Se habla poco de ello, pero la amaxofobia es un miedo real, una fobia como otra cualquiera. Se define como "una fobia específica de carácter situacional que se produce antes y durante la conducción, y que puede afectar a otros niveles", según explicó el psicólogo Ignacio Calvo a el medio Motor. Añadió, además, que "no se trata únicamente de una desconfianza a la conducción propia, sino que puede estar motivada por el temor a los comportamientos de otros conductores". Con lo cual esta fobia va más allá de ser sencillamente miedo a coger un coche, y guarda también relación con cómo los demás conduzcan sus propios vehículos.
La amaxofobia no solo es una fobia real sino que, además, según el estudio 'La ansiedad y su influencia en los conductores españoles', afecta a un porcentaje mayor de la población del que pudiéramos imaginarnos. Un 22% de los conductores de nuestro país se siente ansioso al volante, e incluso hay un 19% que deja de conducir porque el miedo le supera. ¿Es este tu caso? ¿Ni siquiera has podido sacarte el carné de conducir porque tu miedo a controlar un coche es demasiado? No te preocupes: al estar hablando de una fobia, esta, como la mayoría de ellas, también tiene solución.
Analiza el porqué de tu fobia
Lo primero que debes hacer es comprender por qué tienes esa fobia, ese miedo. Probablemente lo primero que pienses es que no has vivido ningún suceso traumático con un coche, y que este miedo es irracional; si esa es tu situación, recuerda que todos los miedos suelen ser irracionales, y que puede deberse a otras cientos de causas. Sin embargo, si sí has sufrido un accidente, lo mejor que puedes hacer es acudir a un especialista, un psicólogo, que analice si puedes haber generado un trauma además de una fobia. Nadie como un experto en la materia para ayudarte con tus problemas.
No obstante, puede deberse, como hemos señalado, a otras causas totalmente distintas. Puede haber quien crea que es mucho más sencillo optar por el transporte público, o a quien conducir no le atraiga en absoluto. A la larga, todo eso puede llevar a una situación de miedo, y a una huida ante la acción de conducir. Es importante averiguar la causa, porque solo de este modo se podrá proceder a superar este miedo. Si en este punto no estás seguro de tu respuesta, acude a un psicólogo que te ayude a ir, poco a poco, enfrentándote a la situación de conducir sin miedo. Recuerda que ir al psicólogo no debe ser un tabú jamás, y que es un profesional de la salud como otro cualquiera. Si acudes al médico de cabecera cuando te duele la cabeza, ¡ve al psicólogo si no te notas bien anímicamente!
Cómo superar la amaxofobia
Además de que es recomendable contar con la ayuda de un profesional, también hay ciertas cosas que puedes hacer en tu casa para así conseguir que ir a sacarte el carné de coche cada vez te cueste menos. Debes comenzar aceptando que tienes miedo, y asimilando que este miedo no tiene por qué ser algo negativo e insuperable; una vez hayas comprendido esto, el siguiente paso es ir desterrando poco a poco todos los miedos. Sí, puede que te piten, puede que en algún momento choques contra una columna al aparcar... ¡Pero también puede que nunca suceda nada de esto! Y, de suceder, seguro que serías capaz de hallar una solución eficiente para el problema. Con lo cual, el primer paso es valorarte a ti mismo y comprender que eres capaz de conducir un coche, como cualquier otra persona.
En este punto, es positivo que realices técnicas de relajación para que, poco a poco, este estrés que te genera la conducción vaya desapareciendo. La ansiedad puede controlarse, con esfuerzo pero puede hacerse, ¡así que tú podrás conseguirlo!
Por último, pero no por ello menos importante: debes hacer frente a tu miedo de forma gradual. Comienza el proceso de conducir poco a poco: primero acude a la autoescuela, comienza con la parte teórica, ve ganando confianza con todos los aspectos técnicos del coche. Cuando ya hayas superado el test, habla con tu instructor o tu instructora, y explícale la situación, porque seguro que sabrá ser comprensivo o comprensiva contigo. ¡Verás como todos los miedos van desapareciendo!