El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una de las enfermedades psiquiátricas más frecuentes que existen. Las personas que padecen este trastorno se caracterizan por tener un pensamiento obsesivo que genera ansiedad, temor e inquietud, así como multitud de manías que van a condicionar tu manera de vivir la vida así como las relaciones interpersonales.
Así, si eres una persona que padece Trastorno Obsesivo-Compulsivo tendrás pensamientos repetidos y obsesiones que te llevarán a hacer lo mismo una y otra vez para intentar que los pensamientos desaparezcan (compulsiones). Si el TOC no es tratado, puedes llegar a perder el control de tu vida pues desde ese momento será esta enfermedad quien lleve las riendas. En Bekia te contamos más acerca de este trastorno, sus principales características y sus síntomas.
El TOC comienza en la infancia o adolescencia
El TOC es un trastorno progresivo, es decir, se va desarrollando conforme van pasando los años y la persona sufre constantes cambios a lo largo de su ciclo vital. No obstante, también puede aparecer de repente por una situación concreta que actúa como desencadenante. Así, los síntomas pueden aparecer en cualquier edad y puede producir una importante discapacidad.
Así, no se sabe la causa concreta, pero sí sabemos que algunos factores pueden influir considerablemente en padecer el Trastorno Obsesivo-Compulsivo como pueden ser los antecedentes familiares de TOC y el tipo de familia en el que se haya desarrollado la persona (no nos referimos al hecho de que sea una familia monoparental o una familia nuclear, entre otros múltiples tipos de familia, sino a cómo se han comportado tus padres contigo).
El TOC es una enfermedad crónica, es decir, su curabilidad es muy difícil aunque si se producen mejorías en la mayoría de los casos. Tan sólo un 20% de las personas con TOC han conseguido superar el trastorno por completo. Muchos estudios demuestran que una educación rígida recibida por tus padres en la infancia influye considerablemente en la aparición de este trastorno, es decir, puede existir una relación directa entre el trato que has tenido con tus padres y el hecho de padecer Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
Los pensamientos impulsivos
Los pensamientos impulsivos pueden ser de varios tipos. En primer lugar, los impulsos pueden ser agresivos y esto provoca la aparición de un miedo irracional a la persona con TOC por pensar que puede hacerle daño a un ser querido.
Otra manifestación del TOC puede ser el temor o fobia a contaminarse de algo que hayan tocado o si son tocados por cualquier otra persona. Además, son personas muy obsesivas por el orden, la limpieza y están constantemente comprobando todo aquello que hacen para evitar que surja cualquier tipo de problema.
Un ejemplo de esto es, por ejemplo, cuando cierran la puerta con llave y vuelven a subir a su casa para comprobar que lo han hecho correctamente. Lo que tienen en común todas estas características es que se tratan de manías que puedes tener si padeces este trastorno, manías las cuales van a dominar y condicionar tu estilo de vida.
Así, las personas que padecen TOC se caracterizan por buscar la perfección en todo momento, lo que les provoca tensión y malestar si perciben que algo puede quedar imperfectamente. Si eres una persona con TOC, tú mismos sabrás que eres impulsivo y tendrás miedo a perder el control en determinados momentos, sobre todo en ámbitos como en lo sexual y lo religioso.
También sueles tener dudas constantemente sobre el futuro o la existencia y tienes la necesidad de contar numéricamente todo aquello por lo que te obsesionas, como las calles, los coches, las ventanas, los semáforos, etc. El TOC es un trastorno que no se puede prevenir, la única solución existente es tratar la enfermedad con terapias y sus respectiva medicación para hacer que no vaya a más, y poder disminuir esas manías en la medida de lo posible.