Todos tenemos un niño en nuestro interior y es necesario cuidarle para sentirnos bien y disfrutar la vida en el presente, como hacen los niños pequeños. Los niños saben de manera natural cómo aliviar su estrés, pero cuando llegamos a la vida adulta parece que nos olvidamos de cómo hacerlo, y lo peor, ¡permitimos que el estrés nos consuma!
Es posible que te pases los días buscando maneras de cómo relajar ese estrés que tanto te agobia, cuando el secreto lo tienes en tus recuerdos: solo piensa en qué hacías cuando eras niño para sentirte bien. Si no sabes a qué nos estamos refiriendo, entonces sigue leyendo porque en breve podrás volver a incorporarlo a tu estilo de vida actual...
Sueña
Tu niño interior aún sabe soñar, por lo que es necesario que le permitas hacerlo. Es posible que te pases el tiempo inventando historias en tu cabeza, pero que no son demasiado gratificantes. Soñar despierto es una buena manera de poder calmar tu estrés. Túmbate en tu cama o en mitad del campo y permite que los buenos pensamientos pasen por tu mente. Tu niño interior podrá mantener viva la creatividad de tu mente al mismo tiempo que redice tu estrés, aumenta el bienestar y crea paz interior.
Duerme la siesta
Es posible que no puedas hacerlo todos los días, pero dormir la siesta puede hacer que tu mente se relaje en mitad del día. Quizá cuando eras pequeño odiabas dormir la siesta porque solo querías disfrutar de las horas diurnas, pero es más que probable que las hicieses igualmente. En la actualidad muchos adultos asocian la siesta con la pereza o la falta de compromiso.
Sin embargo, acurrucarse en una silla cómoda o incluso recostarse en tu escritorio para una rápida siesta te aporta relajación, así como una mayor productividad y beneficios para la salud. No todo el mundo puede encajar esto en su estilo de vida, pero si puedes encontrar una manera, una siesta en tu ocupada agenda realmente vale la pena. Tu niño interior te lo agradecerá... ¡y tú también!
Abraza a quien amas
A los niños les encanta abrazar a sus seres queridos porque saben que eso les recarga de buena energía. Cuando se sienten estresados o cansados abrazan a su madre o a su padre (o a otro ser querido) porque saben que se sentirán mejor, más seguros y con más calma. Los adultos a veces, olvidan el poder del tacto y del apoyo social.
La próxima vez que estés enfrentando tiempos difíciles, no olvides obtener el apoyo emocional de tus seres queridos. No subestimes el poder del afecto físico, porque es el más poderoso de todos.
¡Juega con tus mascotas!
Tus mascotas no solo están a tu lado para ofrecer compañía. ¿Te das cuenta qué hacen los niños cuando tienen a sus mascotas cerca? Además de darles amor, ¡también juegan con ellas! Cuando los niños juegan con animales, puedes ver el amor puro y el afecto que comparten. Si tenías una mascota cuando eras niño, probablemente recuerdes a ese animal como un compañero, ya sea un hámster, un perro, un gato o un caballo.
Pero como adultos, a veces olvidamos conectarnos con nuestros amigos animales. Se ha demostrado que las mascotas reducen la presión arterial mejor que los medicamentos, aumentan los comportamientos de estilo de vida saludables y, a veces, aportan mejor apoyo social que los humanos. Deja que tus amigos peludos te ayuden a hacer feliz a tu niño interior.
¡Canta!
Vale, es posible que no seas el mejor cantautor del mundo, pero eso no significa que no puedas disfrutar de sus beneficios aunque sea en privado. Cuando eras niño es posible que cantases feliz en la escuela y en casa, sin importar si cantabas bien o mal. ¿Con qué frecuencia cantas ahora siendo adulto? No te preocupes si no cantas bien, disfruta simplemente de sus propiedades calmantes y catárticas que tiene. Libera el estrés y ¡disfruta!
Juega
¿Cuánto tiempo dedicabas a jugar en la infancia? ¿Y ahora? Antes el juego solo era diversión y ahora, ¡deberías también tenerlo en cuenta! Es posible que ahora te encuentres demasiado ocupado para jugar, pero no subestimes los beneficios para aliviar el estrés de un juego rápido de mesa u otros juegos divertidos. Y ahora que has crecido, tu niño interior puede jugar a estos juegos en tu ordenador.
Pinta y escribe
Casi todo el mundo hizo dibujos cuando era niño. Sin embargo, expresar lo que hay dentro con colores, lápices o pinturas para dedos no debería ser solo un pasatiempo de niños y unos pocos adultos afortunados que se convierten en artistas profesionales.
Ya sea que hagas garabatos con bolígrafos mientras te tomas un descanso en el trabajo, o compras material de pintor y te vuelves un artista en tu tiempo libre, el arte en tu vida puede ayudarte a procesar emociones, expresarte, aliviar el estrés y dejarte con algo para enmarcar. , o al menos colgar en la nevera.
Escribe notas
A medida que nos hicimos mayores, algunos de nosotros manteníamos diarios, y probablemente todos disfrutábamos escribiendo notas a nuestros amigos. Estas son todavía buenas técnicas de manejo del estrés para practicar como adultos. Los beneficios de gestión de la salud y el estrés del diario se ha demostrado por la ciencia. Puedes escribir un diario acerca de tus emociones, escribir tus sueños, o llevar un diario de gratitud. Si quieres escribir notas a tus amigos de nuevo, ¿por qué no lo haces? Ahora lo tienes más fácil que nunca con las redes sociales.
¡Imagina tu futuro!
Cuando eras niño es posible que te gustase sentarte a pensar e imaginar cómo sería tu futuro y qué tendrías que hacer para conseguirlo. En realidad, esto es necesario para todos, sin importar la edad que se tenga. ¿Te acuerdas que respondías cuando te preguntaban qué querías ser de mayor? ¡Esa es la magia!?
Ahora, ¿piensas en tu futuro o en qué es lo que haces para que tu día de mañana sea mejor? Si tienes mucho estrés en tu vida, es posible que quieras volver a revisar la pregunta. ¿Realmente estás haciendo lo que sientes que debías hacer? Pregúntate cómo sería tu vida ideal, y luego toma los pasos que necesites para ir por ese camino.