La vida aporta estrés a todas las personas que la viven, ¡porque la vida es cambio! Y el cambio junto con las incertezas pueden alterar tu estado de ánimo. La vida también puede jugarte malas pasadas y que tengas que vivir experiencias que de algún modo te causan traumas o malestar emocional difícil de superar.
En este sentido, a veces, las circunstancias de la vida pueden ser lo suficientemente traumáticos como para construir una crisis porque los niveles de estrés son casi imposibles de manejar de forma saludable. Estas crisis pueden crearte una condición de vida grave, lidiar con las consecuencias de una tragedia aunque las circunstancias de menor gravedad también pueden construir una crisis. Es importante conocer algunas formas saludables de hacer frente a las crisis, ¡no te pierdas estas pautas! Así a partir de ahora, podrás enfrentar las posibles crisis con mayor entereza.
Céntrate en lo importante
Cuando se trata de las crisis, es importante centrarte en los recursos que tienes. Reducir las responsabilidades para poder centrarte en lo que realmente importa es imprescindible. Deja de lado los compromisos innecesarios y concéntrate en lo que realmente necesitas hacer para sentirte bien. Debes conservar tu energía física y emocional.
Encuentra apoyo
Si otras personas conocen lo que te ocurre, pueden ofrecer su ayuda para que estés mejor, no lo rechaces. Deja que tus seres queridos aligeren tu carga emocional ayudando con las tareas o dándote apoyo. Cuando tus amigos necesiten tu ayuda también estarás dispuesto a ayudarles, porque se lo habrán ganado. Te sentirás mejor si recibes apoyo y los demás se sentirán mejor después de hacer algo por ti y ayudarte... Al fin y al cabo, esto es lo que hacen los amigos, ¿verdad?
Ten en cuenta tu respuesta al estrés
Cuando experimentas una crisis la respuesta que tienes al estrés dependerá de cómo se activa. En este sentido, podrías estar en un estado de estrés constante, con todas las consecuencias negativas que tiene eso para tu salud.
Puede ser difícil sentirse "relajado" en medio o después de una crisis, pero puedes practicar técnicas para aliviar el estrés que pueden reducir la intensidad de tus niveles de estrés, ayudarte a revertir tu respuesta al estrés y sentirte más resistente ante la crisis que viene después.
Procesa tus sentimientos
Una buena idea es que escribas un diario, que hables con un amigo o familiar de confianza o incluso, que consultes con un terapeuta para que puedas procesar lo que sientes en cada momento determinado de una forma más saludable. A medida que te mueves a través de la crisis, puedes sentirte tentado a ignorar tus sentimientos por temor a que 'te desordenes' demasiado y te 'atasques', pero procesar tus sentimientos te permite avanzar y dejarlos ir.
¡Tienes que cuidarte!
Para evitar aumentar tus problemas, debes asegurarte de llevar una dieta saludable, dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y hacer otras cosas para que tu cuerpo funcione de la mejor manera posible. Además, trata de hacer algunas cosas que normalmente disfrutes, como ver una película, leer un buen libro o trabajar en el jardín para aliviar algo del estrés que estás teniendo.
Muestra paciencia... ¡contigo!
A veces las personas que están lidiando con una crisis o un trauma se preguntan si sus reacciones negativas son una señal de debilidad, o si están manejando las cosas de la manera "correcta". Si bien hay formas más y menos saludables de manejar situaciones problemáticas, tienes que ser paciente con tus sentimientos y reacciones a las cosas. Es natural sentirse mal después de un trauma mayor, o incluso menor, y aceptarte a ti mismo y tus reacciones te ayudará a sentirte mejor y procesar las cosas más fácilmente.
Identifica si necesitas ayuda
Si comienzas a tener pensamientos intensivos, pesadillas... o sientes que estás estancado debido a la crisis personal que estás atravesando o al trauma que te atormenta, lo mejor es que busques ayuda de un profesional para mejorar tu situación. Tienes que asegurarte de tener el apoyo que necesitas... sea el problema que sea el que te perjudica tu bienestar emocional.