La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes entre la población y ante la que existe una gran falta de información para poder comprenderlo. Son muchas las personas que se atreven a diagnosticar este trastornos, que resulta tan grave y severo, a través de un atisbo de tristeza, pero lo cierto es que la depresión supone algo más que tener uno o varios días malos. Se trata de un trastorno del cerebro y puede aparecer por las causas más variadas influenciadas por diferentes factores genéticos, psicológicos o ambientales.
Este trastorno clínico se puede desarrollar a cualquier edad y en cualquier sexo, así como clasificarse dentro de otro problema, también de salud psicológica y emocional como puede ser el trastorno bipolar. Por lo general, la depresión está presente en muchas personas a través de un concepto erróneo y no siempre sus síntomas son notorios o fácilmente identificables. La falta de información y los prejuicios respecto a este trastorno disminuyen cada día, pero lo cierto es que todavía queda mucho por hacer.
Este desconocimiento puede llegar a afectar a la propia persona que la padece, y es importante que este sea capaz de identificar sus problemas y su manera de afrontarlos como un posible síntoma de depresión. Los sentimientos de tristeza o desaprensión pueden llegar a confudnirse entre personas con o sin depresión, pero si crees que puedes estar sufriendo las siguientes señales o síntomas, quizá sufras de depresión y no lo sepas.
Pérdida de interés
Aunque mostrar tristeza no es una señal inequívoca de estar deprimido, sí tiene que ver este sentimiento con uno de los signos o síntomas más comunes entre todas las personas que desarrollan depresión. Estar triste, dentro de la depresión, viene acompañado por la falta de interés en cosas que a uno antes le gustaba hacer. El sentimiento perenne de tristeza provoca que todas aquellas cosas por las que existía una motivación o un interés, ya no la tengan.
La pérdida de interés se traduce en un pensamiento en el que nada es relevante y todas las cosas por las que anteriormente había entusiasmo, ahora parecen absurdas y ridículas. Ya sea ver a un ser querido, hacer alguna actividad en equipo o en solitario o dedicar tiempo a algún hobby, todo esto pierde interés e incluso en algo a evitar por todos los medios.
Negatividad extrema y desánimo
Estas dos señales van muy de la mano con la anterior, a la pérdida de interés. Una vez una persona se encuentra en una fuerte depresión, la falta de entusiasmo lleva a una negación de la propia existencia y de cualquier cosa que se pueda hacer. Los pensamientos negativos en todos los ámbitos de la vida son una señal bastante común en los enfermos de depresión.
Si notas que todo lo ves por el lado pesimista y que no eres capaz de encontrarle el lado bueno a nada, deberías ser consciente de lo que te está pasando y pedir ayuda para salir de ese bucle negativo. Toda esa negatividad y desánimo hará que no tengas motivación en tu día a día y si a esto le sumas otros sentimientos y comportamientos característicos de la depresión, tu situación puede agravarse.
Alteración del sueño y ausencia de apetito
Cuando un trastorno mental pasa a un fuerte estado de gravedad, el factor físico comienza también a verse afectado. La depresión es un trastorno severo que puede llegar a provocar que te despiertes en mitad de la noche o tu sueño no sea lo suficientemente reparador y tranquilo como el de una persona sana. Es posible que estas alteraciones del descanso hagan que tengas cambios bruscos de humor, algo que no será positivo para ti si estás empezando a desarrollar depresión. La falta de sueño provocará que tu aspecto físico se vea muy desmejorado y tu actitud ante esto puede que sea de indiferencia y que haga que te aísles todavía más de tus seres queridos.
Por otro lado, otro de los signos que el cuerpo puede enviar en señal de que estás padeciendo depresión es perder el apetito o no tener ganas de comer. La depresión afecta de diferente forma a según qué personas y, aunque puede ser que padecer esta enfermedad haga que comas mucho más de lo que deberías por ansiedad u otros motivos, lo cierto es que es más común que se pierda el apetito y que comer no genere ningún tipo de saciedad o placer.
Irritabilidad y cansancio
La falta de sueño, y más cuando esto es constante durante todas las noches, acaba provocando irritabilidad y mal humor en la persona. Si tu actitud diaria, achacada a la falta de descanso y unido a las señales anteriores, es irritable y muestras un comportamiento de mal humor ante cualquier nimiedad, es probable que experimentes uno de los principales síntomas de una persona deprimida. Piensa que para hacer un diagnóstico hace falta la opinión de un experto, pero si te paras a pensar por ti mismo en si cumples o no todas las señales anteriormente descritas, puede que acabes llegando a la conclusión de que necesitas ayuda.
La falta de interés y motivación, así como los pensamientos negativos pululando a todas horas por tu cabeza pueden hacer que muestres una imagen de cansado permanentemente. Por otro lado, que absolutamente todo te de pereza o te genere debilidad diaria, también son dos señales de que quizá no solo estás en una mala racha, sino que estás empezando a desarrollar depresión.
Te sientes presionado y/o forzado
En muchas ocasiones, cuando el entorno de una persona con depresión comienza a notar que algo no está bien o que simplemente lo notan desanimado y triste, este tiende a forzar las cosas y las situaciones para intentar animar al enfermo. Si sientes que todas las señales anteriormente descritas concuerdan con lo que notas diariamente y, además, sientes desánimo y rechazo constante ante los intentos de tu familia y amigos por salir adelante, es probable que necesites hablarlo con ellos y acudir a un especialista.
Cuando esto ocurre, el cuadro de la persona con depresión suele empeorar. La actitud positiva del entorno y el esfuerzo por hacer que la persona se integre y se contagie de esa felicidad crea el efecto contrario y genera que esta evite cualquier tipo de contacto. Si empatizas con esto último, intenta hacer un juicio de valor sobre tus sentimientos de desánimo y cómo te sientes. Habla sobre tus problemas con la persona que creas más cercana aunque en un principio te cueste pues este será el primer paso, y el más importante, para tu recuperación.