Para poder conseguir cualquier meta en tu vida, será imprescindible que aprendas a salir de tu zona de confort. Aunque no es del todo fácil para todo el mundo. Una de las principales cosas que te impiden moverte fuera de tu zona de confort y vivir una vida plena es el miedo. Muchas personas se pasan la vida demasiado preocupadas y cómodas en sus rutinas diarias: levantarse por la mañana, hacer ejercicio, ducharse, ir a trabajar, etc... Pero no toman tiempo para observar lo que realmente está sucediendo en su alma.
Para saber realmente cómo te sientes tendrás que asumir la responsabilidad de tus acciones y ser sincero contigo mismo. Necesitarás valentía para hacerlo puesto que es un desafío. Quizá no te gusten todas las partes que conoces de ti, pero esto es parte del camino. Encuentra dentro de ti compasión, franqueza, honestidad, prejuicios, acéptalo todo. Todo forma parte de ti.
Cuando te reconoces y te aceptas, es posible que también saques a la luz tus vulnerabilidades. Si te sientes vulnerable es posible que experimentes una pérdida de control en tu vida y eso te haga sentir incómodo/a. Cuando esto te ocurre, es el momento de empezar el proceso de cambio y vivir el momento.
Crea tu momento y experimenta la vida tal cómo es, asume tus responsabilidades y sé sincero/a contigo mismo/a. Una vez llegados a este punto, no te pierdas algunas claves para aprender a salir de tu zona de confort, y comenzar a vivir la vida, ¡plenamente!
Aprende a salir de tu zona de confort
1- Las mejores cosas suceden cuando te sientes incómodo
En momentos de estrés o incomodidad, debes recordar que algunas de las mejores cosas suceden fuera de la zona de confort. Estas experiencias pueden desafiarte y ayudarte a crecer. Solo tendrás que comprometerte a tratar la situación con esfuerzo y mantener unas expectativas reales para poder aliviar la tensión que puedas sentir. La pregunta que debes hacerte siempre es: '¿Qué es lo peor que puede pasar?' Y después, céntrate en lograr el resultado opuesto.
2- Haz pequeñas cosas que te obliguen a salir de tu zona de confort
Por ejemplo, puedes tumbarte en un banco de un parque durante 10 segundos, abraza a alguien de tu familia a quien no sueles abrazar normalmente, habla con un desconocido, por ejemplo cuando vayas al supermercado habla con el dependiente, etc. Todas estas actividades están orientadas a hacer que te sientas cómodo haciendo acciones que no estás acostumbrado a hacer.
3- Imagina que eres capaz de hacerlo
Antes de salir de tu zona de confort, es importante que te imagines que eres capaz de hacerlo. El poder de tu mente es increíble y puede darte la fuerza y la energía que crees que te falta. Para sentirte capaz de hacerlo, haz 3 respiraciones profundas, piensa en algo que te haga sentir feliz y ahora imagina que todo tu cuerpo se llena con una luz especial, como si fuese una bonita bombilla y después, imagínate haciendo y consiguiendo eso que crees que tanto te cuesta. Así tendrás las estrategias suficientes para poder afrontar la situación cuando llegue el momento de hacerlo.
Puedes repetirte una frase de empoderamiento, como por ejemplo: 'Estoy seguro/a', 'Soy capaz de hacerlo', etc. Esto reduce el estrés que puedas sentir y tendrás la confianza suficiente para salir de tu zona de confort.
Estas tres claves son esenciales para poder salir de tu zona de confort, pero sobre todo es importante que tengas presente que vivir fuera de la zona de confort es, por definición, incómodo. Por lo tanto, el mejor hábito que puedes fomentar dentro de ti es la práctica de familiarizarte con la incomodidad. Una buena forma de hacer esto es elegir una cosa cada día que te asuste hacer o que te haga sentir incómodo/a y hacerlo. Si tienes miedo actúa, haz esto durante un año y te sorprenderás como lo que antes te daba miedo, ahora es algo común para ti.