Hace tiempo que el minimalismo comenzó a entrar en la vida de las personas, primero fue en la decoración del hogar y luego en el estilo de vida. Las persona también se pueden convertir en personas minimalistas y esto, sin duda, trae beneficios para quienes lo practican. A medida que envejecemos, todas nuestras "cosas" siguen acumulándose. ¿Qué pasa cuando no puedes soportarlo más? Que te conviertes en una persona minimalista.
Si no lo tienes del todo claro, vamos a darte algunas razones por las que ser minimalista será una buena opción de estilo de vida para ti. Una vez que comiences, no sabrás por qué has tardado tanto en serlo.
Más dinero
Gastarás menos y ahorrarás más dinero si no compras cosas constantemente. Eso significa tener más dinero en tu cuenta bancaria y vivir más desahogado pudiendo pagar todas tus facturas y además ahorrando un poco cada mes. Sentirás que vuelves a tener control sobre tu economía, lo que hace que los pensamientos negativos o incluso el estrés y la ansiedad que mucha veces provoca el estar ahogado económicamente desaparezcan. Investir en paz mental también es muy importante.
Menos estrés
Preocuparse por lo que otros piensan es un hábito dañino que muy fácilmente se convierte en una segunda naturaleza. Tratar de mantenerse al día con las últimas modas, artilugios y tendencias lo hará que estemos frenéticos, inquietos y agotados de tanto estímulo. Una vez más, la sencillez es sinónimo de paz mental.
Para evitar esto y tener menos estrés, es tan fácil como dejar de pensar en lo que pueden -valga la redundancia- pensar los demás y empezar a preocuparte en cómo te sientes tú ahora mismo. Actúa en consecuencia a tus emociones y verás cómo todo se pone en su lugar.
Menos mantenimiento
Las cosas requieren espacio y el espacio necesita mantenimiento. A medida que reduzcas tus posesiones, te darás cuenta de que realmente no necesitas tantas cosas y mucho menos piensas en comparte o adquirir más. Menos pertenencias y menos metros cuadrados significa menos tiempo perdido y menos dinero gastado en el mantenimiento y cuidado de tus posesiones y espacio vital. Esto, una vez más, te coloca nuevamente en el lugar donde te sentirás más cómodo económicamente.
Más compasión
Puedes elegir si ser o no minimalista. El minimalismo es una elección que eres libre de tomar o no. Puedes renunciar a todo lo que quieras y es probable que aún tengas más que la mayoría del resto del mundo. Cuando te das cuenta de cuánto tienes y de lo poco que necesitas, obtienes más compasión por los necesitados. Vivir con menos deja en claro que eres capaz de dar más, sin quitarle nada a tu estilo de vida.
Más tiempo con los seres queridos
Comprar cosas, mantener cosas, preocuparse por cosas, desear cosas: el estar constantemente deseando cosas requiere mucho tiempo valioso. Tomar un descanso de las posesiones realmente puede liberar tu horario. De repente, tienes tiempo para sentarte a cenar en familia, llevar a tu pareja a una cita o reconectarte con otros seres queridos como tus hermanos.
Menos dudas
A medida que te apegas a tu determinación de eliminar el exceso, llegas a descubrir lo que realmente quieres. No lo que estás comercializando, no lo que tu vecino quiere, sino lo que quieres. A medida que descubras tus verdaderos deseos, te comprenderás mejor y dudarás menos. No cuestiones más tus deseos, necesidades y opiniones mientras intentas mantenerte al día con el resto de la cultura. ¡Te sentirás mejor cada día de tu vida!
Más autocontrol
Fortalecer tu autocontrol requiere tiempo y práctica. Comienza a perfeccionarlo purgando primero los elementos que te detienen, que te estresan o que te distraen más de la cuenta. A partir de ahí, comienza a centrarte en lo que realmente importa y practica decir no al resto. Cuanto más practiques, más se fortalecerá tu autocontrol y resolución. Cuanto más fuerte sea su resolución, más fácil será encontrar tus objetivos, cumplir con las resoluciones y comprometerte con el estilo de vida que realmente quieres.
Más felicidad
Menos estrés, más tiempo con los seres queridos, menos miedo, más confianza: todos los beneficios del minimalismo conducen a una recompensa general: Felicidad. Merece la pena el esfuerzo para descubrir que realmente tu vida vale mucho más cuando tienes menos.