Si alguna vez has sentido que necesitas eliminar el estrés de tu vida, hacer más ejercicio o cambiar tu dieta...¿por qué los dejas para más adelante? ¡Ahora puedes hacer esos cambios para mejorar tu vida! Quizá no sabes por dónde empezar pero sientes que ha llegado el momento de cambiar lo que te genera estrés y apostar por tu bienestar desde ¡ya! Si es así, ¡descubre cómo hacer un plan de vida!
Primero deberás tener en cuenta qué es lo que ocurre para que no hayas hecho estos cambios antes: la inercia, la comodidad, el miedo al cambio... Cuando crees un plan de acción específico y veas que eres capaz de seguirlo, todo será mucho más fácil y te estresarás menos porque las posibilidades de éxito, ¡no pararán de aumentar! Si en algún momento te das cuenta que te sales de tu "camino" tendrás que volver a hacer balance y comenzar de nuevo. ¡Sigue los pasos!
Mira lo que no funciona en tu vida
Es importante saber qué es lo que no funciona en tu vida y saber qué quieres cambiar. Tendrás que evaluar las diferentes áreas en tu vida. Si es necesario escríbelo en forma de lista o en narrativa, lo importante es que te crees un mapa mental de las áreas de tu vida que son importantes y que sientes que no funciona.
Para la mayoría de las personas, las áreas importantes suelen ser: trabajo, familia, bienestar, dinero, otras áreas de estrés e incluso un entorno familiar. Piensa en cuáles son tus valores en la vida y evalúa cómo esas áreas te están afectando.
Piensa en tus valores
Cuando estés haciendo tu plan de vida, tienes que trabajar en torno a tus valores, lo que es importante para ti y lo que esperas mantener. ¿Valoras mucho la familia pero pasas muy poco tiempo con ellos porque trabajo en algo que no te gusta? ¿Quieres mejorar tu estado físico pero te pasas demasiadas horas mirando la televisión?
A menudo, las personas incluyen actividades en sus vidas que tienen poco valor para ellos sin darse cuenta. Para asegurarte de que estás gastando tu tiempo sabiamente, evalúa qué es lo que más valoras en la vida y presta atención a cómo te comportas realmente en torno a la expresión de estos valores en tu vida real.
Mira hacia el futuro
Cuando hagas un plan de vida tendrás que planificar el presente, pero también el futuro. Observa tus valores y piensa en cómo quieres que sea tu vida en los próximos meses, años... ¡piensa hasta dentro de 10 años! Después trabajar hacia esos objetivos para sentir las recompensas. Si por ejemplo quieres cambiar de trabajo, deberás dedicar parte de tu tiempo a esa búsqueda.
Planea tus pasos
Piensa en dónde te gustaría estar u comienza a caminar en ese camino. Organiza pequeños pasos que te permitan acercarte a tus metas y así podrás experimentar más fácilmente los éxitos para mantener tu motivación y mirar hacia tus metas a medida que avanzas.
Elimina lo que te bloquea
A medida que planificas los pasos hacia adelante, revisa lo que no funciona y piensa en qué podrías mejorar en el futuro. Piensa qué es lo que te bloquea en conseguir tus metas y elimina aquellos aspectos de tu vida que te hacen agotarte. Recorta aquello que no te llene, compromisos, relaciones, etc. Minimiza cualquier cosa que te quite las energías y que no te satisfaga personalmente.
¡Configura la estructura de tu vida!?
Crea sistemas en tu vida que te permitan respaldar los cambios deseados para que no tengas que rehacer lo mismo una y otra vez. Por ejemplo, si quieres comenzar a entrenar, apúntate a un gimnasio y encuentra un compañero que forme parte de tu agenda cada día para entrenar. Si quieres aliviar tu estrés, comprométete con una práctica regular que te ayude a conseguirlo.