Una de las temáticas y debates más recurrentes dentro del mundo de la psicología ha sido la relación entre la psicopatía y sociopatía con las conductas criminales. Definimos como psicopatía al trastorno de la personalidad que provoca que un individuo sea incapaz de empatizar con los demás o de sentir algún tipo de remordimiento. Generalmente, los psicópatas utilizan a la gente de su entorno como un mero instrumento para conseguir sus objetivos.
Por su parte, la sociopatía, al contrario que los psicópatas, se considera un rasgo adquirido por el entorno o la educación recibida. Según los expertos, los psicópatas "nacen" y los sociópatas "se hacen", pero en cualquier caso, los dos tipos de personalidad muestran un desprecio innegable por la sociedad y los derechos de los demás. La impulsividad, la agresividad o la irresponsabilidad son algunos de los rasgos comunes que presenten ambos trastornos.
¿Quién es más peligroso?
Los psicópatas, por regla general, tienen dificultades para crear vínculos emocionales reales con los demás y, por eso, sus relaciones suelen ser superficiales y diseñadas solamente para su propio beneficio. Sin embargo, curiosamente las personas psicópatas a menudo suelen ser vistos por los demás como gente educada y de confianza. Tanto los psicópatas como los sociópatas son personas peligrosas, ya que tratan de vivir una vida aparentemente normal mientras tienen que hacer frente al trastorno mental que padecen. Sin embargo, la psicopatía es probablemente enfermedad mental más peligrosa de todas, pero aún así debemos tener en cuenta que no todas las personas psicópatas o sociópatas tienen que ser violentas, aunque a menudo es un factor que suele estar presente.
Cuando un psicópata está involucrado en algún crimen tiende a hacerlo de una manera cerebral y minimizando cualquier tipo de riesgo que pueda asumir o recaer en ellos. Saben planificar a la perfección sus actos para asegurarse que no los atrapen y, además, suelen ser personas resolutivas con una gran capacidad y amplia gama de soluciones para cualquier conflicto. Por su parte, cuando un sociópata se involucra en algún crimen, lo hace de forma impulsiva y no planificada, sin tener en cuenta las consecuencias. Suelen mostrar agresividad con facilidad y a menudo presenta comportamientos violentos que pueden llevarles a cometer a algún tipo de crimen.
Buscar el propio beneficio
A pesar de todo esto, la psicopatía y sociopatía como enfermedades propiamente dichas, no son comunes en todos las personas que comenten algún tipo de crimen. No obstante, existen ciertas semejanzas entre sus comportamientos, como la falta de empatía o las mentiras constantes hacia los demás. Además, las personas que presentan alguno de estos dos trastornos solo encuentran placer y satisfacción cuando las recompensas se obtienen de forma inmediata.
Según algunos científicos, la dopamina y su liberación en el cuerpo podrían ser las causantes de que los psicópatas y sociópatas sean incapaces de enfocar su atención en otra cosa que no sea su propio beneficio. Esta condición en sus cerebros provoca que los individuos tengan en cuenta las emociones de otras personas o los peligros que sus acciones pudieran suponer en la vida de los demás.
Los individuos con trastorno psicopático o sociopático presentan, además de las características mencionadas, otras conductas como el encanto superficial, la astucia y la inteligencia. Así como la ausencia de nerviosismo, falsedad, dificultad para aprender de los errores. También suelen tener una vida personal frívola y poco estable; una alta autoestima, tendencia a exagerar las cosas y la necesidad de mentir de forma constante. Por último, debemos tener en cuenta que alrededor del 3% de la población puede padecer un trastorno de la personalidad antisocial, generalmente, más común entre hombres que mujeres y en su mayoría relacionados con abusos de alcohol o drogas, o por tener un entorno conflictivos.