Hay un sinfín de tipos de personalidad en toda la sociedad, pero es necesario conocerse a uno mismo para saber cuáles son las limitaciones o las virtudes que se tienen en cuanto a las relaciones con los demás. Las personas que tienen trastornos de personalidad adictivos pueden experimentar una gran cantidad de problemas en las relaciones.
Los tipos de personalidad adictivos pueden tener dificultades para hacer o mantener amigos, experimentar problemas recurrentes en sus relaciones con la familia o amigos y también pueden sufrir de relaciones problemáticas en el lugar de trabajo.
El trastorno de personalidad adictiva incluye una amplia gama de adicciones, incluidos alcohólicos, adictos a las drogas o alimentos, jugadores compulsivos, ladrones de tiendas, adictos al trabajo y gastadores adictivos. Estas personas sufren no solo en sus relaciones personales sino también en su relación con ellos mismos, lidiando con la vergüenza y el miedo de sus comportamientos compulsivos. Además y por si fuese poco, también pueden sentir culpa puesto que en muchas ocasiones quieren controlar ese comportamiento adictivo que le causa problemas pero se sienten incapaces de controlarse experimentando culpa y enfado hacia ellos mismos.
Relaciones centradas en el conflicto
Las relaciones centradas en el conflicto son un tema clave para las personalidades adictivas. La baja autoestima, los sentimientos de insuficiencia y culpa que sufren muchas personas con personalidades adictivas crean conflictos en las relaciones porque constantemente hacen juicios de valor y comparaciones con los demás.
Las personalidades adictivas se comparan constantemente con los demás, tienen expectativas irreales de los demás y hacen juicios negativos basados en sus sentimientos de indignidad e inseguridad. El conflicto se produce porque la otra persona nunca puede cumplir con las expectativas establecidas por el adicto. Como el adicto puede darse cuenta de esto en algún nivel, vacilan entre la culpa y la culpa hacia el otro. Todo esto les generará grandes conflictos internos y también de relación con las personas de su entorno.
Confianza
Las personalidades adictivas generalmente sufren problemas de confianza derivados de la infancia y problemas relacionados con el miedo al abandono. Estos problemas de confianza pueden tener sus raíces en el deseo del adicto de controlar cada situación en su vida. Su adicción puede deberse a una falta de amor o una falta de seguridad desarrollada en la infancia, y pueden sentir que realmente no pueden confiar en nadie más que en sí mismos.
La adicción sirve para enmascarar este sentimiento, que generalmente encuentra sus raíces en los sentimientos de miedo e insuficiencia. Debido a que nunca pueden realmente controlar el comportamiento de nadie, sino el propio, el adicto puede tener problemas para confiar en alguien en su vida, sintiendo que eventualmente serán traicionados o abandonados. Las personas con personalidad adictiva piensan que no hay nadie en el mundo ni que les comprenda ni que se pueda confiar en ellos.
Comportamiento agradable a la gente
La baja autoestima inherente del adicto y los sentimientos de insuficiencia pueden llevar a comportamientos agradables hacia otras personas pero desagradables para uno mismo. Los comportamientos agradables a las personas a menudo resultan tan adictivos como cualquier droga, y lo califican como un comportamiento "compulsivamente centrado en otros".
Otros pueden referirse a esto como codependencia, que es una incapacidad para separar el yo de los demás y la compulsión de hacer felices a los demás constantemente, poniendo las necesidades y los deseos de los demás por encima de los suyos propios. Los adictos pierden su sentido de sí mismos con el comportamiento agradable de las personas, en el sentido de que su deseo de obtener una aprobación externa compromete su sentido de autoestima y felicidad. Otras personas pueden sentirse desanimadas por este comportamiento, sintiendo que están en una relación con alguien que es la sombra de una persona, que no tiene pensamientos ni deseos propios.