Todas las personas lidian con tiempos difíciles en sus vidas y cada situación puede ser diferente en cada persona. Ya sea el trabajo, el hogar, la vida social o el conflicto interno, todos los problemas reales merecen ser vistos y escuchados para que se puedan tratar y seguir adelante con una mejor versión de nosotros mismos.
En ocasiones se pueden dejar los problemas de lado porque creemos que desaparecerán o se resolverán por sí mismos, pero la realidad es que nunca se marchan, siempre vuelven y a veces, con más fuerza. No se necesitan soluciones rápidas, si no, aprender a lidiar con los problemas para que, si vuelven de nuevo, se aprenda a solucionarlos.
Las pequeñas cosas
Cada día puedes mejorarlo, quizá con cosas tan simples como comer algo que te gusta o salir a pasear con tus hijos. El cuidado personal es extremadamente importante y te ayudará a lidiar con la vida cotidiana, especialmente cuando tiene un día, semana o mes estresante... o incluso un mes entero.
Las pequeñas distracciones pueden hacer maravillasTomar un buen baño, leer un libro que te gusta, comer tu comida favorita... son formas de hacer que las cosas cotidianas y normales se vuelvan especiales. ¿Con cuánta frecuencia decides tomar un tiempo para ti mismo/a? Detente y detén también tu mente, de esta manera pensarás las cosas con más claridad cuando estés un tiempo de inactividad.
Las pequeñas distracciones pueden hacer maravillas siempre y cuando no las estés usando como una forma de evitar el problema más grande que tenemos entre manos. Así que sal y sal a caminar, come esa comida que te gusta o literalmente no hagas nada por un momento y luego ponte de pie y aborda lo que te molesta... te darás cuenta cómo la vida comienza a cobrar significado.
Habla con alguien
Habla contigo mismo, hago esto todo el tiempo, algo que escuchar todo en voz alta en lugar de solo en tu cabeza puede hacer que las cosas hagan clic. Todo suena diferente cuando se pone en palabras y, a veces, eso es todo lo que necesitamos, pero si todavía tienes dificultades, busca a alguien con quien hablar. Esto puede dar miedo, pero también puede tratarse con cosas por tu cuenta.
Habla con personas con las que te sientas cómodo, como un mejor amigo, padre o hermano. Te conocen y pueden darte una idea de una situación que no pudiste ver porque te está sucediendo. O si no necesitas o no quieres consejos y solo a alguien que te escuche también podrás tenerles a tu lado.
Habla con personas con las que te sientas cómodoDesafortunadamente, no siempre tenemos a alguien cercano con quien hablar o nos sentimos como una carga cuando llevamos problemas a otros, por lo que encontrar a alguien fuera de tu círculo podría ser el camino a seguir. Dirígete a alguien que no tiene nociones o prejuicios preconcebidos, que simplemente está ahí para ayudarte, puede hacer que la apertura y la conversación de todo lo que tienes dentro salga hacia afuera.
Ahora, no todos tenemos el dinero o el tiempo para ir a un terapeuta, pero hay muchos recursos para ayudarte con eso. Hay opciones gratuitas en Internet. Si en algún momento sientes que estás en espiral y necesitas ayuda inmediata, conecta a un familiar, amigo, grupo de apoyo en redes o profesional de la salud.
Da un paso atrás
Esto puede significar muchas cosas diferentes. Podría ser tan simple como dar un paso atrás de una determinada situación o redes sociales, a algo más difícil como una relación, o si tienes la suerte de hacerlo: tu trabajo. Salir y alejarte de lo que está sucediendo en tu vida puede darte una perspectiva nueva y fresca, ¿cómo haces esto? Ve a la habitación contigua para tomar un respiro, dar un paseo, una caminata, un paseo en coche, sentarte y no mirar tu teléfono, si puedes hacer un viaje...
No estamos hablando de aislarte de todos, pero si lo que necesitas es tiempo a solas para juntar tus pensamientos para procesar lo que esté sucediendo, tómate ese tiempo, pero recuerda que tus amigos y familiares están ahí para ayudarte, incluso cuando no lo quieres cerca.
Cuando tengas la ayuda que necesitas, haz las cosas solo cuando estés listoRodéate de positividad
Esto probablemente suena más fácil decirlo que hacerlo, pero en realidad no lo es. Se te permite estar molesto y enfadarse por lo que sea que esté sucediendo en tu vida. No dejes que nadie te haga sentir como si no pudieras enfadarte. Pero, después de un tiempo, intenta avanzar. La negatividad no hará más que derribarte y no podrás continuar y superar lo que esté pasando a tu alrededor. Rodéate de personas que te hagan feliz y saque lo mejor de ti.
Una vez que comienzas a soltar el equipaje que te hace sentir mal, puedes comenzar a sanar y manejar todo con un poco más de claridad. Crea un lugar feliz para ti, decóralo como quieras, hazlo en un lugar donde quieras estar y eso te hará sentir cómodo, seguro y relajado.
Puede parecer una tontería, pero coloca esas frases inspiradoras que tanto te gustan para que puedas leerlas cada día. Mirar algo todos los días con los que te conectas puede hacer maravillas y puede darte la energía que necesitas para seguir adelante o para dejar marchar lo que te molesta. Ten en cuenta estas cosas que hemos hablado más arriba cuando tengas dificultades para hacerlo. Hay cosas que podrían funcionar y podría ser lo más fácil o que nada funcione para ti... Pero es mejor intentarlo que quedarte con los brazos cruzados sin saber si hubiera ido bien o no.
Dependiendo de la etapa en la que te encuentres en tu vida, descubrirlo todo puede llevar un tiempo. Esto es importante tenerlo en cuenta porque las personas necesitan un poco de tiempo extra para lograr los objetivos y poner en orden su vida. Los tiempos difíciles se llaman así por algo, y necesitarás tiempo y persistencia para cambiar las cosas a mejor, pero sobre todo, necesitarás pensamientos positivos y tener una perspectiva de vida más acorde a la realidad y menos catastrofista. Cuando tengas la ayuda que necesitas, haz las cosas solo cuando estés listo.
