Existe un tipo de violencia muda, sorda, invisible en la que se hace sufrir a la víctima mediante la culpabilización o desvalorización aprovechando el cariño que esta siente hacia su agresor: el maltrato psicológico, es decir, cualquier tipo de comportamiento sistemático que provoca daños emocionales en la persona y afecta su equilibrio emocional.
Es cierto que todas las parejas tienen sus peleas y malentendidos y puede ser que durante una discusión se digan cosas demasiado dolorosas porque cuando peleamos con alguien solemos decir cosas que realmente no sentimos para hacer daño a la otra persona, pero tampoco deberíamos permitir que este tipo de actos se repitan a menudo, ya que podrían terminar con la relación y con nuestra salud mental.
El problema surge cuando se sobrepasan este tipo de situaciones. Hay muchos tipos de personas maltratadoras y entre ellos encontramos hombres y mujeres indistintamente. El maltrato físico suele ser más fácil de detectar, puesto que la otra persona presentará daños físicos obvios para los demás. Sin embargo, el maltrato psicológico es más difícil de detectar porque el agresor no siempre recurre a los gritos, las humillaciones, los insultos o la violencia verbal. En algunos casos echa mano a la ironía, el sarcasmo, el silencio o la indiferencia.
Consecuencias
Lo peor de todo esto es que solo sufre la parte afectada, lo que conlleva una serie de síntomas perjudiciales a la larga: Tienes un malestar físico, la autoestima por los suelos, tu estrés y tu ansiedad aumenta. Te estás dando cuenta que estás perdiendo tus relaciones sociales llegando en muchas ocasiones al aislamiento y sientes que has dejado de ser la persona que eras. Además, tu irritabilidad, apatía, indecisión e inseguridad incrementan, teniendo también problemas en la alimentación y alteraciones en tus horas de sueño.
No te apetece arreglarte, te dejas, te descuidas y tienes ataques de ira dirigidos a otras personas ajenas a vuestra relación. Sientes que dependes emocionalmente de esa persona, aunque no tienes ganas de tener relaciones sexuales. El sentimiento de culpa aumenta y sientes vergüenza. Te sientes inferior y no te ves capaz de tomar decisiones. A su vez, estos efectos del maltrato psicológico hacen que el clima dentro de la relación de pareja siga empeorando aún más, lo cual acarrea consecuencias graves para la víctima.
El primer paso para hacer frente al maltrato psicológico es saber identificar sus señales, algo difícil ya que son dinámicas no se producen de un día para otro y son señales sutiles de las que apenas nos damos cuenta. Además, el maltratador suele pedir perdón después de la agresión y suele querer reconciliarse, esto hace que el agredido sienta cierto sentido de culpabilidad.
Lo importante es recordar que nuestra persona está antes que cualquier otra persona. A pesar de esto, es muy común que la víctima de este tipo de maltrato no lo reconozca inmediatamente. En un primer momento se preguntará si habrá provocado de alguna manera esa reacción o si estará exagerando. Así, en el intento de hallar una explicación, suele culpabilizarse. Error.
Qué hacer en caso de maltrato psicológico
Si consideras que estás sufriendo malos tratos psicológicos, no intentes cambiar la situación que estás viviendo porque es muy difícil que tu agresor cambie, por mucho que te lo diga en los momentos en que te planteas dejarlo. No lo creas porque esto casi nunca, por no decir nunca, sucede. Al revés, la violencia suele ir creciendo progresivamente. Lo mejor será que te marches y huyas de esa situación. No has venido al mundo para aguantar a nadie, sino para querer y que te quieran con cariño, respeto y confianza. A continuación, algunos consejos para saber qué hacer en caso de maltrato psicológico:
- Rodéate de tus seres queridos: No tengas miedo de contarle a tu familia y a tus amigos la situación por la que estás pasando. Te sorprenderá el apoyo que te darán.
- Nunca justifiques sus acciones: Nada justifica el maltrato psicológico, ni que tu pareja tenga un carácter fuerte, ni que tenga problemas graves en su vida o esté estresado o haya tenido un pasado difícil. Al revés, todo eso deberían de ser motivos de más para ser una persona cariñosa, respetuosa y que valora la suerte de tener a alguien a su lado que lo quiere y apoya.
- No te culpabilices ni te cuestiones a ti mismo: Puedes haberte equivocado en algo, pero la violencia no es la respuesta. Todo se puede solucionar desde la palabra, el respeto y el entendimiento.
- No mantengas el contacto con el agresor: Si ha pasado poco tiempo desde que has tomado la decisión de dejarle, es muy probable que estés vulnerable emocionalmente. Algo que esa persona podrá aprovechar para dar la vuelta a la historia en cualquier momento y volverte a engañar.
- No tengas miedo de que se repita la situación con otra persona: El problema no es tuyo, sino del maltratador que te ha hecho pasar muy malos momentos debido a su desequilibrio emocional. Seguro que otra persona sí que sabe disfrutar de tu compañía.
- No caigas en el consumo del alcohol, medicamentos ni nada por el estilo: La solución no está ahí, sino en personas especializas a las que puedes recurrir en caso de necesitar asistencia psicológica.
Por lo tanto, si consideras que la persona que tienes al lado se sobrepasa, te hace sentir mal, te menosprecia, te deja en evidencia, o incluso llega a las manos, no dudes en cortar esa relación de raíz. Siempre habrá alguien que te quiera y acepte como eres. No dejes que nadie te menosprecie ni te hable mal, simplemente busca una pareja que te trate como tú les tratarías a ellos: con amor, cariño y respeto para toda la vida y aléjate de las personas que no te hagan sentir feliz contigo mismo.
Cómo y dónde encontrar ayuda
Llama al número 016 si te encuentras en esta situación. Puedes hacerlo desde cualquier punto de España y a cualquier hora del día. Atienden varios idiomas, es gratis y no deja rastro en la factura. Al otro lado encontrarás a personas entrenadas que pueden ayudarte a reconocer una situación de maltrato, ofrecerte información sobre recursos disponibles e indicarte el punto de atención más cercano o incuso avisar a emergencias y a la policía.
No es una línea exclusivamente para mujeres. También pueden llamar sus amigos o sus familiares para pedir asesoramiento y conocer el mejor modo de ayudar a esa persona que consideran que está sufriendo malos tratos.
Otra opción es recurrir al médico de atención primaria, a los servicios sociales del Ayuntamiento y las asociaciones de mujeres. Las mujeres que sufren violencia de género tienen derecho a denunciar y pueden hacerlo ante la Policía, sea local, nacional o autonómica, la Guardia Civil, la Fiscalía o los juzgados. Además, no tendrán que pagar tasas judiciales y pueden contar con un abogado de oficio. Todos los derechos que les corresponden están recogidos en la Ley Integral de Medidas de Prevención de la Violencia de Género.