Vivimos en una sociedad en la que todo va muy deprisa. Las modas cambian constantemente y la tecnología se renueva tan rápido que, para estar al día de todo, no podemos despistarnos ni un momento. Además, cuando algo ya no nos sirve podemos dejarlo de lado y adquirir uno de estos productos de nuevo, puesto que encontramos muchos precios diversos en el mercado y una gran variedad en la cual escoger.
Por lo tanto, es normal que esta manera de tratar los objetos que nos rodean o de moldear nuestros pensamientos sea la misma dinámica que utilicemos para nuestras relaciones personales. Es decir, que cuando alguien deje de ensimismarnos tanto como lo hacía al principio, sobre todo de una relación sentimental, podemos tender a dejar a esa persona y a querer encontrar a otra que nos haga sentir la emoción del inicio. Por ello, quizás no luchemos tanto por las relaciones ni por tener nada estable, porque la convivencia o el roce hacen que los sentimientos cambien y no todo sea tan emocionante como al principio.
Tras una mala experiencia, también es posible que más de uno no quiera volver a tener una relación estable. Cuando te rompen el corazón tienes la tendencia a ponerte una coraza, con tal de poder evitar que vuelvan a herirte en el futuro. Esto suele sucederle a todo el mundo y, poco a poco, a medida que vas haciéndote mayor, esta coraza es más grande y fuerte, por lo que abrir el corazón a una persona y volver a confiar de nuevo es cada vez más complicado.
Por eso, existen muchas personas con miedo al compromiso en la sociedad actual. Tanto hombres como mujeres buscan una cierta estabilidad laboral, difícil de encontrar en nuestros días, lo que hace que el hecho de encontrar una pareja estable no sea una de sus prioridades, como podría haberlo sido para generaciones anteriores. Los jóvenes de hoy tienen otras preferencias, sobre todo porque no tienen la vida tan organizada, y pueden cambiar de empleo de un día a otro o no tienen dinero suficiente como para abandonar el hogar de sus padres ni superar las formalidades del día a día de un adulto en el pasado. Esto puede hacer que se sientan bastante más infantiles y no puedan madurar del mismo modo, haciendo que sus relaciones sentimentales se vean afectadas por ello.
Así pues, el compromiso puede que se convierta en palabras mayores y en algo que no comprenden todavía los más jóvenes y los que no lo son tanto, ya que puede significar la formalización de una relación ante los demás y con efectos legales, algo que puede llegar incluso a preocuparles, porque quizás no saben qué es lo que realmente esperan de la vida y del futuro.
Creo que tengo miedo al compromiso. ¿Se puede superar con la pareja?
Indiferentemente de la edad que tengas es posible que tengas miedo al compromiso. Esto quiere decir que es probable que puedas tener una relación estable, pero que no quieras formalizarla por el miedo a lo que pueda suceder después. Quizás pienses que al ponerte más serio frente a esta pareja la magia entre ambos pueda llegar a perderse o bien pierdas esa libertad que te da no tener nada confirmado. Sin embargo, puede que la persona a la que amas sí tenga la necesidad o las ganas de formalizar la relación, por lo que será en ese momento que deberás plantearte tu miedo al compromiso, de dónde proviene y cómo podrías superarlo.
Probablemente, tu miedo al compromiso sea causado por malas experiencias amorosas en el pasado. Quizás tengas miedo que estas situaciones puedan volver a repetirse, lo que te dañaría profundamente. Además, el hecho de consolidar la relación complicaría más las cosas, por lo que debes replantearte si realmente quieres estar con esta persona. En caso afirmativo es más probable que tengas menos dudas a la hora de afrontar el compromiso, porque estarás más seguro de tus acciones y podrás vencer tus miedos.
No obstante, si no estás seguro de si quieres formalizar tu relación con esta persona es porque quizás pongas en dudas tus sentimientos, lo que podría significar que no es la adecuada para comprometerte. Por lo tanto, se puede superar el miedo al compromiso, consultándolo con un profesional de la salud mental como un psicólogo en los casos más extremos, pero deberemos tener en cuenta que la estabilidad de la pareja es un factor clave para que la persona con miedo al compromiso pueda llegar a plantearse si podría dejar de lado y superar este temor con tal de consolidar la relación con la persona a la que ama.