Desde que somos pequeñas, vemos en todas las películas que la meta de nuestra vida debe ser encontrar al príncipe azul, casarnos con él, ser felices y comer perdices. Sin embargo, conforme nos vamos haciendo mayores vamos encontrando cosas que pueden interesarnos más: dedicarnos a los estudios, a nuestra vocación laboral, a nuestro trabajo en general o incluso a viajar y conocer mundo. Pero vuelve a aparecer el compromiso como meta indispensable en nuestras vidas, ya sea por nosotras mismas o por nuestro círculo más cercano.
¿Qué mujer soltera no está cansada de escuchar una y otra vez preguntas sobre si tenemos pareja o algún tipo de relación en las reuniones familiares? Y quien dice familiares, dice dentro de nuestro propio círculo de amigas también. Llegamos a los veinte años y de repente estamos rodeadas de amigas dentro de una relación estable, o si no, las que buscan pareja como locas. Y no hablemos de los veinticinco porque, ¡horror!, todas empiezan a hablar de compromiso y no dejamos de recibir invitaciones de boda en las que nos preguntan si vamos a ir solas o acompañadas.
Es justo entonces cuando llega el momento de replantearnos qué queremos hacer nosotras mismas respecto a este tema, y decidir si plantarnos y empezar a buscar una relación estable o seguir dedicándonos a cualquier otra cosa que nos haga feliz hasta que surja la llama del amor.
¿Es un problema no querer pareja estable?
¡En absoluto! Seguramente la respuesta de tu abuela o incluso de tu madre sea diferente, pero para eso estamos nosotras, para decirnos que no estamos obligadas a buscar nada que no nos interese o que no nos apetezca. Ahora mismo hay muchas más opciones, ¡dedícate a hacerte feliz a ti misma! No está mal no tener pareja, ya no va a haber nadie que te llame ''solterona'' por tener veinticinco o treinta años y seguir disfrutando de tu independencia.
Si aún no has encontrado a nadie con quien quieras establecer un compromiso a largo plazo, ¡no lo hagas! Ya lo encontrarás, y si no lo haces tampoco pasaría nada siempre y cuando te dediques a ti misma el tiempo que necesitas para ser feliz.
¿Y qué dirán?
Sinceramente, ¿qué más da lo que puedan decir? Es tu vida y eres tú la que decide. La gente que de verdad te quiere debería entenderlo. Si te sientes presionada, es el momento de sentar a tu familia más cercana y explicarles que te molesta que insistan con el tema, que ahora mismo no estás buscando nada estable y que tienes otras cosas en las que enfocar tu tiempo y tu atención. ¡Sincérate! Diles que te interesa más ese ascenso laboral por el que tanto te estás esforzando, o que prefieres conseguir esa meta que llevas persiguiendo tanto tiempo sea cual sea.
Con tus amigas será más fácil aún, cualquier día puedes aprovechar un café para sacar el tema y explicarles que te está agobiando un poco el tema del compromiso incluso cuando no es tuyo porque sientes que te estás quedando atrás. Ellas te quieren y seguro que te entienden y te apoyan, ya que ellas mejor que nadie han vivido contigo todas tus experiencias amorosas y saben que no has encontrado a la persona ni el momento adecuado. Además, quién sabe, a lo mejor alguna más tímida también confiesa que le está pasando exactamente lo mismo al seguir sin pareja.
¿Y hay más opciones?
Claro que hay más opciones, tantas como te puedas imaginar o como te puedan venir bien a ti. A lo mejor el problema no es el compromiso sino que no has encontrado tu tipo de relación ideal.
¿Has oído hablar del poliamor?
Aunque a lo mejor te suena a chino, es una opción cada vez más común dentro de las relaciones. Viene de la idea del amor libre, en la que te explican que no necesitas una media naranja para sentirte completa y que una pareja no es una propiedad, sino alguien a quien cuidar e intentar hacer feliz mientras hace lo mismo por ti.
Básicamente, plantea opciones diversas y diferentes al prototipo de relación que encontramos hoy en día. Por ejemplo, a través de relaciones abiertas en las que puedes verte con otras personas (sin descuidar nunca tu relación principal), tener varias parejas a la vez o incluso que seáis más de dos personas dentro de una misma relación emocional.
Puede que algunas personas se asusten al oírlo, pero es un modelo de relación tan respetable como cualquier otro y con una única finalidad: que las personas participantes sean felices y encuentren la estabilidad que no han tenido en otras relaciones. Cada relación es un mundo completamente diferente y se adapta únicamente a las necesidades de la persona en cuestión.
¿El poliamor es lo contrario a una relación estable?
¡Para nada! Una vez vas indagando dentro de este tema encuentras lecturas, películas y testimonios de gente que ha vivido dentro de una relación poliamorosa de años. Yo personalmente he tenido la suerte de conocer a gente que practica este tipo de amor y sin duda puedes tener una relación poliamorosa estable. Incluso hay matrimonios con hijos que llevan una vida así perfectamente, por lo que el compromiso se puede aplicar también a este modelo relacional.
Sin embargo, este tipo de relaciones no le viene bien a todo el mundo. Si una persona es insegura y celosa, a lo mejor debería plantearse tener una relación monógama en vez de ir probando en este mundo, ya que los celos es algo que se va trabajando y borrando. Y aún así, una vez dentro del poliamor, no hay un único modelo, sino que cada persona busca lo que más se adapta a si misma.
Así que, ¡no te preocupes por no tener pareja! No es algo necesario en absoluto, y quién sabe, a lo mejor acabas encontrando algo que te gusta más y te hace más feliz justo cuando no buscabas nada. Simplemente céntrate en tu desarrollo personal y todo lo demás irá viniendo conforme tenga que venir.