Vivimos en una sociedad muy exigente y eso hace que las personas sufran estrés innecesario en sus vidas. A causa de esto, se pueden exigir y presionar las personas a sí mismas más de la cuenta. Esto ocurre sin que muchos de nosotros nos demos ni cuenta. El primer paso para poder dejar de ejercer tanta presión sobre ti mismo y aliviar tu carga emocional es darte cuenta de cuándo puede que estés haciendo las cosas más complicadas sin que sea realmente necesario. La meditación de la bondad amorosa puede ser tu salida a estas presiones y estrés desmesurado.
La meditación de la bondad amorosa es una de las técnicas de meditación más populares, y por una buena razón. Aquellos que practican regularmente la meditación de la bondad amorosa pueden aumentar su capacidad de perdón, conexión con los demás, autoaceptación y mucho más. Los aspectos de alivio de estrés de esta meditación también son fuertes. No está mal para una técnica que es fácil de practicar y puede hacerte sentir más feliz en tan solo unos minutos.
La energía benevolente de tu ser
El punto básico de la meditación de la bondad amorosa es enfocar la energía benevolente y amorosa hacia uno mismo y hacia los demás. Los beneficios de la meditación de la bondad amorosa son claros: los practicantes experimentan todos los beneficios regulares de la meditación así como los sentimientos cálidos de la bondad amorosa, que trae sus propios beneficios. La siguiente es una técnica de meditación de bondad amorosa simple y efectiva para probar desde hoy mismo.
Cómo practicar esta meditación paso a paso
Primero deberás tomarte un tiempo tranquilo para ti, no hace falta que sea demasiado, con tan solo unos minutos será más que suficiente. Tienes que estar sentado en una posición cómoda. Después cierra los ojos, relaja los músculos y respira profundamente unas cuantas veces, las que consideres necesario.
Después tendrás que imaginarte a ti mismo experimentando un bienestar físico y emocional completo que te lleve a tener paz interior. Imagina sentir el amor perfecto hacia ti mismo, agradeciéndote por lo que eres, sabiendo que tienes razón, que eres perfecto así, tal y cómo eres. Céntrate en ese sentimiento de paz interior y visualiza que respiras las tensión y la expiras sacándola de tu interior. A continuación respira y deja dentro de ti todos los sentimientos de amor. Inspira amor, expira tensión.
Repite tres o cuatros frases o mantras que sean positivos para ti y que tranquilicen tu mente. Son muchos los que pueden funcionar para ti, solo tienes que encontrar los que más conecten contigo. A modo de ejemplo, puedes comenzar con algunos como los siguientes:
- Soy feliz
- Estoy a salvo
- Soy sano, pacífico y fuerte
- Doy y recibo aprecio
Una vez llegados a este punto, disfruta del sentimiento que tienes dentro de ti durante unos momentos. Tu atención puede que se desvíe a otra cosa, pero permite que esos pensamientos pasen por tu mente y vuelve a esos sentimientos de paz que te inundan. Permite que esa emoción te envuelva.
Puedes escoger quedarte con esta concentración durante la medicación o cambiar tu concentración hacia tus seres queridos. Puedes comenzar pensando en alguien que sientas muy cerca como tu pareja, un hijo, tu padre o madre o incluso algún buen amigo. Siente gratitud y amor por esas personas y quédate con ese sentimiento. Puedes repetir algunas de estas frases para producir dentro de ti un sentimiento de bondad:
- Quiero que seas feliz
- Quiero que estés salvo
- Quiero que tengas salud y que seas fuerte
- Quiero darte mi aprecio
Cuando hayas sentido esto por esa persona visualiza su imagen para sentir más bienestar y paz interior. Puedes hacer esto con tantas personas como quieras, e incluso hacerlo hacia grupos de personas. Cuando hayas terminado la meditación (cuando quieras) abre los ojos y recuerda que puedes volver a experimentar este sentimiento cada vez que quieras durante el día. Memoriza la emoción que has tenido durante la meditación de bondad amorosa y revisa ese sentimiento con respiraciones profundas y centrándote en eso en cualquier momento del día.