A nadie le gusta ser invisible para los demás, aunque en ocasiones pasar desapercibido sea una buena idea... pero una cosa es pasar desapercibido cuando uno lo elige y otra cosa muy distinta es parecer invisible para las demás personas. No hay nada peor que estar en algún lugar y sentir que nadie te nota. Sentirse invisible no es lo mismo que sentirse inútil, pero ciertamente no es agradable.
Las personas que sienten que son invisibles a menudo tienen buenas razones por las que se sienten así. No es que estén malcriados y sientan que simplemente no están recibiendo suficiente atención... El problema de sentirse invisible es que nos hemos olvidado a nosotros mismos. Esto es lo que realmente es sentirse invisible.
Olvidé que estabas aquí
"Olvidé que estabas aquí" puede ser una frase que al escucharla se clava como un cuchillo afilado en el corazón. Quizá no te importe estar callado y guardar silencio y quizá pienses que en parte sea tu culpa que las personas no recuerden que estabas en ese lugar. Lo que pasa con la afirmación de ser olvidado de estar allí es que no hace que una persona cambie repentinamente y sea ruidosa y dé a conocer su presencia.
Quizá esto haga que sientas que tienes que sacar de nuevo una coraza para protegerte de los sentimientos negativos. El hecho de que no quieras ser el centro de atención no significa que un poco de atención no pueda ser agradable para ti. Es agradable sentir que se siente tu presencia y que a la gente le gusta tenerte cerca. No es agradable sentir que a la gente no le importaría si no estuvieras allí.
Autoestima
Hay una serie de sentimientos que conlleva ser introvertido. Deseas aceptarte tal como eres porque no sirve de nada desear que fueras algo que no eres. Dicho esto, al crecer siendo introvertido, quizá no te haya importado nunca tener pocos amistades siempre y cuando fuesen las adecuado.
Quizá cuando estás en ciertas situaciones te sientes más o menos cómodo, pero no es algo que te haya preocupado demasiado hasta ahora. Debes ser tú mismo y no padecer por ser alguien que no eres.
A veces puede parecer imposible tener la mejor autoestima posible cuando no te gusta tu personalidad. No es algo tan fácil de cambiar como otras partes de ti mismo. Lo más importante de todo esto es que si te sientes invisible es algo tú eliges y no es malo. Solo tienes que aceptar cómo eres y no ser alguien que no eres solo para que otros te acepten.
Aceptación
Aceptarte a ti mismo es difícil, pero es necesario. Todos tenemos cosas sobre nosotros mismos de las que no somos fanáticos. Ya sea que cambiemos o no esas cosas o simplemente las aceptemos, son importantes porque esas cosas son parte de nosotros.
Cuando aceptes esto te sentirás invisible con menos frecuencia porque te habrás dado cuenta de que no hay nada malo en ti. La gente te quiere por ser quien eres, no permitas que la gente que está a tu alrededor se olvide que estás allí y no te sentirás invisible. Nunca más. Solo tienes que salir de tu zona de confort para encontrar la magia y dejar de tener miedo, acéptate y todo cambiará a mejor.
Si alguna vez te callas en un sitio nuevo es normal, no te obligues a hacer cosas que no quieres, pero si quieres... solo tienes que salir de tu zona de confort para descubrir lo capaz que eres en todos los sentidos. Te darás cuenta cómo los demás quieren pasar su tiempo contigo porque eres una persona increíble. De esta manera y casi sin darte cuenta, comenzarás a disfrutar más de tu entorno, de las personas de tu vida y de ti mismo.