La forma en que piensas sobre lo que ocurre en tu vida contribuirá para que sientas si lo que te pasa es estresante o no. Las distorsiones cognitivas (patrones de pensamiento defectuoso) pueden afectar a tus pensamientos, a tu forma de comportarte y a cómo sientes el estrés. El cómo te hablas de forma interna (el diálogo interno) es la manera en cómo te afrontas a la vida.
Hay personas que ese diálogo interno es más positivo y otros que lo tienen más negativo... estos segundos suelen tener más estrés y sentir la vida de forma más pesimista. Si tienes un patrón de conversación interna negativa, ¿se puede cambiar esos patrones de pensamientos con la reestructuración cognitiva?
La reestructuración cognitiva ayuda a cambiar estas distorsiones en la mente, que los patrones de pensamiento negativos dejen de existir. Normalmente se necesita la ayuda de un terapeuta para realizar una terapia cognitivo conductual. En algunos casos, se pueden lograr buenos resultados si tienes la información correcta y el compromiso suficiente para conseguir buenos resultados.
Sé consciente de lo que ocurre
Es difícil cambiar algo cuando no sabes que está ocurriendo. A veces, las distorsiones cognitivas incluyen pensamientos de 'todo o nada', por lo que no hay matices medios. El razonamiento emocional y el lógico se solapan y la persona no es consciente de que su pensamiento está siendo distorsionado.
Para reconocer las distorsiones debes estar alerta sobre pensamientos que puedan ser irracionales. Una vez que lo sepas, podrías reconocerlos en ti y en los demás y estarás preparado para reestructurar tu mente y volver a tener pensamientos racionales.
Necesitarás práctica y tiempo para poder hacer una buena reestructuración cognitiva y cambiar tus pensamientos negativos por otros positivos que te ayuden a vivir la vida más y mejor.
Tú eres quien puede cambiar las cosas
No importa si vas a terapia, ni que tu psicólogo sea el mejor del mundo, si tú no quieres realmente cambiar, no conseguirás nada. No existen varitas mágicas. Que una situación sea estresante depende de tu mente y si te estresas más de la cuenta empezarás a sentirte agotado. Tú eres dueño de tus decisiones. La vida es una decisión constante y dependiendo de las decisiones que tomes el resultado será uno u otro.
Si empiezas a cambiar pensamientos del tipo: 'tengo que', 'no puedo' por otros que sean: 'voy a hacer', 'elijo no hacerlo', etc. Empezarás a recordar que las opciones de una situación depende de ti y te sentirás menos estresado porque sabrás que tú tienes el control. Por ejemplo en lugar de pensar algo como: 'Me gustaría hacer ejercicio pero los niños no me dejan', puedes pensar otra cosa como: 'Me gustaría hacer ejercicio, pero elijo jugar con mis hijos'. Poco a poco aprenderás a pensar de forma positiva más automáticamente y podrás pensar reduciendo el estrés.
Redice los 'tendría que' o 'debería'
Cuando piensas con 'tendría que' o 'debería', tendrás estrés casi seguro porque sientes que hay una forma correcta e incorrecta de hacer las cosas y lo que haces no está acorde con lo que sientes en ese momento. Creas una distorsión cognitiva y te siente mal contigo mismo, porque lo que tu cuerpo genera cortisol y tú sentirás un estrés bastante angustiante.
Es momento de que analices esos 'deberías' para saber qué es lo mejor que puedes hacer en cada momento determinado, intentando que esos pensamientos estén acordes y en consonancia con tus acciones.
Céntrate en lo positivo
Una idea maravillosa para centrarte en lo positivo y que te des cuenta de que tienes mucho que agradecer en la vida, es tener un diario de gratitud donde plasmes tus pensamientos cada día. Es un registro en un diario de las cosas por las que estás agradecido, por pequeñas que sean.
Estarás entrenando tu mente para notar todo lo bueno que te pasa cada día de tu vida y alejar de esta manera a los malos pensamientos y al estrés de tu vida.