La fobia es un miedo incontrolable a diferentes cosas o situaciones sin que siempre haya una causa concreta del porqué de ese miedo. A veces son causados por traumas de la infancia, por algún acontecimiento desagradable o por simple miedo, pero esto no siempre tiene una explicación. Las más comunes son las fobias a los insectos, a las alturas o a la oscuridad, pero hay muchísimas otras fobias más desconocidas y que a diario se convierte en un problema muy grave para aquellas personas que la padecen.
Una de estas fobias más desconocidas es la dermatopatofobia o miedo a las lesiones en la piel. Para comenzar a entender este tipo de fobia hay que hacer una clara distinción con tripofobia, muchas veces confundidas. Esto ocurre por la costumbre que tienen muchas personas de buscar este tipo de temores en internet. En la búsqueda en la red, al introducir la palabra dermatopatofobia podemos encontrar muchas imágenes de lesiones en la piel pero muchas de ellas están más relacionadas con lesiones con forma de círculos perfectos y ordenados. En realidad esta imagen está más relacionada con la tripofobia que es el miedo a las aglomeraciones de formas geométricas, especialmente hoyos pequeños. Sin embargo en el caso de la dermatopatofobia hay que entender que es el miedo a cualquier tipo de lesión o enfermedad que tenga que ver con la piel, sea o no visual.
Causas y síntomas de la dermatopatofobia
El miedo a que aparezcan lesiones en la piel puede venir producido por haber sufrido alguna enfermedad grave o alguien cercano con problemas dermatológicos, pero también existe la opción de que sea un miedo irracional a que aparezcan por un trastorno hipocondríaco.
La persona que padece dermatopatofobia no solo tiene miedo a hacerse alguna herida o a tener alguna enfermedad, sino que sufrirá ansiedad por el simple enrojecimiento producido por un cambio de temperatura muy contrastado. También afecta a las personas con esta fobia el sufrir o ver una quemadura, una irritación provocada por una alergia o una picadura. Por supuesto estas personas también sufren de belonefobia o miedo a las agujas y por supuesto nunca verás a una persona con dematopatofobia hacerse un piercing o un tatuaje, algo que es superior para ellos, aunque sea una persona cercana la que se lo haga.
Existen muchos niveles de esta fobia, ya que mientras unas personas pueden temer solo a las lesiones cutáneas y enfermedades, para otras el simple hecho de un exceso de sequedad puede provocarle ansiedad.
Los principales síntomas que podemos encontrar en las personas que padecen dermatopatofobia son, como en muchas otras fobias: la sudoración excesiva, palpitaciones, tensión muscular, dilatación de las pupilas, naúseas, escalofríos, etc.
A la larga, una persona con esta fobia puede tener un sobrecuidado de la piel y del roce del mismo aire, lo que puede suponer que se convierta en una persona asocial y que tema salir a la calle ya que esto puede suponerle algún problema para su piel. Todos estos trastornos pueden llegar a afectar severamente a la salud mental de la persona, por lo que debe ponerse en manos de médicos especialistas que le ayuden a acabar con sus temores lo antes posible.
Tratamiento de la dermatopatofobia
No existe un tratamiento médico para hacer frente las fobias, ya que se tratan de trastornos que afectan a la mente y a los que hay que hacer frente de manera voluntaria. Por eso lo primero que debes tener en el caso de que padezcas de dermatopatofobia es las ganas de hacer frente y acabar con la fobia. Una vez estés decidido a acabar con este temor, acude a un personal especializado que pueda ayudarte a seguir los pasos adecuados y precisos para que este miedo desaparezca de tu mente.