece, tu cuerpo metaboliza el alcohol, y esto crea un efecto de rebote que te hace despertar prematuramente en la noche, por lo que podrías verte despierto a las 2 de la mañana sin tener más ganas de dormir... La interrupción del sueño también contribuye a la fatiga al día siguiente.
Lo recomendable es abstenerse de beber de tres a cuatro horas antes de acostarse para una buena noche de sueño. En lugar de servirte un vaso, intenta dar un paseo nocturno o montar en bicicleta para relajarte.
3. Cuidado con la luz brillante de las pantallas durante la noche
La luz azul brillante de su teléfono o tableta, reduce el sueño y estimula a tu cerebro para mantenerse despierto al suprimir la melatonina, una hormona necesaria para provocar la somnolencia. Para ser feliz necesitas un buen descanso y por tanto, tendrás que apagar todos los dispositivos electrónicos aproximadamente una hora antes de acostarte para un sueño más reparador.
¿Aún tienes problemas para dormir? Entonces lo recomendable es tomar valerianas o tilas antes de ir a la cama o escuchar algún ruido blanco que te ayude a calmar tu mente antes de cerrar los ojos.
4. La dilación del tiempo
La dilación no tiene que ser un problema en la vida de las personas, pero si permites que la dilación entre demasiado en tu vida, entonces sí puede ser un problema. Pero además, esperar hasta el último minuto para hacer las cosas también lastima tu corazón.
Una persona que no procrastina su tiempo, siente que tiene el control y que puede conseguir sus metas. Una vez que alguien pierde la sensación de tener el control en su vida, se producen hormonas del estrés. Agudamente es adrenalina; crónicamente es cortisol. Ambas hormonas aumentan la presión arterial que puede perjudicar la salud. Muchos postergadores postergan las cosas porque se sienten abrumados por su situación y no se sienten en control. Si te ocurre tendrás que resolver el problema organizando la vida y disfrutando de lo que haces en cada momento.
5. No saber relajarte o no reír cada día
Relájate y mejorarás tu salud de varias maneras. La risa además ayuda a mejorar la memoria en adultos mayores de 60 años. La risa funciona al reducir la hormona del estrés, el cortisol, que puede afectar la memoria y el aprendizaje. La risa también ayuda a disminuir la presión arterial, aumentar la circulación, aumentar las endorfinas y, de lo contrario, hacerte más saludable.
6. Ser demasiado pesimista
¿Eres todo pesimismo? Si eres demasiado pesimista es posible que no vivas tanto como las personas que son más optimistas. Las personas que ven el vaso medio lleno viven más y tienen menos depresión y una mayor resistencia al resfriado común, entre otros beneficios para la salud.
No tiene nada de malo pensar en el peor de los casos y luego tomar medidas para evitarlo o planificarlo por si acaso. Pero muchas personas reaccionan emocionalmente como si su miedo fuera inminente. A esto se le conoce como 'ponerse el abrigo de invierno en verano'. Incluso si sabes que necesitarás una parka en enero, usarla a partir de julio no tiene sentido. ¿Qué puedes hacer? Recuerda que aún no ha sucedido y toma medidas para evitar que ocurra o, lo que es mejor, lidiar con eso solo si sucede.
7. No realizar un buen ejercicio físico
Si puedes leer o escribir correos electrónicos mientras estás en la cinta o en la elíptica, probablemente no estés trabajando físicamente lo suficiente. Las personas que hacen ejercicio vigorosamente durante más del 30% del entrenamiento evitan la muerte por fallo cardíaco temprano.
Ejercicios como trotar, aeróbicos o tenis competitivo son útiles para lograr estos objetivos de longevidad. También puede haber beneficios del entrenamiento a intervalos o de las explosiones cortas de mayor actividad, especialmente en las personas que pueden tener dificultades para mantener un alto nivel de actividad durante un entrenamiento completo.
8. No dormir lo suficiente
No dormir lo suficiente está relacionado con muchos problemas de salud, incluido un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, presión arterial alta, accidente cerebrovascular, diabetes y una serie de otros problemas... por lo tanto, no dormir bien también te roba felicidad.
Además, la falta de sueño puede causar aumento de peso. El sueño afecta las hormonas reguladoras del apetito leptina y grelina. La grelina estimula la sensación de hambre, y los niveles aumentan cuando no tienes sueño. Al mismo tiempo, la falta de sueño suprime la leptina, una hormona liberada por las células grasas que indica a nuestros cuerpos que dejen de comer. El resultado: aumento de peso. Lo recomendable es cambiar la hora de acostarte en lugar de tratar de prolongar el sueño por la mañana. Si todavía te sientes cansado por las mañanas, aumenta gradualmente tu hora de acostarse de 15 a 30 minutos... ¡notarás la diferencia!